El clima de tensión continúa y se agrava en el Medio Oriente luego de que este sábado, en medio del conflicto entre Israel y Palestina, Irán haya realizado un bombardeo con drones, acción que no ha dejado muertes debido a que los misiles fueron interceptados, según Israel, con ayuda de Estados Unidos.
Sobre esta situación que ha generado preocupación mundial se refirió en conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, el analista internacional Raúl Sohr, quien explicó parte de la respuesta que ha dado el gobierno iraní sobre esta acción, luego del ataque previo a su consulado en Damasco, el cual dejó siete fallecidos pertenecientes a la Guardia Revolucionaria.
“Fue una respuesta comedida, de ajedrecista, es decir absolutamente calculada para señalar el punto que ellos querían hacer, de que no se iban a dejar agredir, pero no provocar una respuesta de Israel. Y el hecho que no se hayan comunicado muertes durante el ataque, un ataque tan masivo, demuestra que fue realmente realizado con pinzas”, explicó Sohr.
Como se sabe, en el comunicado presentado este domingo por el presidente iraní, Ebrahim Raisi, la advertencia para los países aliados de Israel es a no responder dado que se trata de una acción “responsable y proporcionada por parte de la República Islámica”, esto invocando a la legítima defensa. Por su parte, explica Sohr, Estados Unidos ha mantenido una postura similar frente al ataque.
“Era evidente que Estados Unidos sabía al detalle lo que venía, al punto que el presidente Biden suspendió su fin de semana y volvió a la Casa Blanca para estar al tanto al minuto de lo que estaba ocurriendo, pero Estados Unidos le advirtió a Israel que mantuviese una actitud moderada y que no interviniese, que después del ataque no realizara un contraataque y ése es un tema que está pendiente”, dijo.
Sobre el debate que actualmente existe en Israel por una eventual respuesta, el cual ha llevado al ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha declarar que el evento “no ha terminado todavía”, el analista advierte algunos aspectos a considerar: el tema simbólico por un lado, dado que se trata de un ataque sin precedentes por parte de Irán; y por el otro, el cansancio del ejército israelí, integrado en su mayoría por reservistas, luego de seis meses de ataques en Gaza.
De todos modos, señala Sohr, “es un tema de interpretación. Incluso hay quienes dicen que no responder sería una muestra de fortaleza en el sentido de que Israel se siente tan segura de sus capacidades, especialmente después del éxito notable de sus sistemas defensivos como el domo de hierro, los cuales pudieron interceptar la absoluta mayoría de cohetes y misiles lanzados en su contra, que con ello ya podrían darse por satisfechos y cerrar el pleito”.
Asimismo, pese a la tensión que deja este ataque, Sohr no vaticina una escalada del conflicto “porque ninguno de los dos bandos tienen interés. Ambos tienen profundas dificultades domésticas. En el caso iraní, el régimen clerical ha tenido enormes protestas sociales y está en una situación económicamente compleja. Y en el caso de Israel, sabemos que Netanyahu está con cuotas de popularidad bajísimas y que hay mucha gente que exige que se convoque a una elección general”.
“Ahora, esto puede tener dos lecturas, muchas veces cuando un régimen está débil, recurre a una agresión externa para consolidarse y despertar el espíritu patriótico y en otros casos, si no dan las condiciones, tienen que inhibirse y aceptar la realidad como es”, sentenció.