Heraldo Muñoz por Cumbre Celac: "Los discursos integracionistas son muy abundantes, pero los resultados son escasos"

En entrevista con nuestro medio el ex canciller se refirió al retorno de Brasil a la Celac, el "factor Venezuela" y una posible integración regional: "Ojalá el Presidente apunte a un regionalismo con realismo que es lo que debería imponerse" indicó.

En entrevista con nuestro medio el ex canciller se refirió al retorno de Brasil a la Celac, el "factor Venezuela" y una posible integración regional: "Ojalá el Presidente apunte a un regionalismo con realismo que es lo que debería imponerse" indicó.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el ex ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, abordó la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la que ha sido marcada por el retorno de Brasil con el arribo de Lula Da Silva a la arena internacional y por la ausencia de Venezuela con la acusación de Nicolás Maduro sobre un “plan de agresión de la derecha neofascista” contra su delegación.

En materia programática, la migración, el crimen organizado y el cambio climático, sumado a la defensa de los derechos humanos y de la democracia, son materias que han resonado en la séptima versión. Desafíos respecto a los cuales el presidente pro tempore de la Celac, el mandatario argentino, Alberto Fernández, abogó por la profundización de la integración regional.

“Los impulso a que de una vez por todas entendamos que solos valemos poco, que unidos podemos tener una fuerza arrolladora y que ha llegado el momento de hacer del Caribe y la América Latina una sola región que defienda los mismos intereses para el progreso de nuestros pueblos”, sostuvo en su alocución de apertura.

Un discurso integracionista que a juicio del otrora canciller ha llevado a pocos resultados, por lo cual apuntó hacia un “regionalismo con realismo”. En cuanto al análisis coyuntural, consideró inadecuada la idea de una moneda sudamericana común, relevando las condiciones en que la Unión Europea realiza la convergencia monetaria y las repercusiones que la medida puede acarrear para Chile en un persistente cuadro inflacionario.

Aquilatando la molestia de la cancillería chilena por las declaraciones del embajador argentino en Chile, Rafeael Bielsa, sobre el rechazo al proyecto Dominga, el ex secretario de Estado, desdramatizó la diferencia y aseguró que ella no impactaría la visita de Boric en el país trasandino. Opinión que vertió pocos minutos antes que se desatara la polémica por la filtración de un audio en el que la ministra Urrejola hace descargos contra la autoridad argentina y con ello se confirmara la renuncia de la directora de comunicaciones de la cartera, la periodista Lorena Diaz.

En esta Celac tenemos el retorno de Lula, la presencia de AMLO, Petro y Fernández bregando por el robustecimiento del multilateralismo ¿Qué cree que representa el proyecto político de Boric en un contexto regional como este?

En primer lugar, esta tesis de que estamos ante una nueva marea rosa por la evidencia de que las seis principales economías de la región tienen presidentes de izquierda creo que hay que mirarla con mucha cautela, porque las 16 últimas elecciones presidenciales en América Latina y El Caribe, exceptuando la fraudulenta de Nicaragua, han triunfado las oposiciones a los gobiernos incumbentes. Es decir, ha ganado el inconformismo con una ciudadanía que piensa que sus problemas económicos y sociales no están siendo resueltos por los gobiernos, entonces, más que la simpatía ideológica, aquí parece que el signo que recorre a la región es el hartazgo de las mayoría y lunas de miel con los nuevos gobiernos que duran muy poco.

En segundo lugar, los gobiernos de izquierda en la región no tienen políticas coincidentes como quedó en evidencia en la crisis del Perú, donde la destitución del expresidente Pedro Castillo por el Congreso después del intento de autogolpe fue criticada muy duramente por los presidentes de México, Colombia, Argentina y Bolivia. Sin embargo el Presidente Boric y el entonces presidente electo Luiz Inácio Lula Da Silva no compartían esa posición, entonces hay diferencias, hay matices muy importantes entre los distintos gobiernos.

En ese contexto, creo que el Presidente Boric debe apuntar a retomar la integración en serio. La geografía y la historia cuentan, y la vecindad nos obliga a renovar los esfuerzos por impulsar la cooperación en asuntos que no se pueden resolver aisladamente, como la migración irregular, el crimen organizado transnacional, el cambio climático. Todas estas cosas azotan a nuestra región y al mundo, entonces la cooperación regional resulta fundamental, pero el problema es que abunda la retórica integracionista con un déficit de resultados. Discursos muy abundantes, pero los resultados son escasos.

Ojalá el Presidente apunte a un regionalismo con realismo que es lo que debería imponerse, es decir, integración caso a caso.  Veamos objetivos concretos, metas precisas y evaluemos resultados en tiempos que acordemos, porque si no cada país al final prioriza sus propios intereses. Ésta es una oportunidad de realizar este análisis descarnado, aunque tengo mis dudas que ello vaya a ocurrir porque Celac, creada el 2011, no se ha consolidado, las diferencias se mantienen y los intereses propios, muchas veces ideológicos, se imponen sobre la cooperación.

¿Qué le parece la idea de una moneda sudamericana en común? ¿Vendría a ser parte de una medida concreta para robustecer la integración?

A mí me parece una idea pésima si es que se piensa en una moneda única, porque eso es partir por el final en vez de realizar la tarea de sintonía de las economías, requisito que se necesita para eventualmente llegar a una moneda única. Europa se tomó muchos años para llegar al euro, el año 79 creó el primer paso, el ECU, y luego en el tratado de Maastricht estableció el año 91 las condiciones para que las economías pudieran converger con requisitos muy concretos y recién el 2002 se estableció y empezó a circular el euro, entonces, el hablar de una moneda, ponerle nombre, me parece una pésima idea.

