Con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor, la Conferencia General de la UNESCO proclamó el 23 de abril como el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. Este año, la Universidad de Chile se suma a la conmemoración a través de distintas actividades, una de ellas es “Libros Libres”, donde se pondrá a disposición de la ciudadanía más de mil libros de manera gratuita.
Para la directora del Archivo Central Andrés Bello, Alejandra Araya, es importante la precisión en torno a qué significa regalar un libro. En ese sentido, la historiadora señala que en esta ocasión “estamos obsequiando ejemplares de diversas publicaciones de la Universidad tanto institucionales como de investigación de los cuales tenemos muchas existencias para compartir de forma gratuita”.
Relevando el rol que ocupa el fomento al libro y la lectura, la también académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Casa de Bello, plantea en este escenario que “liberar un libro, es ponerlo en circulación sin dinero de por medio, es un gesto de democratización que hace del libro lo que como objeto cultural es: una puerta a un mundo”.
Para la también profesional del Archivo Bello, Ariadna Biotti, la invitación al público a adquirir los ejemplares de forma gratuita es “a aventurarse a la lectura, a reflexionar sobre ello para no perder la esperanza de imaginar, de soñar, de aprender a pensar y construir nuevos mundos”.
La Universidad de Chile y su compromiso en el fomento de la lectura
Bajo el compromiso adoptado por la Universidad de Chile, la Cámara Chilena del Libro y Editores de Chile, el año 2012 surge el Observatorio del Libro y la Lectura, instancia constituida por un consejo compuesto por diversos agentes del libro. Esta instancia cultural propone un espacio de reflexión e intercambio de experiencias en torno a la palabra escrita en distintos soportes y formatos, dando una mirada amplia, técnica y transdisciplinaria de su situación actual y desafíos futuros.
Constituido por un Consejo de especialistas diverso y plural, este espacio de reflexión actualmente es liderado por la coordinadora académica del espacio, María Eugenia Domínguez, quien aborda al trabajo levantado desde las distintas áreas de sus integrantes, entre quienes se cuentan editores académicos, libreros, bibliotecarios, entre otros, quienes han evaluado durante la última época los avances en materia cultural de las políticas públicas enfocadas al fomento lector.
En esa línea, Domínguez destaca el reciente lanzamiento de la Tercera Política del Libro y la Lectura. Al respecto, comenta que este espacio permite generar un lugar “de donde observar el cómo se escribe, cómo se lee, cómo se edita, en las formas que hoy adquiere la lectura, que no solamente implica el libro en papel, sino que también lo digital, y, fundamentalmente en observar las transformaciones del ecosistema del libro hoy en día. Creo que esa es una tarea esencial nuestra que no solamente es conservadora en el sentido de mirar hacia atrás, sino fundamental para mirar hacia adelante y mirar las transformaciones a ese nivel”.
La académica de la Facultad de Comunicación e Imagen de la U. de Chile, releva esta fecha internacional del Día del Libro, instancia que se inserta en un momento “en que efectivamente recordamos la importancia que ha tenido el libro en todos sus formatos, pero, particularmente el libro impreso en nuestra historia cultural, en la formación de imaginarios, en la circulación de ideas. En el fondo en forjar un modo de imaginario del mundo, modos de proyectar el mundo. El libro permite sintetizar ideas, ponerlas en contraste”.
En relación al compromiso que mantiene el plantel universitario, también se destaca el trabajo del Archivo Central Andrés Bello, espacio desde donde se reflexiona críticamente sobre la actividad cultural del país y sus proyecciones en el tiempo, por medio de múltiples acciones de conservación, puesta en valor e investigación.
Para la profesional del Archivo Bello, Ariadna Biotti, desde el núcleo patrimonial celebran esta fecha internacional que invita a pensar la importancia de socializar la cultura, democratizando su acceso, “convirtiendo cada vez más a la Universidad y sus bibliotecas públicas en esos espacios donde el conocimiento es lo fundamental, donde todas las personas con ansias de aprender se encuentran más allá de sus diferencias económicas”.
Pensar la importancia de la lectura como una actividad creativa transformadora y liberadora, es lo que recalca la historiadora, refiriéndose a la necesidad de reflexionar sobre la presencia desigual de los libros y el derecho de todas y todos a las expresiones que tiene la cultura escrita, “es decir, del conjunto complejo de prácticas discursivas que giran en torno al mensaje escrito, impreso o digital”.
Para Biotti, este es un tema clave que nos ubica como Universidad “frente a temas trascendentes como: la educación, la alfabetización, el desarrollo de pensamiento crítico, analítico y consciente. Un libro es un objeto transformador, capaz de abrir y ampliar las fronteras del mundo conocido, es una herramienta que nos permite soñar y al mismo tiempo, es algo que nos permite estar, habitar el mundo de un modo distinto. Leer es una actividad que nos permite conocer y ahondar en las sensibilidades humanas, lo que amamos, lo que nos hace sufrir, lo que nos duele y lo que nos hace más fuertes”.