Un complejo escenario político se abrió en Estados Unidos tras el debate que sostuvieron el jueves por la noche los dos principales candidatos a la presidencia: Joe Biden y Donald Trump.
Las encuestas dieron por perdedor al actual presidente y candidato del Partido Demócrata, quien no logró despejar las dudas sobre su aptitud para asumir un nuevo período a los 81 años. El representante del Partido Republicano, por su parte, apuntó al estado de salud de Biden y también a las medidas desarrolladas por éste en materia de economía y política exterior.
El académico del Instituto de Estudios Internacionales (IEI) de la Universidad de Chile, José Morandé, aseguró que el encuentro no solo dejó en evidencia “un deterioro en la persona del presidente, sino también un deterioro del sistema político”.
“El Partido Demócrata no tiene una alternativa de alternancia en el poder o de sucesión al poder al presidente actual, dadas las condiciones de deterioro que manifiesta expresamente, por lo menos en lo que se refiere a su presentación formal. Entonces, desde el punto de vista de lo que significa el debate político en la televisión norteamericana, me parece que es bastante negativo para las aspiraciones por un lado de los demócratas, y por otro, un deterioro de lo que es el sistema político y electoral norteamericano”, insistió.
En una línea similar, el académico del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago, Fernando Estenssoro, apuntó a las debilidades de cada candidato y a lo anómalo de estas elecciones presidenciales.
“Fue el debate entre un candidato que está procesado por un tribunal y por el otro lado, un señor que está en condiciones de salud complejas. Son extrañas estas circunstancias, uno espera que los presidentes sean sujetos vitales, muy informados de las temáticas más importantes de la sociedad, de lo que le preocupa a la gente, pero en un minuto el debate parecía pelea personal más que un debate presidencial”, estimó.
Asimismo, Estenssoro planteó que el debate y el actual proceso de elecciones reflejan “la decadencia de Estados Unidos como gran potencia hegemónica mundial”.
“Yo creo que Estados Unidos está en un proceso importante de declinación de su poder hegemónico, sigue siendo una potencia, pero ya no es esa mega potencia unipolar que no tenía contestación a nivel mundial”, dijo.
En cuanto a las proyecciones, los expertos coincidieron en que es muy difícil predecir lo que ocurrirá en las elecciones de octubre. Luego de su triste participación en el debate presidencial, Biden podría perder su proclamación como candidato en la próxima convención demócrata.
Desde ya suenan los nombres del gobernador del estado de Maryland, Wes Moore, de la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer o de antiguos candidatos como el secretario de Transporte, Pete Buttigie y la senadora por Minnesota, Amy Klobuchar. Incluso, no se descarta a la vicepresidenta Kamala Harris, que sin embargo, tiene bajos índices de popularidad.
“La otra posibilidad es que el Partido Demócrata siga, como hasta ahora, apoyando la candidatura Biden, asumiendo los costos que significa mantenerla en el tiempo. Lo que se mide es quién pierde menos, quién tiene menos que perder y yo creo que dentro de todo, a pesar de lo que significa la candidatura de Trump, lo antisistema que es la candidatura de Trump, pienso que pierde menos que lo que pierde la candidatura demócrata”, indicó José Morandé.