El sueldo de $17 millones de pesos de la ex ministra de Educación, Marcela Cubillos, en la Universidad San Sebastián sigue sumando reacciones de parte de las instituciones del Estado, como el Ministerio Público y la Superintendencia de Educación Superior, así como también desde el mundo político y académico.
De esa manera, redes de mujeres académicas, investigadoras y docentes universitarias emitieron una declaración pública en la que cuestionaron la exorbitante remuneración que recibió la también exdiputada y ex convencional constituyente.
“Una de las razones principales por las cuales se cuestiona el sueldo multimillonario de Cubillos es el hecho que dista tanto de la realidad académica y laboral, contradiciendo directamente los valores de mercado que ella tanto defiende”, se lee en el comunicado.
Según la Tercera Radiografía de Género del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, las mujeres académicas de la edad de Marcela Cubillos (55-70 años) ganan aproximadamente un poco más de 2 millones 500 mil pesos al mes. Suma que representa, en promedio, alrededor de 29% menos que sus pares hombres.
“En todos los otros rangos etarios, las mujeres académicas ganan un monto menor a esa suma, especialmente las que están en el rango de los 25 y 39 años de edad, quienes suelen trabajar en los sectores más precarizados de la educación superior, trabajando de manera part-time y sin contrato, como profesoras ‘taxi’”, destacaron.
A lo anterior, investigaciones sobre trayectorias y academia a nivel nacional evidencian, además, las complejidades que viven las investigadoras al interior de las universidades para navegar un sistema altamente competitivo que no sólo exige el grado académico de doctor o doctora, sino también, altos estándares de productividad científica, como, por ejemplo, ganar proyectos financiados por el sistema nacional de investigación (ANID) y publicar en revistas internacionales de impacto con revisión de pares.
De acuerdo a la red de profesionales, de manera constante -por lo menos en los últimos diez años-, “el porcentaje de mujeres en investigación, que ganan proyectos prestigiosos de investigación (como el Fondecyt regular) y que pasan a ser profesoras asociadas en sus universidades, se mantienen en aproximadamente un 30%”.
“De allí que el caso de Marcela Cubillos es particularmente paradigmático. Marcela Cubillos, sin estudios de postgrado y sin investigación (ni publicaciones científicas; no aparece en el Portal de Investigadores de ANID), ha logrado ganar casi 7 veces más lo que una académica de su edad está ganando actualmente en el sistema de educación superior chileno. Su salario es incluso más alto que el que acceden académicos de trayectorias destacadas en universidades de élite en el Norte global”, expusieron.
“Evidentemente, lo anterior genera una sensación de injusticia, rabia y de sospecha“, añadieron.
Por otro lado, las docentes manifestaron que “llama la atención la diferencia en cómo dos casos de exconstituyentes que trabajan en la universidad han sido tratadas por la institucionalidad y la prensa en Chile”.
“Mientras la Dra. Elisa Loncon fue perseguida constantemente desde el año 2021 en adelante, insistentemente presionada a mostrar sus ‘títulos’, justificar su sabático y sus publicaciones, y, en general, denunciada por la derecha por ser ‘falsa académica’; Marcela Cubillos, quién ni siquiera podría calificar como ‘académica’, no recibe crítica alguna por parte de ese mismo sector. Después de años de asedio contra la Dra. Loncón sabemos no sólo que sus títulos eran totalmente legítimos, sino además, que ella cumple con los más altos estándares que exige el trabajo académico en investigación, docencia y vinculación con el medio. La pregunta es: ¿podemos decir lo mismo de la Sra. Cubillos? ¿Quizás pertenecer a una clase alta, y tener contactos históricos con políticos ligados a la dictadura, influyan en que se le permita utilizar lugares de privilegio que a otras personas se les cuestiona?”, subrayaron.
En ese sentido, las profesionales se pusieron en el lugar de las y los investigadores de la “gran mayoría de las universidades” y, en particular, de la Universidad San Sebastián: “¿Qué pensarán (…), sobre esta situación, después de años de esfuerzo para obtener grados académicos, publicar en revistas de prestigio, postular a fondos altamente competitivos, participar activamente en la gestión institucional universitaria y sostener la enseñanza universitaria a diario? ¿No es acaso una afrenta para ellas que otra trabajadora goce de semejantes privilegios sin haber cumplido con los estándares mínimos para ser parte de la academia chilena como investigadora?”.
“¿Qué nivel de incertidumbre generan estos hechos entre los académicos de la USS, al poner en entredicho la integridad y el prestigio de su universidad? ¿Y los estudiantes y sus padres, que probablemente tuvieron que sacrificar, ahorrar y sacar créditos para pagar los estudios en una universidad privada como la USS, qué sienten al saber que su plata va a pagar sueldos millonarios? Casos como este afectan a toda una comunidad, no solo a intereses individuales como muchos pudieran pensar y como declara la propia Cubillos apelando a la ‘libertad de educación y de trabajo'”, enfatizaron.
En tanto, hicieron hincapié en que “como mujeres académicas, investigadoras y docentes universitarias, conocemos muy bien como la clase, la racialización, la etnicidad, la orientación sexual y la identidad de género, entre otros factores, se configuran a la hora de evaluar, juzgar y calificar nuestro desempeño”.
“Mientras sea muy probable que el sector político de Marcela Cubillos mire hacia el otro lado y no busque investigar en nada este asunto, nos parece del todo importante y hasta fundamental que un Chile que pretende abordar la desigualdades e instalar una cultura de probidad y transparencia investigue a fondo las acusaciones que se han vertido en su contra“, afirmaron.
Cabe mencionar que este lunes diputados del oficialismo (PC y FA) ingresaron una denuncia ante la Controlaría General de la República para que investigue y se pronuncie sobre los tratos, licitaciones y millonarias transacciones que celebró el Ministerio de Educación y la Universidad San Sebastián durante la gestión de Marcela Cubillos durante el segundo Gobierno de Sebastián Piñera.