El Presidente de la República, Gabriel Boric, afirmó que “ninguna crisis, ninguna diferencia por más grande que sea, justifica violentar la democracia y violar los derechos humanos. No pedimos tanto, pero no pedimos menos”.
En el marco de la ceremonia de conmemoración de las jornadas de protestas realizadas entre mayo y agosto de 1983 contra la dictadura de Pinochet, realizada en el Museo de la Memoria, el Mandatario criticó a quienes hoy, incluso parlamentarios, reivindican el golpe de Estado civil-militar.
Boric destacó la lucha de quienes desde el primer momento enfrentaron desde la resistencia al régimen. “La gran lección de todos esos años es la fuerza que logra la organización social cuando anteponemos la unidad a nuestras pequeñas diferencias. Y cuando esa unidad la pegamos no sólo con consignas, sino con fraternidad, con determinación, con cariño, una unidad que hoy necesitamos más que nunca”, expresó.
En ese sentido destacó la necesidad de “construir la unidad política y social del pueblo”, como lo dijo “Radomiro Tomic en su momento, lo interpretara Salvador Allende y lo recordara también la presidenta Michelle Bachelet en El Bosque” y agregó que “esa unidad política se construye estando y conversando con el pueblo”.
En esa línea criticó a los “analistos” que dicen que hablar directamente con el pueblo le quita dignidad al cargo de Presidente de la República.
“Yo les digo que desde mi perspectiva están totalmente equivocados y como yo entiendo el ejercicio de este cargo, es justamente compartiendo, en las buenas y en las malas, escuchando las críticas, los sueños, las angustias y la esperanza del pueblo al que nos debemos y eso nos vamos a dejar de hacerlo”, puntualizó.
Boric afirmó que cuando faltan pocas semanas para conmemorar los 50 años del golpe civil militar en Chile, “tenemos el desafío dejar testimonio de qué es lo que hemos aprendido de esa experiencia, en un momento donde hay quienes abiertamente, parlamentarios incluso, reivindican el golpe que desde el minuto cero fue crimen, felonía y vergüenza, desde el minuto cero. No es separable el golpe de Estado de las violaciones a los derechos humanos, van totalmente de la mano y por eso hoy día lamento que haya quienes públicamente estén reivindicando acciones como las que se vivieron hace 50 años”.
Asimismo, afirmó que el pasado no se puede modificar, “pero sí podemos aprender de él y que en el caso del movimiento sindical chileno podemos inspirarnos y aprender para las nuevas batallas que tenemos que dar. Vamos a crecer si como sociedad somos capaces de concordar algo mínimo, que ninguna diferencia, que ninguna crisis por más grande que sea, justifica violentar la democracia y violar los derechos humanos de quienes piensan distinto”.
El Mandatario afirmó que “la historia de la lucha contra la dictadura parte ese mismo día 11 de septiembre, las imágenes de los edificios aledaños a La Moneda y la resistencia comenzó de inmediato. Pero sin lugar a dudas, un punto de inflexión fue el 11 de mayo de 1983 con esa exitosa protesta nacional convocada por la CTC presidida a los 29 años por Rodolfo Seguel”.
El Presidente afirmó que esto “habla de la valentía de una generación que hasta el día de hoy nos sigue marcando, fue un parteaguas entre un pueblo que había sido masacrado, humillado, en algunos casos horrorizado por lo terrible de la dictadura, pero que decide sacudirse el miedo, ponerse de pie e iniciar el largo camino de recuperación de la democracia. Esa protesta social abrió un ciclo de movilizaciones y por medio de esa jornada de protesta nacional, el pueblo chileno expresó de forma heroica su voluntad de poner fin al régimen del terror, de pasar de ser víctimas, a ciudadanos activos y protagonistas del cambio social”.
Boric también recordó que la dictadura respondió con 19 mil soldados a la calle en todo el país, asesinaron a “29 compatriotas la mayoría pobladores, humildes, más de mil personas fueron detenidas, maltratadas, en algunos casos torturados. Por lo tanto, nuestros recuerdos para todos quienes se movilizaron por pan, trabajo, justicia y libertad en esos días”.
El mandatario reinvindicó la lucha de un puñado de dirigentes y dirigentas a las que se sumó un pueblo valiente, entre ellos mencionó a Seguel, presente en la ceremonia, Manuel Bustos, Clotario Blest, Héctor Cuevas, María Rozas, Tucapel Jimenez, José Ruiz de Giorgio, Moises Labraña, Carlos Mladinic, entre otros. Y afirmó que “esta historia se enseñe con todos sus puntos de vista, no se trata de hacer adoctrinamiento”.