Por Eric Samson, corresponsal de RFI en Ecuador
En la frontera entre México y Estados Unidos, las mafias han integrado la tecnología de la inteligencia artificial para seguir extorsionando a los migrantes irregulares y sus familias. El corresponsal en Ecuador del medio RFI, Eric Samson, siguió el caso de una joven ecuatoriana desaparecida cuya familia en el sur de Ecuador ha sido víctima de los traficantes de personas, los llamados “coyotes” o extorsionadores.
Patricia Carchi Moroso, de 36 años, decidió probar el sueño americano. Su hermano Wilmer, trabajador de la construcción que reside en Massachusetts desde hace cuatro años, está desesperado porque aún no hay noticias de ella. “Desde que salió de Ecuador, el 16 de agosto de 2023, tuve contacto hasta el 9 de septiembre. Hasta hoy no hemos contactado”, señaló Wilmer.
Tras su desaparición, otro hermano de Patricia, que permanece en Ecuador, recibió un primer video real mostrándola desmayada, aparentemente agonizando en el desierto. Sin embargo, más tarde aparecieron dos videos adicionales generados con inteligencia artificial, donde Patricia parecía recuperada. Los extorsionadores pedían dinero para sacarla de un hospital en Texas.
“Como estuve totalmente perdido por mi hermana, entonces yo creí en ese video y toda la familia también. Nos hicieron sacar tanta cantidad de dinero”, indicó su hermano desde el sur de Ecuador. En total, la familia se endeudó y envió 13 mil 500 dólares, pero Patricia sigue desaparecida.
Aprovechan la emotividad de los familiares
En Nueva York, William Murillo, cofundador de la ONG 1-800-Migrantes, señaló que no le sorprende el uso fraudulento de la inteligencia artificial. “Los extorsionadores envían videos y fotos manipulados porque no tienen a la persona enfrente; si la tuvieran, simplemente hacen una videollamada”, afirmó.
Murillo explicó cómo detectar el uso de inteligencia artificial en estos casos: “Se nota, por ejemplo, en los ojos. Siempre hay uno más abierto que el otro, como que no aparece ni la pupila. Luego está que no se mueven las manos, no se mueve el cuerpo, no hay audios”.
La directora jurídica de la ONG, Andrea Ledesma, quien sigue los casos de más de 15o ecuatorianos desaparecidos en la frontera, detalló que los usos y abusos que estos extorsionadores le dan a la inteligencia artificial. “Cogen una fotografía y hacen hablar a esa fotografía. Pero otra persona es la que está hablando. Al recibir un familiar, un padre o una madre, que le van a matar a su hijo, que le tienen la pistola o que le tienen acá, obviamente no va a ver esos rastros que tal vez terceras personas sí lo pueden notar”, subrayó.
Finalmente, tanto Ledesma como Murillo recomendaron evitar que los familiares más cercanos negocien con los traficantes, ya que suelen ser dominados por la emotividad.