La asociación gremial Clínicas de Chile se refirió en el día de hoy a la presunta colusión del gas industrial y medicinal de las compañías Indura y Linde a través de un comunicado.
El hecho quedó al descubierto a comienzos de mayo cuando El Mercurio consignó que ofertas de hasta un 41% más caras en licitaciones del ámbito hospitalario se habrían desarrollado durante la operación de un cartel integrado por las empresas extranjeras Indura y Linde en Chile, en el periodo que va desde noviembre de 2019 a enero de 2021.
Así se habría reflejado en el concurso de suministro de gases medicinales del Hospital Félix Bulnes, como resultado de un “acuerdo de caballeros” entre los ex gerentes generales de las compañías Marcelo Torres (Indura) y Sergio Novelli (Linde), para mantener sus clientes y elevar el precio de sus contratos.
“En caso de acreditarse ante la autoridad competente, los hechos expuestos revisten la máxima gravedad, y significarán un daño inconmensurable y directo a los miles de pacientes que atendemos día a día, en particular, a aquellos que presentan condiciones de mayor urgencia y gravedad”, parte el comunicado de Clínicas de Chile, que agrupa a más de 40 prestadores de salud privados de Santiago y regiones.
“Los gases de uso medicinal, en particular el oxígeno, son un insumo fundamental para nuestros establecimientos en la atención de pacientes, sobre todo, aquellos en estado crítico o con complicaciones respiratorias. Por ello, cualquier situación que se traduzca en condiciones distorsionadas o un acceso limitado a estos recursos, significan un atentado directo a la salud de las personas”, agrega la declaración.
“Existe un número muy limitado de proveedores, lo que nos dificulta como clínicas buscar dichos insumos esenciales en un mercado más amplio. Como asociación gremial, y en nombre de cada una de las instituciones que forman parte de nuestro organismo, estamos a disposición de todos los organismos y autoridades competentes para colaborar”, continúa el comunicado.
“Se trata de una situación que nos afecta directamente ya que tiene un impacto directo en la atención de salud que brindamos diariamente a las personas”, finaliza la declaración.
Antecedentes
La presunta colusión de gases industriales y medicinales es una de las tantas evidencias que maneja la Fiscalía Nacional Económica (FNE), contenidas en un requerimiento ingresado ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), donde denuncia una colusión en dicho mercado.
Los gases de tipo industrial, por ejemplo, se ocupan en la industria de alimentos para la producción de aceite comestible; en el sector metalúrgico, química de acero y químicos, en la fabricación de metales; y en la industria de la celulosa es utilizado para la producción y blanqueamiento de papel.
En el área de la medicina, el oxígeno se utiliza para el tratamiento o prevención de insuficiencia en oxígenos en la sangre (hipoxia e hipoxemia); entre otros, el hidrógeno líquido médico sirve para congelar y destruir tejidos muertos (por ejemplo, para la reducción de verrugas, lunares y algunos cánceres a la piel).
Este es un mercado que la FNE volvió a poner bajo fiscalización. En 2005, acuso a cuatro empresas por incurrir en “actuaciones concertadas con el propósito de restringir la competencia y de discriminar a sus clientes, particularmente hospitales públicos”, entre los años 2001 y 2004.
Entre las compañías acusadas estaban Indura S.A., AGA S.A. (que ahora es Linde), Praxair Chile (en 2018 se fusionó con Linde) y Air Liquide. En la ocasión, la FNE calculó que este mercado de gases industriales representaba US$ 95 millones al año. Sin embargo, en la industria aseguran que las ventas al 2021 se elevaron a US$ 200 millones.