Director de DDHH de Cancillería por expropiación de Colonia Dignidad: "Es muy difícil que una definición así satisfaga a todos"

Tomás Pascual respondió a las organizaciones que criticaron la cantidad de hectáreas que se expropiaran. El plan original de seis edificios, "no quiere decir que el resto de lo declarado monumento, no sea parte del sitio el día de mañana", dijo.

Tomás Pascual respondió a las organizaciones que criticaron la cantidad de hectáreas que se expropiaran. El plan original de seis edificios, "no quiere decir que el resto de lo declarado monumento, no sea parte del sitio el día de mañana", dijo.

Expectación y también dudas generó el anuncio del Presidente Gabriel Boric de que se expropiarán parte de los terrenos de Colonia Dignidad.

Pese a que se trató de una buena noticia para los familiares de quienes sufrieron violaciones a los derechos humanos en el enclave alemán, organizaciones por la memoria también han levantado diversos cuestionamientos. Desde críticas a la cantidad de hectáreas que serán expropiadas, hasta los posibles beneficios económicos que podrían recibir los hijos de los exjerarcas, a cambio de la expropiación.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Tomás Pascual, director de Derechos Humanos de Cancillería e integrante de la Comisión Mixta chileno-alemana que trabaja hace años para materializar un sitio de memoria en Colonia Dignidad, aseguró que el plan de expropiar un total de seis edificios podría cambiar.

Aunque reconoció que el proceso ahora está liderado por otras carteras, entre ellas el Ministerio de Justicia, Pascual también señaló que “se harán todos los esfuerzos” para no beneficiar a quienes se involucraron en violaciones a los derechos humanos.

¿Cómo fue que se tomó la decisión de expropiar parte de los territorios de Colonia Dignidad? ¿Es efectivo, como señaló esta semana el Presidente, que el canciller de Alemania, Olaf Scholz, lo instigó?

Desde el año 2017 a través de un Memorándum de Entendimiento entre Chile y Alemania, se estableció esta Comisión Mixta chileno-alemana para abordar la memoria histórica de la Colonia Dignidad, que tiene entre sus ejes de trabajo el establecimiento de un sitio de memoria y de un archivo documental. En ese sentido, desde el año 2017 hasta la fecha, esta Comisión Mixta ha funcionado con diversas integraciones, en función de las representaciones que tiene cada uno de los estados, pero lo cierto que ha sesionado en trece oportunidades y en esta trece sesiones se han ido definiendo determinados elementos para que Alemania contribuya a lo que Chile tiene que hacer en materia de memoria.

Lo cierto es que este trabajo ha sido, evidentemente, como cualquier trabajo de esta naturaleza, un poco más lento de lo esperado, pero se han ido estableciendo determinados avances. Uno bien sustantivo fue que el año 2019, cuando se encargó a un grupo de expertos chilenos y alemanes la elaboración de un concepto de memoria. Eso tuvo lugar entre los años 2019 y 2021. Los expertos entregaron un documento, un concepto de memoria donde de alguna se dan algunas orientaciones y pautas a efectos de poder determinar qué definición se iba a tomar con el establecimiento del sitio de memoria. Finalmente, el Presidente determinó que fuera en la misma Colonia Dignidad, en los inmuebles emblemáticos, que están recogidos en este concepto de memoria. Esa definición se adoptó durante el mes de mayo y el Presidente lo anunció en la cuenta pública.

La verdad es que en la visita del canciller Scholz a nuestro país en enero del 2023, él ya manifestó que Alemania estaba disponible para poder contribuir a lo que determinará Chile respecto de Colonia Dignidad. Lo que el canciller alemán señaló ahí fue muy importante, porque eso ha permitido que nosotros podamos definir determinadas propuestas que Alemania va a poder apoyar, en la labor que está haciendo Chile en la materia. Esto supone no solo el sitio de memoria, sino también el establecimiento de un archivo documental para lo cual se necesita todo un trabajo previo.

Respecto a los lugares que se van a expropiar, se está hablando de un total de seis edificios al interior de Colonia Dignidad. ¿Definitivamente van a ser aquellos o hay posibilidad de que sean más?

Esa es una definición un poquito más técnica que escapa un poco a la labor de la Cancillería y es parte del trabajo que ha iniciado ahora el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, pero efectivamente son seis lugares: la casa de Paul Shaffer, el restaurante, el edificio de la administración, la bodega de papas, el hospital y la portería. Sin embargo, el alcance de lo que quedará en cada uno de estos lugares, cómo se habilitará, si es que hay que ampliarlo o no, van a ser definiciones que se van a tomar muy probablemente en el marco de esta entidad conducida por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, con la participación de otros servicios competentes en la materia como Patrimonio, eventualmente el Ministerio de Vivienda, expertos y la participación de la sociedad civil en esto. Hoy día no me atrevería a aventurar de si esto no va a cambiar o va a cambiar en tal o cual dirección. Eso es lo que está en este momento y esa definición se tomó a partir del concepto del sitio de memoria que elaboraron los expertos y que de alguna manera identifica lugares emblemáticos.

¿Y por qué los expertos se decantan por estos seis lugares y no optan por lo que señalan las organizaciones, de incluir a todo el perímetro que es parte del Monumento Nacional?

