Guterres tiene previsto reafirmar su llamado a una tregua humanitaria, pese a que la presión internacional no ha disuadido a Israel de su ofensiva en Rafah, donde se viven hacinados cientos de miles de desplazados por la guerra.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu insistió en la ofensiva a pesar de las advertencias de que la invasión causaría muertes masivas de civiles y agravará la crisis humanitaria.
“Espero hacerlo con apoyo de Estados Unidos, pero si es necesario, lo haremos solos“, afirmó Netanyahu el viernes durante la visita del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.
La comunidad internacional intenta un cese de los combates que han dejado 32.070 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud de este territorio palestino, gobernado por Hamás, en un momento en que los expertos advierten que la población está al borde de una hambruna.
El Ministerio de Salud de Gaza reportó en la madrugada 67 muertos durante la noche.
“Esta es una catástrofe provocada por el hombre”, escribió en X el jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini. Agregó que la única solución es un alto el fuego e “inundar Gaza con comida e insumos esenciales”.
Pero el último intento del Consejo de Seguridad de la ONU por alcanzar una tregua “inmediata” fracasó el viernes cuando China y Rusia vetaron una propuesta estadounidense que los gobiernos árabes consideraron demasiado débil.
Un nuevo texto será votado el lunes en el Consejo de Seguridad, indicaron fuentes diplomáticas.
En tanto, la violencia continuó en el territorio palestino, en especial alrededor del complejo hospitalario de Al Shifa, donde las fuerzas israelíes aseguraron que mataron a más de 150 combatientes y arrestaron a cientos de sospechosos.
En un funeral el viernes en Jan Yunis, los asistentes relataron el dolor de las pérdidas que se suceden. “Todos los días lloramos a un ser querido”, declaró Turkiya Barbaj en el funeral.
“Al inicio de la guerra perdí a mi sobrino y ahora a mi hermana, su esposo y sus hijos. Casi toda la familia ha perecido”, lamentó. “¿Cuánto tiempo más tendremos que soportar esto?”.
Derrotar a Hamás
Guterres tiene previsto encontrarse el sábado con trabajadores humanitarios en el lado egipcio de la frontera con Rafah, la localidad donde se refugian cerca de 1,5 millones de palestinos.
El destino de Rafah concentró los desacuerdos entre Netanyahu y Blinken durante su reunión el viernes en Tel Aviv.
“No tenemos cómo vencer a Hamás sin entrar en Rafah y eliminar los batallones que quedan allí”, afirmó Netanyahu.
Blinken replicó posteriormente que una invasión de Rafah “no es la forma de lograrlo”. El secretario de Estado afirma que su país “comparte el objetivo” de derrotar a Hamás.
“La próxima semana me reuniré de nuevo con autoridades israelíes en Washington para discutir una forma diferente de alcanzar ese objetivo”, agregó.
En un reflejo de las crecientes tensiones entre Estados Unidos e Israel, el gobierno de Netanyahu anunció la confiscación de 800 hectáreas en Cisjordania ocupada, condiciendo con la visita de Blinken.
Varios gobiernos israelíes han acelerado la expansión de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este, considerados ilegales bajo el derecho internacional.
La organización israelí Paz Ahora aseguró que la incautación anunciada el viernes es la más grande desde los Acuerdos de Oslo entre Israel y los palestinos en la década de 1990.
El propio Blinken ha criticado la expansión de la colonización como algo “contraproducente de cara a alcanzar una paz duradera” con los palestinos.
Hambre y guerra
La guerra comenzó con los ataques de Hamás del 7 de octubre que dejaron unos 1.160 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes.
Los combatientes tomaron también 250 rehenes, de los cuales Israel cree que unos 130 siguen en Gaza, incluyendo 33 que habrían muerto.
Israel impuso un bloqueo casi total en Gaza, lo que restringe el flujo de ayuda humanitaria que en su mayoría proviene de Egipto.
Según la ONU, estos controles redujeron la ayuda al mínimo.
“Antes del 7 de octubre ingresaban a Gaza todos los días un promedio de 500 a 700 camiones. Hoy día, el promedio es de apenas 150″, indicó Lazzarini.
A diario se han emitido alertas de hambruna, y el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, acusó esta semana a Israel de librar la guerra de manera que “podría ser equivalente al uso de la hambruna como método de guerra”.
Israel rechazó la acusación.
Para aliviar la escasez, varios países han lanzado alimentos por aire y abrieron un corredor marítimo de Chipre a Gaza, pero la ayuda es insuficiente para los 2,4 millones de habitantes del territorio palestino.