En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el abogado experto en derecho constitucional y riesgo político de Guatemala, Edgar Ortiz, abordó la coyuntura en que Bernardo Arévalo asumió la presidencia del país centroamericano este fin de semana.
El socialdemócrata irrumpió en los comicios presidenciales con una sorpresiva victoria en primera vuelta, donde obtuvo el 11,8 por ciento de los votos detrás de la candidata Sandra Torres del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
Su paso a segunda vuelta estuvo marcada por acusaciones de irregularidades en los votos e intentos del Ministerio Público por inhabilitar al partido político de Arévalo, el Movimiento Semilla.
Pese a los intentos por impedir su toma de posesión, este domingo Arévalo asumió la presidencia de Guatemala tras una jornada crítica en el Congreso Nacional, donde la comisión revisora de credenciales de los diputados electos y reelectos extendió el proceso, y por tanto, también la transmisión de mando.
Para el académico, “Bernardo Arévalo asume la presidencia en una ruina institucional. Después de 2019, cuando termina el mandato de una comisión anticorrupción de Naciones Unidas en Guatemala, empieza un proceso de retroceso democrático mediante el cual la coalición que gobernó, durante unos ocho años anteriores, se dedicó a atacar opositores, a atacar fiscales y jueces anticorrupción”.
“Tenemos más de 40 ex funcionarios anticorrupción en el exilio, tenemos decenas de periodistas también, a uno muy notable en prisión por cargos bastante cuestionables. En resumen, ha habido una ola autoritaria muy complicada en estos años”, añadió.
En esa línea, el experto en derecho constitucional apuntó a que la coalición gobernante, el partido conservador Vamos, realizó un “error de cálculo” dado que “intentó diseñar una elección en la que excluía a los rivales que pensaba podían ganar en las elecciones. Nunca imaginaron que Arévalo podía llegar a ser ganador“.
“Y desde el momento que él pasa segunda vuelta, pues entra en crisis esa coalición autoritaria y ahora Arévalo gobernará con la posibilidad de reparar el daño que ha hecho esta coalición durante estos años”, afirmó.
En relación al rol que ha cumplido la Fiscalía General del Ministerio Público, afirmó que ha sido la pieza número uno de la represión utilizada para perseguir a periodistas y exfuncionarios, además apeló a que la fiscal general Consuelo Porras se encuentra sancionada por Estados Unidos como un actor antidemócratico.
“La fiscal general es inamovible, tiene dos años más de cargo y desde el momento que Arévalo pasa a segunda vuelta intentan dar un golpe de Estado. La Fiscalía monta un caso criminal mediante el cual pretendía, primero, que el partido no pudiese participar en la segunda vuelta y, luego, ya que gana la presidencia intentaron hasta el último momento evitar su toma de posesión instrumentalizando la justicia”, apuntó.
Cabe destacar que Ortiz accionó, junto a un grupo de abogados, un proceso de defensa presentando un amparo para garantizar la investidura de Arévalo ante la Corte de la Constitucionalidad (CC), que fue adoptado por el máximo tribunal el 14 de diciembre, lo que puso un “punto final” a las acciones del Ministerio Público.
No obstante, el académico señaló que “la Fiscalía va a ser un un problema grande, no solo para Arévalo, yo diría para la democracia y la institucionalidad. Es insostenible una Fiscalía que ha tomado esta actitud, que ha intentado dar un golpe de estado y romper la institucionalidad”.
“Habrá que ver ya en la práctica cómo Arévalo logra navegar esas aguas tan complejas con una Fiscalía que le será hostil”, advirtió.
En los tensos meses previos a la transmisión de mando, la comunidad internacional se mantuvo presionando para que la toma de posesión se realizara. Fue el caso del Presidente Gabriel Boric, quién asistió a la transmisión afirmando que “quería dar una señal de apoyo concreto”.
Ortiz sostuvo que este respaldo fue importante para que el cambio de mando ocurriese. “Francamente, jamás había visto unanimidad tan grande como en el caso guatemalteco”, dijo.