Azul Azul, concesionaria a cargo del Club de Fútbol Universidad de Chile, manifestó su repudio por las medidas cautelares dictadas por la justicia chilena para aquellos formalizados por los incidentes que tomaron lugar en el clásico universitario jugado el domingo al mediodía en el estadio Ester Roa Rebolledo.
Se estaba jugando el minuto 30 de partido cuando el árbitro Francisco Gilabert detuvo las acciones por la explosión de petardos y fuegos artificiales en la pista de recortan, algo que terminó afectando a un camarógrafo y al cuarto juez del encuentro.
Eventualmente, se informó que 22 personas fueron detenidas tras los controles realizados por Carabineros tras la suspensión del cotejo, de los cuales todos quedaron en libertad y con otras medidas cautelares tras realizarse las audiencias de formalización.
“Lamentamos que de los 22 detenidos en los incidentes de ayer en Concepción, dos relacionados directamente con fuegos de artificio lanzados a la cancha (según informe policial), todos hayan quedado en libertad y con restricciones mínimas mientras dure la investigación”, señaló el club a través de sus canales oficiales.
Además mencionaron que “como club, nos querellamos y solicitamos prisión preventiva para la persona que fue sorprendida con ‘porte y distribución de artefactos incendiarios‘, lo que fue rechazado en Tribunales. La señal contra la violencia en el fútbol debe venir de todos lados”.