Luego de las tensiones generadas por el rechazo de la acusación constitucional en contra del ministro Marco Antonio Ávila, este lunes los partidos de Chile Vamos: la UDI, Renovación Nacional y Evópoli, se reunieron y acordaron seguir actuando como coalición.
En la antesala de este encuentro, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con la senadora de Renovación Nacional, Paulina Núñez, una de las figuras que criticó más duramente a los parlamentarios de Evópoli que no apoyaron la acusación constitucional y que incluso puso en duda el futuro de Chile Vamos.
Además de condicionar la continuidad del pacto a una serie de pisos mínimos, la parlamentaria se refirió a las elecciones internas de su partido, a la relación de este mismo con Republicanos y a la declaración conjunta sobre el golpe propuesta por el Presidente Boric.
En primer lugar, ¿cómo ve esta convocatoria que hizo el senador Chahuán para que se reunieran los partidos Chile Vamos? ¿Le parece adecuada teniendo en cuenta lo que pasó con la acusación constitucional?
Después del fracaso de la acusación constitucional, que el presidente de Renovación Nacional convoque al resto de los presidentes de los partidos de Chile Vamos a una reunión era urgente y necesario. Es impresentable cuando, ejerciendo un rol opositor, un grupo de diputados decide acusar a uno de los ministros, a mi juicio, peor evaluados del Gobierno y no se actúa con unidad en esa acusación. Es una cuestión que lógicamente hay que revisar, porque lo que no puede ocurrir es que haya una coalición opositora dividida. Son muy pocos los instrumentos que te permiten ejercer un rol opositor y cuando frente a estos instrumentos terminas dividido, por supuesto que no hay una buena señal para el electorado, pero además le propicias un daño al país. Ya sea porque debilitas la institución misma, ya sea porque la oposición unida permite el contrapeso que es tan necesario en democracia.
Respecto al futuro de la coalición, usted se mostró bastante crítica con la manera en que actuó Evópoli en la acusación. ¿Cree que ese partido debería seguir siendo parte de Chile Vamos?
Esas son cuestiones que hay que empezar a conversar ahora, pero lo que sí es cierto es que cuando se requerían los votos ellos no estuvieron, como tampoco lo estuvo uno de los diputados de la UDI. Yo siento que para poder mantener unida una coalición, tú tienes que tener dos cuestiones que son básicas: mínimos comunes en lo programático y mínimos en cómo vas a ejercer el rol opositor. Es allí donde creo que tenemos un problema. Por un lado, algunos creen que acusar constitucionalmente a un ministro es un deber, es una responsabilidad y, por otro, hay algunos que creen que no teniendo sustento jurídico, no se puede ejercer ese juicio político, que lo que es es en realidad una acusación constitucional. Por lo tanto, yo creo que para que tenga sentido la coalición política, tienes que cumplir estos dos mínimos, ¿y cómo se logra esto? Primero definiendo qué es lo mínimo, tanto en lo programático como en el ejercicio de las atribuciones y luego, obviamente, respetando ese acuerdo.
Cuando la presidenta de Evópoli al día siguiente de este fracaso decía: nosotros siempre hemos actuado con libertad dentro de la coalición, el tema es que ella no distingue donde termina tu libertad individual y donde parte ese compromiso colectivo. Esto no es un regimiento, ni vamos a pegar un llamado y con eso todos van a actuar alineados, por supuesto que no, por eso mismo, la conversación previa, definir los mínimos, acordar las actuaciones, es vital para que una coalición política sobreviva. Siempre habrá problemas y diferencias, pero cuando tú estás en una cuestión tan relevante y tan excepcional el mínimo con el que tiene que cumplir la coalición es llegar ordenada.
En agosto son las elecciones internas de Renovación Nacional, donde usted será una de las candidatas. ¿Cómo diría que ha sido la conducción que ha tenido el senador Chahuán?
Renovación Nacional es un partido histórico, que ha jugado un rol relevante y es tremendo en cuanto a sus militantes, hoy día, lo conforman 31 mil militantes, lo que hace ver lo complejo que puede resultar conducirlo. Sin embargo, yo creo que hay cuestiones que mejorar. Debemos empezar a actuar con seriedad, con claridad en nuestras ideas y tenemos que empezar ejerciendo ese rol opositor. Además, es evidente que el partido no pasa por su mejor momento, tanto en lo electoral como en la convivencia misma. Cuando tú tienes un partido donde hay mística, donde se trabaja con unidad, donde el país está por delante, donde hay ganas de gobernar, lógicamente la cosa avanza de mejor manera, pero la realidad tiene que partir por quien conduce. La seriedad, el propiciar y recomponer relaciones, también tiene que partir por quién conduce y yo creo que ese es el sello que se ha ido perdiendo y evidentemente es el que queremos inyectar en esta nueva conducción al partido, si es que los militantes así lo deciden.
