“El momento no es oportuno“, afirmó la senadora del Partido Comunista (PC), Claudia Pascual, al explicar su voto de rechazo (el único) en la Comisión de Constitución de la Cámara Alta a la idea de legislar la reforma al sistema político, presentada por senadores del PS, PPD y Chile Vamos.
La propuesta busca abordar la fragmentación política ante la falta de consensos en el Congreso Nacional. Para ello, propone la cesación en el cargo para aquellos parlamentarios que renuncien a sus colectividades y un umbral del 5% de los votos para que los partidos puedan acceder a un escaño. En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Pascual detalló los motivos que la llevaron a rechazar la propuesta que, en esta materia, tomó la delantera en el Parlamento.
– ¿Cuál es la fundamentación detrás de su rechazo a la idea de legislar la iniciativa?
El momento no es oportuno, puesto que se está tratando de cambiar el sistema sin siquiera haber tenido una sola elección parlamentaria con voto obligatorio e inscripción automática. Por lo tanto, no sabemos el comportamiento, no hay ninguna elección que se pueda comparar efectivamente con la que va a venir en 2025.
Segundo, me parece que tanto las propuestas de los diputados como la de los senadores son propuestas que se basan en los síntomas más evidentes de un problema mucho mayor, como es el tema de la fragmentación política, que ellos lo ven como algo negativo puesto que hay muchos partidos, y a mí me llama profundamente la atención que, particularmente la moción del Senado, le echa la culpa un poco al sistema electoral proporcional.
Y digo esto porque el tema no es la cantidad de partidos, el tema también tiene que ver con la debilidad de los partidos políticos, con las ideas programáticas que muchos de ellos no tienen y que son más bien partidos que se convocan por una idea coyuntural, y que incluso pasada la elección se desarman o se quedan sin ningún representante, como es el caso del Partido de la Gente. El tema del personalismo, del individualismo, la falta de ideas colectivas, la relación Ejecutivo-Parlamento es independiente de la cantidad de partidos.
Todos estos fenómenos y muchos más, porque se vienen viendo varios de ellos desde mucho antes de la reforma del año 2015 que terminó con el sistema electoral binominal, no se resuelven con una propuesta que diga ‘federemos a los partidos’ o la propuesta que diga ‘coloquemos un umbral legal de carácter constitucional’.
– Bajo ese sentido, ¿esta propuesta tampoco sirve como base para dar pie a este debate?
Partir de algo tan acotado y no necesariamente bien enfocado, a mi juicio, porque después de leer los estudios que hay en esta materia, de escuchar tanto a las opiniones que están a favor como a las que plantean que esto es insuficiente o incluso las que están en total y absolutamente en contra, me pareció que esta reforma, al menos la moción de los senadores, no alcanza siquiera a ser un buen punto de partida.
Por eso, es que yo no quise dar esa votación, puesto que me parecía demasiado evidente los problemas, porque los sistemas de umbrales legales que se comparan y que se dice que funcionan en otros lados, funcionan más en sistemas parlamentaristas, el nuestro es extremadamente presidencialista, funcionan con listas cerradas y bloqueadas.
Además, en países donde tienen mucha más cantidad de partidos políticos que nosotros y, además, funcionan con magnitudes de distritos que eligen muchos más parlamentarios que nosotros.
Tampoco son reformas que partan desde un “sentémonos entre todos y conversemos entre todos y nos ponemos de acuerdo”, entonces desde ese punto de vista para mi identidad que es un partido de tantos años, un partido con propuestas, ideas, visión de país específica, que además ha tenido dos proscripciones a lo largo de su larga historia, no es fácil entrar a un debate en donde más pareciera que se quiere suprimir partidos de la representación parlamentaria, que fortalecer a los partidos programáticos propiamente tal.
– ¿Y a qué atribuye usted que esta propuesta sí encuentre respaldo en otros partidos, entre ellos, el PS y Chile Vamos?
Yo creo en una democracia pluripartidista. A mí me llama la atención esta moción sobre todo en el ámbito de los senadores puesto que no tiene el respaldo de los presidentes de partidos, o sea, por lo menos no fue firmada por la presidenta del Partido Socialista. Bueno, ellos tendrán que ver cómo se da.
Me parece que la moción es muy específica y acotada para un fenómeno que estamos viviendo que, concedo absolutamente que estamos en un mal momento de calidad de la política y, por lo tanto, desde esa perspectiva fortalecer partidos, terminar con los individualismos, terminar con las indisciplinas, terminar con esta idea de anteponer intereses personales por sobre los intereses colectivos de país, todos lo queremos. Pero esta propuesta en particular no es necesariamente la que va a llevar eso a buen término. Usted podría, incluso con la pérdida del escaño por renuncia del partido, tener partidos que obligan a sus díscolos o díscolas a quedarse sin renunciar para no perder el escaño y no por eso va a tener mayor unidad de acción.
– ¿Cómo está vislumbrando esta carrera, por un lado, con una propuesta en el Senado y, por otro, con propuesta en la Cámara de Diputados sobre federaciones?
Eso pasa cuando efectivamente la conversación no parte de un diálogo más amplio, primero, en representación de fuerzas políticas y, segundo, en materia de qué es lo que queremos abordar realmente tanto en el diagnóstico como con las propuestas concretas. No tengo varita mágica ni hago mucha política ficción, pero me parece que ambas mociones no se ven bien encaminadas si es que no hay una conversación distinta. Una que además no lo ponga con la urgencia y lo perentorio de que esto empiece a correr desde la elección del 2025 en adelante. Estamos a menos de una semana y media que parte del año 2025, es tremendamente poco prudente hacer un cambio tan encima.
– ¿Desde el Partido Comunista han evaluado sumarse a este debate presentando su propio proyecto? Ayer lo hizo el Frente Amplio.
Yo estoy en conversaciones con el partido para ver cómo lo están abordando. Yo entiendo que aquí hay conversaciones que están corriendo por parte de los partidos oficialistas. Hubo una reunión la semana pasada el día jueves 12, si mal no recuerdo, supongo que de ahí se habrán puesto de acuerdo en algunos temas, y lo que hemos sabido por todos y que ha sido comunicado para todos es que concordaron precisamente primarias, no se abordó precisamente ninguna de estas dos mociones ni la de la Cámara ni la de los senadores.
– Pero, ¿qué condiciones, aspectos o principios deberían estar presentes en una reforma?
Es que nos tenemos que poner de acuerdo qué es lo que queremos reformar, si el sistema político o queremos hacer reformas al sistema electoral, si queremos cambiar solo el ámbito en materia de la representación de la Cámara de Diputados o la disciplina intrapartido. Entonces, desde ese punto de vista siento que necesitamos ocuparnos, por ejemplo, y revisar que está ocurriendo con el financiamiento de los partidos, no con la parte de las campañas, estoy hablando con el financiamiento.
Necesitamos ver si acaso es el sistema de pactos lo que está generando mayor fragmentación, porque fragmentación también había de antes, necesitamos ver si acaso la indisciplina viene también por los tiempos individualistas más que por la conformación de los partidos. Entonces, desde ese punto de vista, siento que hay muchos más ámbitos en juego. Aquí nadie parece que está preocupado que en el 2029 se nos acaba el criterio de paridad de género en las elecciones parlamentarias, creo que eso también son temas que deberían abordarse.