No es que los expertos decidan lo que definitivamente el Estado lleva adelante, sino que proponen, en este concepto de memoria, una serie de inmuebles icónicos. La verdad es que esto es un primer paso que está dando el Estado de Chile en orden a poder establecer ahí un sitio de memoria. En la declaratoria de monumento histórico son 183 hectáreas, en su gran mayoría son zonas rurales, agrícolas, que no tienen edificaciones y por lo tanto, el primer paso que da el Estado lo circunscribe al ámbito, dónde están alojados estos lugares emblemáticos. Eso no quiere decir que el resto de lo declarado monumento no sea parte del sitio de memoria el día de mañana, pero había que partir por algo y se partió por esto.

Fuera del tema de los lugares que se expropiaran, otro asunto que ha sido comentado estos días es el de los recursos, a quién se le va a pagar por la expropiación. Las organizaciones tienen problema con que esto beneficie a los hijos de los exjerarcas y el mismo Presidente Boric dijo que él quiere evitar eso. ¿Cómo se pretende lidiar con la situación?

Yo creo que todos deseamos que los dineros finalmente se repartan o permitan la reparación de quienes fueron víctimas. Probablemente nadie desea que los dineros vayan a parar a manos de personas que estuvieron involucradas en crímenes. Ese es un deseo que yo creo que es compartido, el Presidente lo señaló claramente, el ministro de Justicia también se refirió a esta materia, pero ambos dijeron que tenemos una norma que rige los procedimientos de expropiación y el Estado no puede saltarse las normas.

En ese entendido, se harán todos los esfuerzos para que ese deseo que señaló el Presidente y que es compartido por las organizaciones de la sociedad civil, se cumpla, sin embargo, la regla que establece el proceso de expropiación en Chile y en cualquier parte del mundo, es que si uno expropia tiene que pagarle a quién tiene inscrito el dominio en el Conservador de Bienes Raíces y eso no se puede modificar, así que habrá que encontrar la manera de que ese deseo se trate de materializar.

Este trabajo que se inicia con este oficio del Ministro de Justicia y esta definición del Presidente no es algo corto, es largo, justamente porque ahí además habitan personas, hay distintos intereses, hay víctimas de distinta naturaleza, que obviamente comparten situaciones muy distintas unas de otras. Es un proceso que va a tener que ir definiendo estas y otras cosas y que se tratará de llevar adelante con una activa participación de las organizaciones de víctimas, también con las aproximaciones de los expertos y las definiciones del Estado. Es muy difícil que una definición de esta naturaleza satisfaga a todos, pero hay que tratar de encontrar un punto que sea lo más coherente posible con la política de memoria que está intentando llevar adelante el Estado.

Justamente, respecto a las víctimas. ¿Cómo se puede responder a las críticas de las organizaciones, de que faltó participación en la Comisión Mixta? ¿Desde el Gobierno ya se está pensando en cómo se les va a incorporar en el proceso que viene?

Desde que asumí esta función y esta posición en la Comisión Mixta el 2022, he tenido conocimiento de ese malestar y por lo mismo, durante estos dos años, la comisión mixta ha hecho avances sustantivos en materia de la participación y la transparencia. Los hechos hablan por sí mismos, yo le voy a señalar lo siguiente: el año 2017 se suscribió este acuerdo entre ambos estados en donde se establecía que las actas de las sesiones iban a ser reservadas, que es algo muy común, en todo caso. Así funcionó hasta el año 2022, en que asumimos la conducción de la Comisión Mixta quienes estamos en esta administración y lo primero que hicimos fue modificar eso y las actas ahora son públicas.

Por otro lado, se incorporó a las organizaciones de la sociedad civil en la penúltima comisión mixta a través de audiencias en las que pudieran transmitir cuáles son sus inquietudes, sus malestares, sus preocupaciones, sus deseos. Todos los grupos de víctimas tuvieron espacio. Yo me he reunido, perdí la cuenta, más de seis, siete, ocho oportunidades en menos de dos años con distintas organizaciones vinculadas a la Colonia Dignidad, de modo que más allá de entrar en una discusión respecto de la falta de transparencia, yo creo que en estos dos años se ha avanzado muchísimo en eso, como no se avanzó en todo el período anterior, pero eso no quiere decir que sea suficiente.

El Estado debería seguir en esa línea, pero me parece que aquí, al menos respecto a lo que nosotros hemos realizado, hay una apertura, una mayor transparencia, un mayor diálogo como no ha habido nunca. Más bien me quedaría con eso. Para adelante vamos a tener que seguir trabajando y la participación de las organizaciones de víctimas es fundamental, porque en Chile las organizaciones de la sociedad civil y las agrupaciones han sido quiénes han sostenido las políticas de memoria, dada la inexistencia de una política de memoria institucionalizada en nuestro país. Van a tener, estoy seguro de eso, un lugar central, sin embargo la Comisión Mixta es una instancia totalmente distinta a la definición propiamente tal del sitio de memoria.

¿Pero ve posibilidad de que ahora las víctimas se involucren en el proceso de construcción del sitio de memoria? ¿Que tal vez se pueda escuchar esta solicitud de que la expropiación sea para todo el perímetro que es Monumento Nacional?

Yo hablo desde lo que ha sido mi intervención en la Comisión Mixta, pero yo estoy seguro y el ministro lo ha dicho así, que viene un proceso en donde evidentemente la participación de las organizaciones va a estar resguardada y ellas van a poder hacer presente todas sus inquietudes y su anhelos respecto a cómo desean que sea un sitio de memoria. Finalmente, el sitio de memoria responde, en la mayoría de los casos, a las víctimas vinculadas a ese lugar. Hacer algo que no considere a las víctimas parece no tener mucho sentido.





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