A propósito del tema electoral, ¿cómo ve el avance de Republicanos? ¿Cuál debería ser la estrategia de Renovación Nacional frente aquello?
Respecto de ellos hay dos cuestiones que son bien distintas. Primero, en lo electoral, con ellos, pragmatismo total. Hoy día la oposición en el Congreso va desde Demócratas hasta Republicanos, entonces, me parece muy importante que frente a la elección que viene, que es la municipal y de autoridades regionales, podamos tener conversaciones que nos permitan llegar con candidatos únicos. La única manera de ganarle a un candidato de un municipio oficialista es enfrentando esta elección sin ir divididos. Si a mi me toca conducir Renovación Nacional voy a trabajar para que eso ocurra, llegar con un candidato único. Ya veremos si eso es un pacto electoral, si es un pacto por omisión, si es de Evópoli a Republicanos, o, ¿por qué no? Desde fuerzas más de centro hasta Republicanos.
Luego, en un pacto político, en una coalición política, yo creo que obviamente tenemos caminos que corren en paralelo y que se van a ir notando más en las elecciones siguientes, la parlamentaria y la presidencial. En eso, si conduzco Renovación Nacional, mi deber es llegar con un candidato propio a la primaria presidencial, porque es allí donde candidatos de derecha se van distinguiendo respecto del proyecto país que le propongan a Chile. A mí me gusta German Codina, él va a ser el primer vicepresidente de la lista y creo que perfiles como el suyo son los que hoy día aúnan y representan los territorios.
Pasando a otra materia, respecto a esta declaración conjunta que está proponiendo el Presidente por los 50 años del golpe. ¿Cuál es su opinión? ¿Renovación Nacional debería sumarse al acuerdo?
Renovación Nacional es un partido donde siempre hemos estado en contra de la violación de los derechos humanos y lo hemos dicho con todas sus letras. Por lo tanto, para nosotros eso no está en cuestión. Pero, también nos parece relevante que el Presidente, sabiendo la situación compleja que pasa en Chile, desde el punto de vista de la polarización, vaya a proponer a otro país que los presidentes de los partidos firmen lo que a lo mejor termina siendo su propia verdad. Yo creo que en esto hay que actuar con mucha prudencia, con mucha moderación, con el entendimiento de que hay que reencontrarnos en estos temas y no seguir dividiéndonos. Por lo tanto, no me parece adecuado que sin hablar con los presidentes de partido, sin entregar un texto, los invite y los ponga al descubierto en un país distinto, a través de un medio de comunicación, como arrinconandolos a la respuesta que él espera. Nosotros no estamos obligados a firmar lo que para el Presidente Boric pueda resultar ser la verdad, sino que estamos muy resueltos a que en estos 50 años podamos encontrarnos como chilenos después de tantas décadas, sin olvidar nuestra historia, pero mirando el futuro.
Y más allá de la forma en que ha actuado el Presidente o de sus modos, ¿no cree que sea necesaria una declaración conjunta de todos los partidos donde se condene el golpe de Estado?
En el caso de las violaciones a los derechos humanos, nosotros siempre las hemos rechazado y en eso nos vamos a encontrar con cualquier otra de las fuerzas políticas democráticas. Pero también me pasa que cuando no somos capaces de distinguir entre lo ocurrido o definir desde donde partió ese quiebre en la democracia, tenemos un problema.
¿Pero Renovación Nacional condena el golpe de Estado en sí?
Renovación Nacional condena la violación de los derechos humanos y también estamos muy claros respecto de la historia del país. Yo creo que nada justifica un golpe de Estado, pero es muy importante entender que eso hay que evitarlo y la historia no se puede volver a repetir. Los gobiernos cuando terminan siendo totalitarios o donde el país está en una situación muy compleja, obviamente que el quiebre a la democracia no es un camino que uno debiera validar. Es muy importante, para poder evitar esto y que no se repita nunca más en nuestra historia, encontrarnos en aquello y no estar imponiendo verdades, menos a quienes terminan conduciendo partidos políticos democráticos.