En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el analista internacional, Guillermo Holzmann, criticó al presidente de Argentina, Alberto Fernández, por suscribir a la carta del Grupo de Puebla que cuestiona a la justicia chilena a raíz del caso SQM en defensa del ex candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez Ominami.
A su juicio, si el mandatario del país trasandino “ha firmado esa carta siendo presidente constitucional de Argentina, obviamente tiene un objetivo político, y lo que se deriva de eso es que primero, él considera que Chile no merece respeto respecto a sus procesos internos y por lo tanto él avala como jefe de Estado las intervenciones sobre Chile. En consecuencia está en plena libertad de opinar o valorar o juzgar lo que se hace internamente dentro de, en este caso, el tema judicial o los procesos políticos de los países de América Latina”.
Asimismo, consideró insoslayable el hecho de que Fernández “esta firma que ha colocado a este documento, luego la va a cobrar, considerando que en agosto, si mal no recuerdo, están las primarias argentinas y en octubre las presidenciales legislativas, donde claramente va a necesitar un apoyo transversal o regional para poder asegurar eventualmente un triunfo o evitar tener una derrota importante en la próximas elecciones respecto a la coalición que representa”.
Por otro lado, el académico indicó que la actuación del mandatario argentino “contraviene las formas aprobadas o aceptadas en el ámbito internacional. Es un principio de Naciones Unidas el no entrometerse en los asuntos internos de otro país por lo tanto, si bien es cierto no se puede llegar a juicio, claramente para todo el mundo eso contraviene todas las normas de relacionamiento entre los países”.
Ahora bien, Holzmann advirtió que este desacierto de Fernández no es un hecho aislado. “Hay una seguidilla de actitudes políticas y diplomáticas que no se condicen con las relaciones entre los estados soberanos y acá hay una interpretación fraudulenta en términos de establecer que el Grupo de Puebla, en la medida que está buscando la integración de los pueblos y las culturas -como ellos mismos lo proclaman- están por sobre los Estados, y bajo esa premisa consideran que el derecho internacional o la forma de relacionamiento internacional no se aplica al tipo de declaraciones que ellos hacen”.
“Obviamente dentro de todo eso estamos hablando de Marco Enríquez Ominami y estamos hablando de un proceso mediático, de un proceso que está en marcha y que ha sido demorado por varios años, no siendo el único proceso que demora ese tiempo, pero claramente acá hay un apoyo con vistas a lo que es Marco Enríquez Ominami y en su eventual rescate como eventual candidato presidencial futuro”, acotó.
En ese contexto, si bien consideró adecuada la respuesta de Cancillería en términos de calificar de improcedente el contenido de la carta y hacerlo saber al embajador argentino en Chile, afirmó que “al ser una seguidilla de hechos, evidentemente que la reacción podría haber sido más potente porque no se trata solamente de un hecho puntual y donde el respeto soberano que se merecen los países acá claramente no se ha cumplido”.