Con tan solo cinco meses a la cabeza del partido, Felipe Delpin renunció como presidente del Partido Demócrata Cristiano en el contexto post plebisicto constitucional y en medio de un sumario por parte de Contraloría a la municipalidad de la La Granja, comuna que preside.

Delpin afrontó un grave quiebre al interior del partido luego de presentar una querella contra el extimonel, Fuad Chahín, acusado por presunta administración desleal de bienes inmobiliarios. Acción judicial que fue retirada a los días siguientes por el propio Delpin, para luego ser criticado por la Mesa Directiva del partido debido a su “acción unilateral”.

En ese escenario, la directiva de la DC, de la cual forma parte la senadora Yasna Provoste, solicitaron a la Fiscalía Centro Norte continuar con la investigación y de la misma forma, al Tribunal que tuviera por no acogido el desistimiento de la querella presentada por el en ese entonces, presidente nacional Felipe Delpin, por exceder  “las atribuciones de su mandato legal, incumpliendo nuestros estatutos partidarios y la Ley de Partidos Políticos”.

Si bien, desde la Mesa Directiva aseguraron que no había “ninguna intención de formular un ataque político, sino solo actuar en el marco del mandato que hemos recibido para velar por la integridad patrimonial de nuestro partido”, el daño al interior de la organización ya estaba causado por ambas partes.

Por otro lado, el alcalde de La Granja fue fiel partidario del Apruebo, mientras que Chahín y los senadores Ximena Rincón y Matías Walker defendieron al Rechazo. En tanto, Provoste no estaba de acuerdo en dar margen de acción para quienes intentaran levantar una opción distinta a la adoptada por la DC, puesto que la decisión institucional del partido fue la de apoyar la propuesta constitucional.

La renuncia del actual alcalde de La Granja al liderazgo de la DC, fue a través de un carta en la que destacó que “fue elegido para encabezar una lista y presidir el partido en un momento crucial para el país”, en la que “se debatía respecto a una propuesta constitucional que podía reemplazar a la Constitución de Pinochet”.