En medio de un reordenamiento de fuerzas tras el resultado del plebiscito del pasado 4 de septiembre, que terminó en el rechazo de la propuesta constitucional elaborada por la Convención, el doctor en Ciencia Política y académico del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile, Octavio Avendaño, planteó que este hito marca una oportunidad para la recuperación del centro político.
En ese sentido, señaló que “tomemos en cuenta que en los últimos doce o trece años el centro político en nuestro país se ha estado debilitando de manera bastante considerable, coincidiendo con el declive de partidos como la Democracia Cristiana o sectores de la ex Concertación, que entraron en una fase de declive y de disminución de apoyo electoral”.
“Eso de una u otra forma influyó para que el centro político se fuera debilitando y aparecieran otras opciones hacia la derecha y hacia la izquierda, que se vieron facilitadas, entre otras cosas, con el cambio del sistema binominal al sistema proporcional”, expresó.
Sin embargo, apuntó que “en esta oportunidad tenemos una reconfiguración, debido a que muchos consideran que con el resultado del plebiscito se abre una nueva oportunidad para el centro político, porque en el fondo siempre existieron sectores del electorado en los últimos años que no se sintieron representados por las opciones existentes de centroizquierda o de izquierda o por las opciones de derecha o centroderecha”, por lo que se allana el camino para el surgimiento de nuevos referentes.
Precisamente, una de esas expresiones dice relación con el lanzamiento de Demócratas el miércoles pasado, partido en formación fundado por los senadores ex DC, Ximena Rincón y Matías Walker, junto a otras figuras vinculadas con la ex Concertación (PR-PPD), cuya propuesta busca alejarse de los extremos del espectro político.
En esa línea, Avendaño mencionó que “en otras épocas históricas, previo a 1973 o 1960 existieron algunos esfuerzos o intentos por fortalecer el centro político y existieron algunos esfuerzos por promover partidos que tenían características muy similares al recién creado Partido Demócratas. Recordemos lo que fue la experiencia del Partido Democrático Nacional (PADENA), que tuvo una figuración política más o menos significativa, desapareciendo recién en la década de los ’80 y que la Democracia Cristiana logra desplazar”.
De modo que el académico afirmó que “lo que están haciendo estos partidos es aprovechar esta nueva oportunidad que se abre a propósito del resultado del plebiscito y de lo que será la proyección de la participación y de la competencia con el voto obligatorio”.
Con todo, descartó que esta nueva colectividad vaya a “sepultar” a la Democracia Cristiana. “La DC ya viene experimentando una suerte de disgregación, lo más probable es que sea un partido que se disuelva en otros referentes políticos que giren en torno a la centroizquierda o hacia el centro. Hay antecedentes, incluso, a nivel de lo que fueron las democracias cristianas europeas, pensemos en la Democracia Cristiana italiana, después de la década de los ’90 observamos ahí que el partido se disuelve en una diversidad de otras organizaciones que van a girar en torno al centro y a la centroderecha”.
Sobre los factores que explican el decaimiento del centro político, Avendaño apunta a una falta de propuestas por parte del sector y a un declive de la población que se considera católica. “Está la crisis de la Iglesia, entonces, hay una serie de fenómenos y de transformaciones culturales en el país que van a incidir en que ya el referente que alguna vez fue para atraer a amplios sectores de la población”, dijo.
Este hecho para el sociólogo se hace especialmente evidente en la DC; sin embargo, indicó que independientemente de esta situación “la centroizquierda es amplia hoy en día, hay un espectro que incluye sectores de la ex Concertación y del Frente Amplio también”.
En cuanto a la dificultad para incorporar a nuevas generaciones a las filas del sector, planteó que “hay que tomar en cuenta que la crisis de representación afecta a todos los partidos por igual, incluso, podríamos decir que afecta más a los partidos emergentes que a los tradicionales. Lo que observamos acá no me atrevería a decir que es un envejecimiento, pero sí una falta de renovación y de promoción de nuevos liderazgos en el ámbito de la centroizquierda, eso ha afectado de manera considerable y en cierta medida explica el declive electoral que sufrió en los últimos años”.
De ese modo, consideró que uno de los desafíos que tiene el centro político son superar estas barreras mediante liderazgos múltiples y el planteamiento de propuestas programáticas “que sean atractivas, viables, alternativas a las propuestas que puedan dar sectores de izquierda o de derecha”.