Guadalupe Santa Cruz: El torbellino de palabras que sigue vivo en la comunidad literaria

Amigos, discípulos y colegas se reunieron en el Centro Cultural La Moneda para homenajear, a 10 años de su muerte, a la escritora, poeta y filósofa, cuya obra y talleres literarios marcaron profundamente una parte del panorama cultural de los 90 y 2000.

Amigos, discípulos y colegas se reunieron en el Centro Cultural La Moneda para homenajear, a 10 años de su muerte, a la escritora, poeta y filósofa, cuya obra y talleres literarios marcaron profundamente una parte del panorama cultural de los 90 y 2000.

“Un torbellino de palabras”: así fue descrita la escritora, poeta, filósofa y artista Guadalupe Santa Cruz durante la conmemoración de los 10 años de su fallecimiento, realizada este viernes en el Centro Cultural La Moneda.

Conocida como “Lupe” por sus amigos y cercanos, Santa Cruz fue autora de obras como Cita Capital (1992), El contagio (1997), Plasma (2005), Quebrada (2006) y Ojo líquido (2011), entre otros títulos. A lo largo de su trayectoria, dedicó su vida a la escritura y a la investigación de temas como el lenguaje, las imágenes, las aguas, los relieves y las territorialidades.

Guadalupe Santa Cruz, 2010. Foto: Alquimia Ediciones

Guadalupe Santa Cruz, 2010.
Foto: Alquimia Ediciones

Además, por más de 20 años Guadalupe realizó un taller literario en Pasaje Navarrate, Providencia, en el que asistieron filósofos, escritores, autores, periodistas, políticos, entre otros.Un laboratorio creativo bullente donde el trabajo interdisciplinario y desde las palabras, permitió experimentar, crear comunidades y redes de complicidad estética y social, en más de  ocho generaciones, impactando en el campo cultural de los noventas y dosmiles, de manera permanente.

La actividad titulada “Tinta de mapas” fue llevada a cabo en el marco de del programa Vacaciones de Verano del Centro Cultural, acompañados por la Fundación Rectángulos de Agua y realizado por asistentes al taller literario histórico de la escritora, se llevó a cabo en el Espacio Lector del Centro Cultural Palacio la Moneda.

Asimismo, la instancia contó con dos mesas de conversación: una, con autores pertenecientes al taller histórico, en la que pudieron comentar su experiencia de poder compartir este espacio con Guadalupe, además de honrar su memoria. Y también una segunda, con autoras y cómplices afectivas tanto de Guadalupe, como de su escritura,  las filósofas Cecilia Sánchez y Alejandra Castillo, además de la académica María Inés Zaldívar.

Las filósofas Cecilia Sánchez y Alejandra Castillo, además de la académica María Inés Zaldívar, participando de la segunda mesa. Foto: Radio Uchile

Las filósofas Cecilia Sánchez y Alejandra Castillo, además de la académica María Inés Zaldívar, participando de la segunda mesa.
Foto: Radio UChile

“Mantener la memoria de Lupe viva”

La filósofa, escritora y una de las asistentes taller de Guadalupe, Andrea Ocampo, fue una de las encargadas de llevar a cabo esta instancia de memoria y conmemoración. En palabras de Ocampo la importancia de este espacio no solo radica en que Guadalupe fue una mentora, sino que también en el legado que esta deja,

En ese sentido, la escritora señala que Guadalupe no fue reconocida en su época y que aún falta reconocimiento. “Ella no pidió reconocimiento, pero siempre espero que sucediera. Su obra estaba muy adelantada a su época, era muy experimental, si hubiese tenido acceso a internet evidentemente hubiese experimentado en eso, porque tenia una cuestión rizomática, constelar de las temáticas, de las imágenes y de las representaciones”, señaló.

“Actividades como esta lo que hacen es decir ‘Guadalupe existe’ y que hay algo que reune un montón de juventudes”, enfatizó. Asimismo, la filósofa subrayó que “Guadalupe podía hacer de una palabra una joya”.

Fuente: Pausa (Revista : Valparaíso, Chile)-- no. 3 (mar. 2005)

Guadalupe Santa Cruz. Fuente: Pausa (Revista : Valparaíso, Chile)– no. 3 (mar. 2005)

Asimismo, la poeta, crítica literaria y académica, María Inés Zaldivar, afirmó que Guadalupe mediante sus obras expresó  “como el saber y la creación no tiene porque seguir patrones establecido de fuera”‘. “En su paso por la Universidad Católica fue una inyección de energia, de libertad. Ella era una alquimista, ella logro unir elementos muy dispares y hacer algo hermoso”, explicó.

“Me pasa con otros creadores que no tienen el reconocimiento, pero creo que el tiempo se encarga”, sostuvo Zaldivar. A su vez, hizo hincapié en que “es la gente que la conoce la que tiene esa labor primordial“.

En esa misma línea, la profesora y extallerista de Lupe, Javiera Gallardo, explicó que “el espacio en el que habita” el legado de Guadalupe es complejo de analizar, ya que “es como un torbellino de palabras”. “La posibilidad de haber estado en un taller con la Lupe es un espacio de múltiples creatividades, era la de armar un espacio muy único con una escritora que no siempre fue reconocida y a la que no siempre se le dió el espacio y reconocimiento que debería haber tenido”, sostuvo

“La lupe hablaba del olvido y la muerte en sus textos, por lo que tener estos espacios significa que ella sigue estando presente”, subrayó la pedagoga.





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