Michelle Sadler (Fundación OVO): "La diferencia de cesáreas entre el sector público y el privado es una locura"

De acuerdo a la directora del Observatorio de Violencia Obstétrica, hay múltiples razones por las que no es recomendable que Chile mantenga su tasa de cesáreas en un 59%. Entre ellas, los factores económicos.

De acuerdo a la directora del Observatorio de Violencia Obstétrica, hay múltiples razones por las que no es recomendable que Chile mantenga su tasa de cesáreas en un 59%. Entre ellas, los factores económicos.

De acuerdo a datos del Ministerio de Salud (Minsal), en 2021, 59% de los partos registrados en Chile correspondieron a cesáreas. Un dato preocupante teniendo en cuenta que la tasa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es del 15%. 

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Michelle Sadler, doctora en antropología médica y directora del Observatorio de Violencia Obstétrica (OVO), explicó los motivos por los que no es conveniente que exista tan alto número de cesáreas.

En primer lugar, hay razones ligadas a la salud de la persona gestante. Según Sadler, muchas veces se ignora el hecho de que, al ser una cirugía, la cesárea involucra un periodo de recuperación post operatorio, y en algunos casos, incluso pueden producirse infecciones.

“Se tiende a invisibilizar los problemas de las cesáreas. Se dice usualmente que es una operación fácil, muy sencilla, muy rápida, pero no por ello deja de ser una intervención. Se cortan muchas capas de piel, de tejido, de músculos. Después, la mujer tiene una recuperación mucho más lenta que la de un parto vaginal, y por lo tanto, la capacidad de cuidar del recién nacido se ve influida negativamente”, señaló la directora de OVO.

“No se trata de demonizar la cesárea, porque sabemos que es maravillosa y que salva vidas cuando es necesaria. El problema, justamente, es cuando estamos haciendo cesáreas que no son necesarias”, agregó.

Otro factor a considerar se relaciona con el bienestar del bebé. De acuerdo a Sadler, cuando las personas nacen de forma natural, su paso por el conducto vaginal las pone en contacto con una “flora bacteriológica materna”, que a futuro trae muchos beneficios.

“Ese proceso químico fundamental se pierde en la cesárea, y eso al parecer es lo que genera respuestas diferenciadas. Hay muchos estudios que señalan que los bebés que nacen por cesárea desarrollan más asma, más alergia, algunos incluso lo vinculan con obesidad infantil y diabetes”, dijo.

“Además, lo podemos mirar por el lado de los efectos económicos. La cantidad de recursos que se utilizan en las cesáreas es muchísimo más que en partos vaginales. Entonces, también hay un mal uso de recursos, que se podrían usar en otras áreas de la salud”, añadió.

Respecto a los motivos por los que hay tantas cesáreas en nuestro país, la directora de OVO aseguró que existe un incentivo económico para los médicos del sector privado. De acuerdo a los datos del Minsal, la tasa de cesáreas en hospitales públicos es de 49%, en contraste con los recintos privados, que en promedio registran un 73%.

“Si tú miras la diferencia de cesáreas entre el sector público y privado, es una locura. En el sector público, la matrona o el obstetra va a tener su mismo sueldo, atienda un parto o cinco partos en el día. En el sector privado, en cambio, se paga por prestación, entonces, mientras más partos haces, más plata ganas”.

A eso se agrega, según Sadler, un “enfoque de riesgo” que es traspasado a los especialistas durante su formación.

“Lo que aprenden los equipos médicos es que el parto es un evento donde siempre se puede desarrollar riesgo, entonces, ante cualquier mínimo signo, se interviene mucho más de lo que se necesita. Hay una educación, una forma de ver el proceso, que tiende a exagerar, o a ver más complicaciones de las que efectivamente hay”.

En cuanto a las medidas que pueden tomarse para disminuir el número de cesáreas, Sadler sugirió entre otras cosas, actualizar los currículums universitarios, para que vayan más de la mano con la evidencia científica; y desarrollar políticas públicas que obliguen a los recintos médicos a seguir las lineamientos del Minsal.

“Las recomendaciones que hay del Ministerio de Salud, de parto personalizado, son eso, recomendaciones. No tienen el status de norma clínica, no son obligatorias. Los equipos las pueden aplicar si quieren, pero no son un indicador de la calidad de la atención por las que son evaluados. Es súper importante que los indicadores de parto, respetuosos, fisiológicos, sean exigibles, que se enseñe que no se puede, no se deben hacer cesáreas innecesarias”, indicó.

Otra manera de bajar la tasa de cesáreas es entregar más información a las futuras madres. De acuerdo a la directora de OVO, muchas veces se evita al parto vaginal, e incluso se le teme, porque se cree en mitos que tienen poco asidero en la realidad.

“Cuando hablan del requerimiento materno, de que son las mujeres las que piden las cesáreas, claro, hay más mujeres que piden cesárea, pero es justamente porque no hay información adecuada sobre los beneficios de una vía de parto versus la otra. Hay que cuestionarse, si las mujeres están pidiendo, qué es lo que hay detrás de eso, qué les dijeron, qué temores hay”.





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