En medio de la bullada salida de Patricio Fernández del puesto de asesor presidencial de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, el Presidente de la República Gabriel Boric se pronunció sobre la renuncia del escritor y exconvencional.
Las declaraciones de Fernández en una entrevista con Manuel Antonio Garretón en nuestra medio, generaron la condena de organizaciones de derechos humanos y acusaron al exconvencional de relativizar el quiebre democrático sufrido el 11 de septiembre de 1973.
“Creo que es importante señalar que, más allá de las polémicas, las agrupaciones de memoria y derechos humanos han sido las principales responsables de que en Chile hayamos logrado avanzar, aunque sea un poco, porque todavía es insuficiente, de justicia respecto a las atrocidades que cometió la dictadura militar”, partió diciendo el mandatario.
En ese sentido, sostuvo que “son estas agrupaciones de derechos humanos, de familiares de víctimas de detenidos desaparecidos o de ejecutados políticos quienes han sido el puntal, el pilar para mantener viva la memoria que muchos cómodamente les gustaría olvidar y nosotros no estamos dispuestos a olvidar”.
Por ello, manifestó que “creo que acá no tenemos que entrar en peleas entre quienes tenemos convicciones que apuntan a la misma dirección, yo no tengo ninguna duda, porque lo conozco, que Patricio Fernández es una persona que no sólo es tremendamente respetuoso de los derechos humanos, como lo ha dicho explícitamente, sino que jamás justificaría el quiebre de la democracia en un Golpe de Estado”.
“Pero él entiende, y así lo asevera en su carta, que, si su figura en este momento constituye un obstáculo para que las actividades en conmemoración del Golpe de Estado de 1973, de los 50 años, él decide dar un paso al costado y yo eso lo valoro, valoro su trabajo, su reflexión y no tengo ninguna duda de sus credenciales democráticas y su convicción en contra el quiebre de la democracia”.
Reacciones
Desde el oficialismo, la diputada del Partido Comunista y abogada de DD.HH, Carmen Hertz, señaló que esta renuncia “significa haber oído a quienes hemos sido las y los protagonistas del drama y la tragedia que vivió nuestro país desde el Golpe de Estado en adelante”.
Según la parlamentaria, el perfil de quien debe cumplir este cargo “tiene que ser alguien que tenga, por un lado, una trayectoria ligada a la lucha, defensa y promoción de los derechos humanos, a la lucha contra la impunidad, y que no tenga un atisbo del negacionismo post-moderno que permea a muchos sectores de nuestra sociedad”.
Mientras, sobre el carácter que debe tener la conmemoración de los 50 años enfatizó que “no es una banalidad ni se trata de una suma de eventos artísticos culturales a realizar, porque es un hecho político desde el cual la condena absoluta del Golpe y calificarlo como un crimen es el mínimo civilizatorio que nos debe agrupar como sociedad”.
En tanto, a través de un comunicado la bancada de la UDI decidió suspender indefinidamente su participación relacionada con la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, en respuesta a la renuncia de Patricio Fernández.
Según señala el documento “una vez más, el gobierno del Presidente Gabriel Boric ha cedido a las indecentes presiones ejercidas por el Partido Comunista que en su afán de imponer una sola verdad de los hechos acontecidos en aquella época, recurrieron nuevamente a la cultura de la cancelación, esta vez en contra del Sr. Patricio Fernández, quien de manera absolutamente legítima decidió abrir el debate respecto a las graves circunstancias y acontecimientos que fueron derivando en un quiebre institucional en nuestro país y que quedaron expuestos cuando la Cámara de Diputados declaró como ilegítimo el gobierno de Salvador Allende”.
“Con la salida forzosa del Sr. Fernández, el único que queda en una posición de cuestionamiento es el propio Presidente Boric y su Gobierno, considerando que se había comprometido públicamente a que se trataría de una fecha de ‘reencuentro’ y no de ‘división’ en el país, lo que evidentemente no se consigue claudicando a dichas presiones”, acusaron desde el gremialismo.