En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el académico de la Universidad de Los Andes e integrante de la Comisión contra la Desinformación, Pedro Anguita, se refirió a los alcances políticos que ha generado la instalación de esta instancia impulsada por el Gobierno.
En concreto, consideró “un poco llamativo tanta oposición a una comisión que tiene fines bastante limitados, se limita simplemente a elaborar un par de informes que tiene que entregar próximamente”, en referencia a las acciones que ha impulsado la derecha para impugnar el funcionamiento de esta entidad encabezada por el Ministerio de Ciencias y de la Secretaría General de Gobierno.
Además, defendió la legalidad del comité, indicando que “las principales atribuciones que tiene el Gobierno están señaladas, gobernar y administrar el país, no hay un catálogo de lo que puede y no puede hacer, pero siempre dentro de sus atribuciones está la de poder crear comisiones prelegislativas o comisiones para estudiar algún asunto de distinta naturaleza”.
En esa línea, mencionó que “actualmente existe la Comisión de Probidad, la última que se creó, destinada a ver modificaciones, de cómo mejorar la administración del Estado y la relación que tienen los ministerios con las fundaciones por el tema del Caso Convenios, pero desde el retorno a la democracia han existido muchísimas comisiones y en ninguna que yo recuerde ha habido tanta oposición como a la de la Comisión contra la Desinformación”.
Mientras, sobre los argumentos que apuntan a que la comisión supondría un eventual atentado contra la libertad de expresión, el también doctor en Derecho comentó que “el concepto de desinformación se utiliza muchas veces como una herramienta política, desinformación es lo que dice mi rival, el ‘diputado tanto’ está desinformando, pero el término de desinformación tiene una definición, un alcance y obviamente tiene límites”.
Anguita explicó que “uno no puede decir que desinforma el que no piensa como uno, en el campo del ejercicio de la libertad de expresión hay una dimensión súper importante, que es la libertad de información y la libertad de opinión. Como se sabe, y eso siempre se pasa en las escuelas de Periodismo, las opiniones son libres y los hechos son sagrados”.
“Cuando uno dice ‘mira este gobierno no me gusta’ y no dice nada más, la verdad es que no está sujeto a ningún criterio de verdad, porque es una opinión subjetiva. Entonces, lo que es propiamente desinformación es otra cosa, es inventarse una noticia, que detrás de ella haya una organización con recursos económicos, tecnológicos para un propósito casi siempre político”,
Por lo mismo, remarcó que “las críticas que recibió la comisión hay algunas que son de buena fe, hay algunas que son fundadas, en otras se inventan argumentos, se recurre a criterios de impugnación (…) Pero somos los ciudadanos los que recibimos la decisión del Gobierno de crear esta comisión y cada ciudadano tendrá un juicio acerca de si esta comisión es un peligro o no para la sociedad”.
“Toda mi vida he hecho clases y me he dedicado intensamente al tema de la libertad de información y no veo ningún tipo de peligro, porque esto se va a limitar a hacer un informe sobre cómo está el fenómeno que todo el mundo sabe que hay un problema y uno de los mecanismos que han tenido los países es recurrir a la legislación, a decretos, a crear comisiones de expertos, a crear comisiones políticas, a darle a la autoridad electoral facultades para retirar algún tipo de publicidad. La menos que presenta algún grado de peligro para la libertad de expresión es la comisión de expertos”, manifestó Anguita.