Exitosa fue la cuarta noche del Festival de Viña del Mar. En su debut en la Quinta Vergara, Christina Aguilera arrasó con un show de una hora y quince minutos de impecable calidad técnica y el virtuosismo que le devolvió la estatura de escenario internacional a Viña.
“Dirty”, “Can’t Hold Us Down”, “Bionic”, “Vanity”, “Genie in a bottle”, “What a girl wants”, “Santo”, “Falsas esperanzas”, “Pero me acuerdo de ti”, “Pa’ mis muchachas”, “Feel this moment/Desnúdate”, “Ain’t No Other Man”, “Show Me How You Burlesque”, cantada por su coro, “Express”, “Lady Marmalade”, “Beautiful”, “Fighter” y “Let There Be Love” fue parte del repertorio que la estadounidense desplegó entre interludios y cambios de vestuario.
Secundada con su banda y coristas de alto nivel, Aguilera desfiló por el escenario acompañada de su cuerpo de baile, dando forma a una impecable presentación que devino en la premiación con las gaviotas de plata y oro.
Tras ello fue el retorno del comediante Fabrizio Copano a la Quinta Vergara. Con referencias al mundo millenial, a su estadía en Estados Unidos -donde recientemente se presentó en The Late Show with James Corden- y a la política, el ex integrante del Club de la Comedia se llevó ambas estatuillas, consolidándose como una de las figuras protagónicas del stand-up comedy en el país.
Uno de los puntos altos de su rutina fue cuando llamó a escena a Sergio Freire y Pedro Ruminot, quienes rememoraron la oportunidad en que Sebastián Piñera les comparó con los Bunkers. Seguidamente la banda de rock penquista se hizo presente en el escenario junto a Rodrigo Salinas para cerrar el espectáculo.