En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el médico internista de la Universidad de Chile y magíster en Salud Pública, Juan Carlos Said, se refirió al nuevo fallo en contra de las isapres, que a su juicio, es un “último round y knock out” para las aseguradoras.
Said explicó que a la sentencia anterior, que obligó a las isapres a aplicar una tabla única de factores, se suma este nuevo fallo que tiene que ver con la prima de las Garantías Explícitas en Salud (GES).
“¿Y qué significa el GES? Hay 87 enfermedades que están garantizadas, que tienen un acceso universal con garantías explícitas, por ejemplo el cáncer de pulmón, la diabetes, la hipertensión, etcétera y las isapres pueden cobrar una prima por eso, que usualmente es de 0,6 UF mensuales y las pueden subir siempre y cuando se incorpore alguna enfermedad”.
Justamente, recordó Said, “a partir del año pasado se agregaron tres enfermedades más (…) lo que que les permitió subir esta prima y varias isapres aprovecharon y subieron alrededor de un 50% esta prima, entonces fue un aumento histórico en el precio del GES que les permitió de cierta forma tener dinero fresco que les permitió sobrevivir por este tiempo en medio de esta incertidumbre económica”.
De acuerdo al magíster en Salud Pública, esta alza en el precio GES, fue un “salvavidas” para el sistema, que, sin embargo, ahora recibe un nuevo golpe.
“Al parecer, la Corte Suprema limitaría esas alzas y eso efectivamente deja a las isapres en una situación muy complicada, porque tendrían que pagar los montos asociados al ajuste de la tabla de factores de riesgo a la baja y probablemente hacer devoluciones asociadas al GES”.
Pese a que reconoció la actual posición de desventaja de las isapres, Said advirtió que “aquí el problema no es la Corte Suprema, sino la estructura del sistema. La Corte Suprema lo único que ha hecho ha sido desnudar una falencia estructural del sistema de isapres, que durante mucho tiempo se sustentó en dos cosas: la posibilidad de discriminar a pacientes, dejar afuera a los enfermos y seleccionar a los pacientes sanos, hombres jóvenes fundamentalmente y al mismo tiempo la posibilidad de subir constantemente el precio de los planes”.
En ese contexto, Said aseguró que lo más adecuado es “reformar el sistema de financiamiento y crear un aseguramiento basal que no sea discriminatorio”.
“Debemos crear un seguro universal de salud que permita atención en una red integrada público privada y que esté pensada para la enfermedad, no solamente para seleccionar a los pacientes sanos, sino para que cuando el paciente más lo necesita, ahí esté el seguro”.
En todo caso, el especialista señaló que el cambio de un sistema de salud con múltiples seguros privados a uno con un seguro único no puede ser brusco. “La quiebra del sistema de isapres no es buena para el país, pero eso no significa que hay que salvarlas ni tampoco hay que dejarlas caer bruscamente”, ponderó el especialista.