Lorena Pizarro y 50 años del golpe: "Cuando escucho que acá caben todas las visiones, yo no logro entender a qué se refieren"

La diputada del PC considera que el foco de las conmemoraciones debe estar en las garantías de no repetición. Además, planteó que "no solo se trata de conciertos o memoriales, sino que también de hechos concretos, y uno de ellos es Punta Peuco".

La diputada del PC considera que el foco de las conmemoraciones debe estar en las garantías de no repetición. Además, planteó que "no solo se trata de conciertos o memoriales, sino que también de hechos concretos, y uno de ellos es Punta Peuco".

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la diputada del Partido Comunista y expresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, se refirió a la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado y a los principios que deberían guiar el actuar del Gobierno.

A juicio de la diputada, el foco debería estar puesto en las garantías de no repetición y en medidas concretas, más allá de lo simbólico, como por ejemplo, el cierre del Penal de Punta Peuco.

Además, Pizarro abordó las controvertidas declaraciones de personeros de derecha sobre el Golpe y la dictadura, señalando que las violaciones a los derechos humanos no pueden ser ignoradas en favor de un supuesto avance a nivel económico.

Diputada, ¿cómo cree que debería ser esta conmemoración que tendremos en septiembre?

Yo lo primero que pondría en el centro es por qué conmemorar y para qué estamos conmemorando. ¿Y por qué pongo eso como primer punto? Porque cuando escucho que acá caben todas las visiones, yo no logro entender a qué se refieren. Porque pueden haber distintos testimonios, distintas formas de enfrentar los 50 años del golpe de Estado, pero lo que es cierto es que conmemoramos para fortalecer, en nuestro país, las garantías de no repetición que no están dadas. Esas garantías de no repetición es lo que por años hemos llamado ese nunca más.

Creo que se está instalando una verdad falsa, intencionada, de relativizar lo que fue el golpe de Estado y sus 17 años de genocidio, entonces, creo que vamos a hablar de conmemorar para que nunca más, vamos a hablar de conmemorar para mirar a un futuro esperanzador y transformador donde el eje sea el respeto y defensa y promoción de los derechos humanos,  Vamos a conocer lo que ocurrió para que no vuelva a ocurrir. No hay miradas que justifiquen un golpe de Estado, no hay miradas que hagan un contexto, ni tampoco una valoración del supuesto avance económico, cuando hubo crimen, tortura y desaparición.

Esto de poner en una balanza, por un lado lo económico y por otro las violaciones a los derechos humanos ¿Es negacionismo? ¿Es relativización? ¿Cómo lo calificaría usted?

Sin duda es negacionismo. Estamos avanzando en una dirección muy peligrosa. Cuando uno pone esto en balanza, la vida de personas que fueron brutalmente torturadas, hechas desaparecer, asesinadas, exiliadas y un infinito etcétera, versus un sistema económico, aunque éste fuese exitoso, significa que la trastocación ética y valórica del país es brutal. Nada puede justificar las violaciones a los derechos humanos. El supuesto bienestar económico, incluso sí hubiera sido para una mayoría, no justifica en nada que se haga en función de violar los derechos humanos.

Es más, hoy que me corresponde estar en la Cámara de Diputadas y Diputadas, yo escucho cómo la derecha habla de seguridad y relativiza el respeto de los derechos humanos. Habla de seguridad y le quita valor a respetar la vida. Eso me parece profundamente peligroso, porque no solo en el contexto de los 50 años se está instalando un discurso en el que pierde valor el respeto a los derechos de las personas.

Es un debate contemporáneo, entonces.

Así es. Conmemorar los 50 años del Golpe de Estado tiene que ver con futuro, con el país que se construye adelante. Nosotros podemos, en Chile, conmemorar el 18 de septiembre, el Combate Naval de Iquique, son fechas en que nos dicen lo que ocurrió, pero esto tiene mucho que ver con construir futuro y lo digo a propósito de las voces que hablan de que esto es quedarse en el pasado. Primero que todo, un pueblo sin historia además de rayar en la ignorancia, no aprende de ella para no cometer los horrores que se vivieron en el pasado, pero además, me parece que nosotros tenemos que empezar a construir un Chile que tenga como eje central la vida de la gente, el bienestar y la felicidad, lo que es, precisamente, la antítesis el golpe de Estado y sus 17 años de tiranía.