Lo que es más atendible es que quizás se piense en algo distinto, una suerte de moneda compensatoria para los intercambios comerciales. Eso es algo distinto a una moneda única. Leí la declaración muy extensa de la reunión de los presidentes de Argentina y de Brasil, donde le bajan el perfil y hablan de que van a analizar la eventualidad en el largo plazo de crear una moneda única. A mí me parece bien eso.

Por cierto a Chile no le convendría para nada, es una unión monetaria donde terminaríamos absorbiendo inflación de otros, en momentos que hay un proceso inflacionario producto de tantas cosas, de modo que yo creo que esto va a quedar nada más que un volador de luces. Ambos presidentes han puesto la situación en el nivel que se necesita.

¿Qué opinión le merece el retorno de Brasil a la Celac? ¿Cuánta influencia cree que pueda tener en términos de profundizar la integración regional?

A mi me parece fundamental el retorno de Brasil y dejar atrás el período de Bolsonaro que fue nefasto no solo para la integración, sino que para cuestiones tan fundamentales como el cambio climático y los intercambios básicos que deben existir entre países que comparten un mismo continente. Muy bienvenido el retorno. Como dijo el Presidente Lula, Brasil vuelve al mundo, vuelve a la región, porque francamente nada se puede conseguir en términos de integración en América Latina o en Sudamérica sin Brasil. No puede por sí solo desencadenar un proceso integrador, pero sin su presencia claramente no se puede. Entonces es muy importante que esté de vuelta Brasil y se pueda pensar en reflotar Unasur, pero distinta, no con el tinte ideológico que tuvo en el pasado, mucho más pragmática para abordar los temas realmente compartidos entre los países de la región, sin el neo-soberanismo que lo único que hacía era ocultar a los países que violaban los derechos humanos.

Me parece muy bien que empecemos a tener un regionalismo con realismo, que es en lo que he insistido, alejado de los extremos, y que podamos además, a partir de la Celac, retomar el diálogo con la Unión Europea. Existe un mecanismo Celac-Unión Europea, otro Celac-China, son plataformas útiles de diálogo.

¿Cómo ve el factor Venezuela? Hay un llamado persistente de Boric, junto a otros mandatarios, por reintegrar al país a las instancias multilaterales. Por  otro lado Maduro se resta de la cita con una acusación considerable.

En primer lugar, creo que el Presidente de la República debe ser coherente con sus dichos y dejar muy en claro que en Venezuela se violan los derechos humanos y hay un gobierno dictatorial. Eso tiene que quedar muy en claro. Eso no significa sin embargo, el excluir, porque Venezuela debe estar de vuelta en los foros regionales y más importante que eso, Venezuela ojalá debiera tener una salida política pacífica para que las elecciones del 2024 sean democráticas. Para eso entonces, el diálogo que está ocurriendo en México entre el gobierno de Maduro y la oposición debiera dar algunos frutos, aunque soy escéptico por las experiencias que hemos tenido. Yo mismo participé cuando fui Canciller en un diálogo entre el Gobierno y la oposición que se realizó en República Dominicana y habíamos avanzado mucho y al final el gobierno de Maduro terminó desconociendo e imponiendo sus propios términos. Entonces, es muy importante que Venezuela esté para conversar algunos temas que nos interesan. El de la migración irregular requiere la presencia de Venezuela para ayudar a que termine la crisis humanitaria en ese país y hay que pensar muy bien porque el camino de las sanciones hasta ahora no ha rendido frutos. Venezuela sigue siendo un país que tiene un gobierno autoritario y dictatorial, se violan los derechos humanos, la economía sigue siendo un desastre pese a que está semi-dolarizada.

Así que Venezuela tiene que estar en la conversación. Sorprendió que no haya ido Maduro a la Celac y evidentemente es porque habia iniciativas para que eventualmente algún juez, algún tribunal argentino pudiera accionar en su contra de Maduro por las denuncias que han existido en la Corte Penal Internacional. Aparentemente fue aquello y sospecho que pudiera haber habido un malestar de Maduro con la declaración bilateral que firmaron Lula y Alberto Fernández donde hablan más bien de ver un poco más adelante la participación de Venezuela en el Mercosur. Yo leí ese párrafo y seguramente no le gustó para nada a Maduro, pero quizás estas amenazas judiciales fueron el factor decisivo para que no participara.

Otro de los asuntos que ha marcado esta cumbre para Chile ha sido el impasse con el embajador de Argentina en Chile, Rafael Bielsa, por el rechazo al proyecto minero Dominga ¿Considera que fueron inapropiadas las declaraciones de la autoridad trasandina?

Yo creo que el embajador Bielsa de Argentina tiene el derecho de emitir opiniones sobre asuntos en Chile que pudieran impactar la relación entre ambos países, más aún si fue invitado a exponer en la comisión de Relaciones Exteriores del Senado. Sin embargo, esto significa que esto es de doble vía, es decir Chile también tiene el derecho a emitir opiniones, incluso a criticar acciones o dichos de Argentina que puedan impactar a nuestro país. Además, él se refiere a la plataforma continental extendida, que no fue notificado previamente y bueno, eso ocurrió también desde Argentina. Hay muchas decisiones que nos hemos enterado por los medios de comunicación y que impactan directamente a nuestro país. Así es que no creo que haya sido una situación grave, no fue un impasse diplomático, pero si el proyecto Dominga es un tema sensible en Chile, entonces creo que el tacto diplomático es importante, las formas importan en diplomacia y el embajador tiene un estilo muy particular. Por eso la Cancillería terminó llamándolo para hacerle un suerte de llamado de atención,  pero yo creo que este es un tema largamente superado que no va a impactar la visita del Presidente Boric en Argentina.

Imagen: Agencia ATON.




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