La influenza es un virus cuyos primeros registros se encuentran a fines del siglo XIX. Causa síntomas respiratorios y, dependiendo de su potencial patógeno, puede llegar a ser mortal para animales y humanos.
Últimamente se ha creado expectación y alarma mundial a raíz de la masificación de gripe aviar que, tal como su nombre lo indica, es una enfermedad que afecta, principalmente, aves, específicamente marinas. No obstante, se ha observado el contagio de mamíferos del ambiente acuático, aves de corral y personas, lo que causa gran preocupación, dadas las consecuencias económicas y de salud pública que puede acarrear la infección masiva en plantas de producción de especies para consumo humano.
Conversamos con el doctor Mauricio Canals, radiólogo; magíster en Ciencia Biológica y en Bioestadística; doctor en Sistemática y Biodiversidad; profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile; jefe del programa de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile y académico investigador en Epidemiología de la Zoonosis, sobre los antecedentes, alcances, proyecciones y cuidados necesarios ante la influenza aviar.
¿Cómo se origina y de qué se trata la influenza aviar?
-La influenza aviar es un tipo de influenza tal como la que tenemos nosotros habitualmente. El virus es de la familia de los Ortomyxovirides, en particular, de tipo A.
Las aves pueden tener distintos tipos de virus; influenza A, influenza B e influenza C, pero cuando uno habla de la gripe aviar se está refiriendo a lo que se llama virus influenza A, clasificado como altamente patógeno. En general, eso se abrevia como HPI, virus de influenza aviar altamente patógenos. Y los de la influenza aviar, altamente patógenos, son básicamente los de los subtipos H5 y H7.
Los virus de la influenza A se clasifican según la hemaglutinina que es la H y la neuraminidasa que es la N. Cuando hablamos de esta influenza, estamos hablando de una influenza de tipo A que se transmite entre las aves en general y que tiene una hemaglutinina de tipo 5 y una neuraminidasa de tipo 1. Entonces, decimos gripe aviar H5N1. Hay otros ejemplos de gripe aviar altamente patógenos como es la H7N9 por ejemplo, pero la que está circulando actualmente como una epizootia muy importante es la influenza aviar H5N1 que se transmite habitualmente entre las aves, en general de ambientes acuáticos, en particular, en patos y aves marinas. Pero también se transmite a distintos mamíferos, potencialmente se producen infecciones de mamíferos tales como: lobos marinos, chungungos y algunos delfines. Se ha descrito el paso de estas aves a los distintos mamíferos y también a los humanos.
¿Cómo afecta esta enfermedad a los humanos?
– Actualmente en el mundo hay aproximadamente 865 casos confirmados en humanos y, generalmente, la ruta de transmisión ha sido a través de las aves marinas, pasa a las aves de corral y de ahí al ser humano. Hoy, la tasa de mortalidad se calcula entre un 50 y un 60%, de tal manera que para el hombre es una gripe, que sería muy grave, altamente patógena, con un compromiso pulmonar importante.
¿Cuál es el potencial riesgo sanitario que representa la gripe aviar?
– En realidad existe una preocupación mundial por la gripe aviar H5N1 y cualquier otro virus de influenza altamente patógeno, el SARS, por ejemplo, H7N9. Existe una preocupación mundial porque siempre está el peligro potencial de paso a mamíferos y de paso a humanos. Se dice que la gripe H5N1 estaría probablemente en etapa 3. Las zoonosis se clasifican según etapas. Uno; si están permanentemente en animales; etapa dos, si pasan ocasionalmente a los animales; etapa tres, si hay cadenas cortas entre humanos, una vez que ha pasado el virus al ser humano; etapa 4, cuando hay cadenas largas.
En general, la gripe H5N1 estaría en una etapa 3, es decir, ocasionalmente hay infección en humanos, pero cuando se han producido estos casos en humanos se han producido cadenas cortas de transmisión. Pero evidentemente existe el peligro potencial como hemos visto en Chile, que tenemos una paciente contagiada y se ha visto el paso a distintos mamíferos como lobos marinos, chungungos, delfines, etcétera.
En otras partes del planeta, incluso, se han encontrado algunos gatos con positivos H5N1. Es decir, es un riesgo muy importante, por lo que significa que hay que seguir monitorizando.
¿Qué le parece el abordaje de esta contingencia en Chile, respecto a las medidas que se han tomado a nivel internacional para contener el avance de esta influenza?
– Pienso que en Chile se ha tenido un buen monitoreo de la influenza aviar. Se ha ido reportando rápida y adecuadamente por el SAG dónde han ocurrido los casos, en qué especies están ocurriendo y describiendo cómo ha sido la evolución. Creo también, que ha habido una preocupación importante de detectar los casos en las aves de traspatio, en aves de corrales y la crianza de traspatio. Yo diría que en ese aspecto, Chile ha andado bastante bien.
Creo que la respuesta ha sido un poco tardía en algunos aspectos. Un aspecto se refiere al retiro de los animales muertos de las playas, que a veces no ha sido lo suficientemente rápido, porque hay que evitar que cualquier animal, cualquier cadáver entre en contacto con seres humanos y en ocasiones ha pasado algún tiempo antes de que eso ocurra.
También, ha habido un cierto retardo de la comunicación de riesgo a las personas. Creo que las personas tienen que saber que esto es riesgoso para el hombre y debe hacerse la propaganda necesaria. No se trata de crear un pánico en la población, pero sí que exista información adecuada a nivel de toda la población.
En ese sentido, creo que han estado un poco pasivas las autoridades y las entidades que tienen que comunicar esto. Yo creo que, probablemente porque hay un peligro evidente que tiene que ver con que puede tener un extremo riesgo en las plantas productoras de pollo o de otros animales que podría resultar en un problema económico importante. Sin embargo, uno siempre debe resguardar a la población y hacer una adecuada comunicación de riesgo, en particular en las playas debiera haber mucha más señalética, indicando no acercarse a los animales, es decir, mayor precaución, pero esta influenza no ha pasado al ser humano en la forma suficientemente numerosa como para que haya una preocupación muy, muy grande.
¿Qué mensaje quiere transmitir a la población sobre la presencia de este virus en Chile?
-Yo creo que el primero, es que hay que conservar la calma y lo segundo, que hay que informarse respecto a este virus y seguir los lineamientos que dan el SAG y el Ministerio de Salud, evitando acercarse a las aves con comportamiento extraño y evitar acercarse a cadáveres de animales en las playas.
Por otro lado, en las aves de corral, todas las precauciones necesarias las toman los veterinarios y los productores; cualquier indicación de sospecha de infección tiene que necesariamente ser avisada al Servicio Agrícola y Ganadero y al Ministerio de Salud. Es decir, hay que estar expectante ante la situación, estar atento, informarse de qué se trata y realmente preocuparse de enseñarle a los demás de lo que está pasando, en particular a los niños. Creo que hay que evitar también propagar rumores, rumores que de repente desinforman a la población, como que aquí no pasa nada, o que los lobos marinos que aparecen muertos son por causas de la capa de ozono, o que actualmente otras personas están matando a los lobos para reducir la población, etc. Propagar ese tipo de rumores también produciría un efecto altamente negativo. Es decir, en términos generales, una actividad precautoria e informada en relación a esta enfermedad.