¿Qué rol cree que deberían jugar las deudas pendientes con las víctimas? ¿Se debería, para esta conmemoración, impulsar el cierre de Punta Peuco?

Tiene que estar el tema de las víctimas sobrevivientes y familiares de las víctimas del terrorismo de Estado. Esa es una obligación del Estado que sigue pendiente, pero han pasado tantos años que la deuda es con el país. Siempre lo fue, pero hoy día es mucho más, porque el riesgo ha crecido de una manera muy brutal. La revuelta popular nos mostró mutilaciones oculares, prisión política, la situación en el Wallmapu es lo mismo, en Chile existe prisión política mapuche. Entonces, lo que tiene que haber, sin duda, son acciones. No solo se trata de conciertos o memoriales, sino que también hechos concretos y uno de ellos es Punta Peuco, porque es el símbolo de la impunidad de aquellos que no pudieron evadir la justicia.

Y más allá de lo que a usted le gustaría, o cree apropiado, ¿cómo ve el trabajo que está haciendo el Gobierno?

Hemos sabido muy poco de lo que están haciendo. Creo que hay que aclarar más de qué se trata, estamos casi a mitad de año. ¿Qué significa conmemorar los 50 años del Golpe? Es como este país, al calor de esos 50 años, da un salto consistente hacia las garantías de no repetición, hacia el nunca más y eso aún no está claro cómo lo va hacer el Gobierno, que es el que hoy día tiene la principal responsabilidad.

Volviendo al tema de estos actos negacionistas, ¿por qué cree que se dan este tipo de declaraciones, de Luis Silva y de militantes de la UDI y por qué está permitido, entre comillas, que alguien diga cosas así?

Porque se construyó una transición pactada que finalmente siempre le dio espacio a estas voces negacionistas. Chile ha sido un país que se ha construido en base a los pactos de impunidad y no en base a la verdad y la justicia. Además de eso, está el avance de las posturas de extrema derecha, como la que representa el Partido Republicano. En definitiva, hoy día lo que se está diciendo es que torturar, matar, asesinar y dar golpes de Estado es un camino legítimo para quienes ostentan el poder.

Y frente a todo eso, ¿qué se puede hacer?

Desde el espacio que hoy ocupo, hace algunas semanas presentamos un proyecto de ley que busca sancionar el negacionismo. Hace un año y medio, dos, esto fue llevado por la derecha al Tribunal Constitucional, que acogió el recurso, lo que demuestra que Chile tiene que avanzar en una dirección distinta.

Hoy día, presentamos este proyecto de ley y esperamos que sea aprobado, porque lo que lo que ha quedado aquí demostrado es que el avance de las posturas de extrema derecha y fascistas son brutales y significan importantes retrocesos. Eso, sin duda, para la causa de los trabajadores y trabajadoras es extremadamente peligroso.

¿Qué tan grave es la situación? También están los resultados de esta encuesta, que decía que había un número importante de chilenos que justifican el golpe.

Lo primero que quiero señalar respecto a eso es que a mi me parece extremadamente grave que se realice una encuesta de ese tipo. Esto es lo mismo que preguntarle a una persona si está de acuerdo con la pedofilia. Me parece que los medios de comunicación y las encuestas tienen que ser en función de construir y aportar y no de hacerse eco de posturas que buscan justificar lo que fue el golpe de Estado.

Lo segundo, me parece que el resultado de esa encuesta es producto también de un accionar que se ha dado en el último período, de dar voz válida a quienes justifican horrores como los de la dictadura. Estoy segura que si uno va a Alemania, cualquiera que justifique en un medio de comunicación lo que fueron los crímenes del nazismo, estaría respondiendo ante la justicia. En cambio en Chile no, se relativizó y por lo tanto se hacen encuestas que inducen a que se relativice a este punto.

Por último, ¿cómo evaluaría la respuesta del Presidente, frente a lo que ha pasado estas últimas semanas?

Yo lo evalúo muy bien. Primero creo que el tweet que hizo al poco rato de estas declaraciones impresentables de Silva, describieron exactamente lo que es el dictador Augusto Pinochet y además de eso, me parece que en la cuenta pública, hubo respuestas y señales políticas muy importantes. Ahora, en lo que tenemos que avanzar también es en medidas que permitan detener el avance de esas posturas de extrema derecha.

O sea, el Presidente tiene que ir más allá del discurso.

Es que ya no más. Llevamos 33 años en que se ha avanzado muy poco en asegurar que en Chile el nunca más sea una realidad.





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