La maternidad es una experiencia compleja y multifacética que implica no sólo el proceso de gestación y nacimiento de un hijo, sino también el cuidado y la crianza del mismo. Este rol puede ser desempeñado por mujeres biológicas, madres adoptivas o cualquier figura que asuma la responsabilidad maternal en la vida de un niño.
Según un artículo llamado “Salud mental en madres en el periodo perinatal” publicado por Scielo, concluye que, durante el periodo perinatal se identificó una prevalencia entre 41,3% y 44,3% de sintomatología ansiosa elevada y de 13,9% a 20,9% para los síntomas elevados de depresión. Se destaca la relevancia del apoyo percibido, nivel educacional materno y antecedentes de aborto espontáneo, para la salud mental de la mujer durante la transición a la maternidad. Es decir, las mamás durante este periodo ven afectado su bienestar por ansiedad y síntomas de depresión.
Y es que es una etapa de transformación emocional, física y sicológica profunda, en donde la madre pasa por distintas etapas y cada una tiene su nivel de complejidad. Desde que recibes la noticia que estás embarazada, el parto y postparto. Procesos en donde una mujer debe batallar con quien fue y aprender a conocerse nuevamente, con una nueva responsabilidad y con todos los cambios que conlleva.
El mismo artículo antes mencionado desglosa que “durante el embarazo, los cuadros depresivos tienen una prevalencia de 7 a 15% en países de ingresos altos y de 19 a 25% en países de ingresos medios y bajos. En el postparto, esta prevalencia se aproxima al 10% en países de ingresos altos y al 20% en países de ingresos medios y bajos. En Chile, estudios tempranos indican que la prevalencia de depresión a las ocho semanas postparto es de 20,5%, mientras que un 41,3% de las mujeres presentaría sintomatología depresiva y/o ansiosa entre los 2 y 3 meses posparto”.
Esto nos lleva a la pregunta ¿qué espacios o plataformas existen para tratar esta problemática? O ¿de qué forma tanto privados, instituciones o el mismo Estado se hacen parte de este dolor que afecta a miles de mujeres todos los años? ¿qué nutrientes son clave para prevenir la depresión post parto?
Otro artículo llamado “Ácidos grasos omega- 3 para la prevención y tratamiento de las depresiones en el embarazo y el post parto” publicado por Scielo, menciona que la suplementación con ácidos grasos omega-3 ha demostrado ser eficaz para tratar la depresión tanto en embarazadas como en otro tipo de pacientes. Por lo tanto, es aconsejable suplementar a las embarazadas con estos ácidos grasos para prevenir y tratar las depresiones relacionadas al embarazo. Esta acción tiene las ventajas de ser inocuo durante el embarazo y la lactancia, además de traspasarse al feto durante estos períodos, permitiendo su adecuado desarrollo cerebral.
Es importante tener en cuenta que la depresión postparto tiene diversas consecuencias negativas, como conductas de riesgo en las madres, alteraciones en la interacción madre-bebé y problemas en el desarrollo cognitivo y socioemocional del niño o niña.
La maternidad es necesaria entenderla como una experiencia compleja, en donde la madre se ve expuesta a cambios positivos y negativos. Es una etapa desafiante que varía considerablemente en función de factores biológicos, emocionales, culturales y sociales. Cada forma de maternidad conlleva su propio conjunto de alegrías y dificultades, y es una parte integral y esencial del desarrollo humano y social. Debido a eso, es fundamental generar espacios de contención y de comunidad, en donde las madres se sientan acompañadas en su proceso vital y que puedan tener la opción de elegir como quieren vivir su maternidad, desde una mirada de bienestar, cuidando y por sobre todo de salud.
Catherine Puebla Rocco, especialista en Alimentación Saludable, Infantil y Maternidad All Nutrition.