La idea de un proyecto de ley expuesta por parlamentarios de Renovación Nacional, rebrotó la polémica por el cargo de primera dama que dejó vacío Irina Karamanos en 2022. La iniciativa que se presentaría en marzo al Parlamento propone restituir el título, lo que la ex pareja del Presidente Gabriel Boric calificó en entrevista con El Mercurio, como un intento “oportunista” tras la muerte del expresidente Piñera y en torno al desempeño de su esposa, Cecilia Morel.
Entre quienes respaldan la iniciativa está el diputado RN, Diego Shalper, quien aseguró que “Chile es un país pro-familia, cosa que demuestran las encuestas de manera sistemática y constante en el tiempo. Cuando decimos que hay que organizar el tema, es que por cierto debe ser en la medida que la persona quiera; que haya cierta estabilidad; y que se refiera a emprender ciertas tareas de representación y de interacción con la ciudadanía”.
La socióloga, magíster en Estudios Género y Cultura y profesora de Bing Overseas Program Universidad de Stanford Santiago de Chile, Claudia Dides, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, lamentó que no se sometiera esta decisión a debate público ni a una consulta ciudadana.
“En Chile no se puede legislar a partir de la casuística, el cariño expresado hacia una exprimera dama (Morel) no significa que tenga que volver el cargo, a lo mejor puede haber una reforma a cómo lo dejó Karamanos, pero sin consulta a las mujeres chilenas respecto al significado que tiene esta figura, no se pueden hacer cambios”, indicó.
Por su parte, la coordinadora académica de la Cátedra Amanda Labarca de la Universidad de Chile, Roxana Pey, opinó que no corresponde aprovechar las condolencias para retroceder a una figura -a su juicio- anacrónica y circunstancial, ya que estarían involucradas tareas del Estado que deben ser cubiertas tal y como se ha hecho al derivarlas a otros ministerios.
“Nos vamos a encontrar en el presente y el futuro con personas que ejerzan el cargo de presidencia y que pueden tener distintas formas familiares, entonces no funciona el atribuir funciones fundamentales a una rígida forma como la tenía ese llamado rol de primera dama, con asuntos sociales y culturales”, reprochó.
Pey recapituló momentos en que el puesto tuvo otras características desde el aprovechamiento hasta su inexistencia. “Hay de todo. Lucía Hiriart usó su cargo de primera dama de una manera dictatorial y en el pasado ha habido gobiernos sin esa figura como el de Michelle Bachelet, por lo que creo que es muy oportuno haberlo modernizado”, afirmó.
También sostuvo que el aprecio a la esposa del ex presidente Piñera, desde su punto de vista con un comportamiento siempre prudente, “no significa un aprecio a la institucionalidad. Dicho apoyo popular más podría ser una carta presidencial o parlamentaria para su sector”, planteó.
En cuanto a priorizar el sacar el nepotismo de la institucionalidad política, como fue expuesto ahora último por la ex coordinadora sociocultural de la Presidencia, la doctora en Ciencias coincidió en la importancia de dejar de achicar el Estado y volverlo “robusto, serio, sin nepotismo, con personas calificadas”, en efecto, que los familiares asistan a contextos protocolares pero que al igual que en otras partes del mundo ,”no estén a cargo de una especie de ministerio encubierto”.
Recordemos que Irina Karamanos, desde el inicio de la administración Boric, se resistió a asumir el cargo y se propuso su eliminación, por considerar inadecuado que la pareja de una autoridad política tuviera por ese solo hecho la responsabilidad de un grupo de fundaciones del Estado. Un primer paso fue el reemplazo al nombre de “coordinación sociocultural”, antes de que finalizara sus funciones el 31 de diciembre de 2022 con el traspaso de sus fundaciones a ministerios sectoriales.