Experto critica la gestión del presidente Lasso en medio de manifestaciones en Ecuador: "Es una situación muy compleja"

El académico de la U. Católica del Ecuador, Pablo Medina, sostuvo que los hechos que viven los y las ecuatorianas pudieron evitarse con un mejor manejo político de "acercamiento y probablemente de negociación con el movimiento indígena".

El académico de la U. Católica del Ecuador, Pablo Medina, sostuvo que los hechos que viven los y las ecuatorianas pudieron evitarse con un mejor manejo político de "acercamiento y probablemente de negociación con el movimiento indígena".

En el día 12 de manifestaciones en Ecuador y a pesar de lo declarado por la fuerzas policiales de actuar con “el irrestricto respeto a los derechos humanos”, la movilización liderada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) que, entre otras cosas, exige mejores políticas públicas con respecto al control de los costos de la vida, ya lleva al menos cuatro muertos y más de un centenar de heridos entre manifestantes y miembros de la fuerzas policiales.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el académico de la Universidad Católica del Ecuador especializado en política y seguridad pública, se refirió al manejo del presidente Guillermo Lasso frente a las movilizaciones que, según el experto, son la continuación de las protestas del 2019 que congeló la pandemia del coronavirus.

Hace casi tres años las y los ciudadanos ecuatorianos se pronunciaron en contra de una serie de medidas anunciadas por el entonces presidente, Lenin Moreno, para estimular la economía de la nación.

La estrategia que causó mayor insatisfacción fue la liberación del precio del diésel y la gasolina. Mientras que en el último año el precio de los combustibles ha aumentado en un 90% y 46% respectivamente, razón principal de las manifestaciones que hoy se ven concentradas en la región norteña de Pichincha, que incluye a la capital, Quito, y Cotopaxi e Imbabura, pero que se extienden en la mayoría de las 24 provincias del país sudamericano.

El también asesor de la Comisión de Soberanía, Integración y Seguridad Integral de la Asamblea Nacional del Ecuador, Pablo Medina, señaló que el presidente Lasso pudo haber acertado en el manejo táctico militar al tomarse puntos claves de la protesta indígena, como lo son la Casa de la Cultura y el Parque del Arbólito, lugares emblemáticos para la protesta indígena. Sin embargo, consideró que desde el punto de vida del manejo de la propuesta social el mandatario se equivocó.

“Esto no es una guerra”, destacó el especialista y manifestó que es el mal manejo del conflicto lo que continúa acentuando la situación y lo que resultó en una ciudad que, según el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez el Estado ya no está en capacidad de controlar el orden público.

“Es decir una situación muy, muy compleja, mucho más de lo que podía haber sido un manejo político de acercamiento y probablemente de negociación con el movimiento indígena”, enfatizó Medina.

El investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) comentó que era importante no desconocer la historia del país, puesto que a finales de la décadas de los 90 y inicios de los 2000, tres presidentes cayeron de forma irregular

Las demandas que exige la Conaie son las siguientes: reducción de los precios del combustible, fijar una moratoria de un año en el sistema financiero para que las familias paguen sus deudas, garantizar el empleo y los derechos laborales, que haya precios justos en los productos del campo, no explotar la minería en los territorios indígenas, respetar los derechos colectivos, no privatizar los servicios estratégicos, desarrollar políticas para controlar la especulación en los precios, otorgar mayor presupuesto para salud y educación y adoptar medidas para mejorar la seguridad.

La falta de políticas públicas que detonó la protesta

De acuerdo a Pablo Medina, es lamentable que la ciudadanía haya tenido que llegar nuevamente al punto de salir a las calles para que el Gobierno comprometiera una serie de medidas a modo de respuesta a las demandas, y que éstas no sean parte de las políticas que deberían de impulsarse desde el Estado.

En un esfuerzo por calmar las protestas, Lasso anunció un aumento en el subsidio mensual para las familias más pobres de Ecuador; aumento del bono de desarrollo humano, que subirá de US$50 a US$55; el gobierno condonará créditos vencidos de hasta US$3.000 en el Banco Estatal de Desarrollo; subsidiará a pequeños y medianos agricultores con la mitad del costo de fertilizantes.  El presidente declaró un estado de emergencia para el sistema de salud pública del país y prometió duplicar el presupuesto de la educación intercultural para las comunidades indígenas.

Además, abrió créditos de hasta US$5.000 para los agricultores al 1% de interés y a 30 años de plazo, y con respecto al precio del combustible, el gobierno aseguró que no habrá aumento del diésel, el gas y la gasolina.

“En general, creo que el serio problema de Lasso es la falta de política pública”, sostuvo el académico y reconoció que el mandatario ecuatoriano tuvo un muy buen desempeño en términos de vacunación durante la crisis sanitaria y destacó su manejo de la macro-economía del país. “Pero eso suena pésimo cuando en las calles las cosas están mal, cuando hay un alto desempleo y cuando los costos suben”, recalcó el investigador.

En ese sentido, Medina reiteró que logros como lo “10 mil millones adicionales en reservas monetarias internacionales” a la gente no le dice  “absolutamente nada” y que con respecto a las políticas públicas el mandatario ha sido tremendamente deficiente.





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