Guerra arancelaria entre China y EEUU: un "juego de poker" con repercusiones mundiales

La disputa en materia de importaciones y exportaciones entre las dos más grandes potencias mundiales tendría un impacto global. La incertidumbre de la economía internacional puede representar una amenaza, pero también oportunidades y desafíos.

La disputa en materia de importaciones y exportaciones entre las dos más grandes potencias mundiales tendría un impacto global. La incertidumbre de la economía internacional puede representar una amenaza, pero también oportunidades y desafíos.

Este martes, China respondió a los aranceles impuestos por Estados Unidos a sus productos: a partir del 10 de febrero, aplicará un 15% de impuestos de aduana sobre el carbón y el gas licuado estadounidense, y un 10% sobre el petróleo, la maquinaria agrícola, los automóviles y las camionetas.

Además, el gigante asiático presentó un reclamo ante la Organización Mundial del Comercio “para defender sus legítimos derechos e intereses” frente a la imposición de aranceles adicionales de norteamerica contra sus productos.

Recordemos que este 4 de febrero entró en vigor el alza de arancel del 10% a las importaciones chinas impuestas por Donald Trump bajo el supuesto de que Pekín no hizo lo debido para frenar la producción de precursores químicos del fentanilo.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el especialista en economía internacional y ex director de la División de Comercio Internacional e Integración de la Cepal, Osvaldo Rosales, explicó que hay que diferenciar el titular de la medida de Trump y cómo efectivamente se aplica.

“Ya detectamos que en el caso de México y Canadá, luego de estar aplicadas las medidas y de que el propio Trump dijese que no había nada que pudiera impedir que eso se mantuviese, demoró 24 horas en dejar en suspenso su entrada en vigor tras conversaciones con los mandatarios”, sostuvo Rosales.

“Esas medidas ya fueron acordadas entre Joe Biden y las autoridades de Canadá y México. No hay nada nuevo. Trump hace nuevamente el negocio de crear una crisis, ‘resolver la crisis’ que él mismo planteó y aparecer como el gran salvador. Entonces, hay una brecha entre el discurso de Trump y lo que va a ser”, complementó el economista.

Joe Biden y Xi Jinping se apretan de manos mientras sonrien. Atrás de ellos las banderas de China y Estados Unidos

Presidente de China, Xi Jinping, y el ex presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Foto: Adam Schultz/The White House.

En esa misma línea, el experto en economía internacional señaló que “en el caso de China, las estimaciones son que los aranceles norteamericanos a los productos chinos ya están aplicados. Por lo tanto, un incremento adicional los podría llevar a incluso un 25%”.

“Esto significa que entre las dos economías más grandes del mundo va a haber una disminución en los flujos de comercio y eso va a afectar al resto del mundo. Va a afectar a Europa, va a afectar al Asia-Pacífico, va a afectar a África y va a afectar a América Latina, obviamente”, profundizó Rosales.

Se está redibujando el escenario internacional

En diálogo con nuestro medio, el doctor en Ciencia Política, analista internacional e investigador de la Universidad SEK, Mladen Yopo, explicó que Donald Trump es un “apostador”.

“Él tiene una conducta muy transaccional, es decir, lo que está buscando son beneficios y los está buscando a través de la presión. Por un lado, habla de presión, en este caso de presión económica, pero también de presión militar en un momento determinado”, sostuvo el analista.

Yopo explicó que la economía estadounidense tiene un enorme déficit respecto a China: “Es un comercio de uno a cuatro. En general el superávit de China es mucho mayor. Vende más de lo que compra”. Para el analista, la medida de Trump busca forzar al gigante asiático a equilibrar las economías de las dos mayores potencias comerciales.

Geopolíticamente esto va a tener un impacto a nivel mundial total, porque son las dos primeras economías del mundo. Evidentemente esto va a hacer que se suban los precios, van a abrirse nuevas posibilidades, nuevos mercados, van a haber mercados que se van a cerrar. Es decir, hay una situación hoy día de incertidumbre a nivel general de la economía internacional que va a ofrecer oportunidades de desafíos y, evidentemente, también amenazas”, profundizó Yopo.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Foto: Gage Skidmore.

El investigador explicó que las políticas de Trump podrían llevar a los países latinoamericanos a dirigir sus esfuerzos económicos hacia China, que ha sido una de las economías más estables durante los últimos años.

“Esto es un póquer que se está jugando hoy en el mundo, donde hay apuestas, donde, se suben las apuestas, se bajan, se cambian los juegos. Es decir, hay un elemento hoy de mucha incertidumbre”, sostuvo Yopo. “En general, se está redibujando lo que es el escenario internacional global, sin saber, sin tener claro hacia dónde va a caminar”.

Impacto en las economías mundiales y en Chile

El economista Osvaldo Rosales detalló que China es el principal socio comercial de América del Sur, y el segundo de América Latina y del Caribe en su conjunto. Además, es el primer socio comercial de Chile, Brasil, Uruguay, Perú, y el segundo del resto prácticamente.

“Por lo tanto, tenemos un vínculo comercial y crecientemente de inversión cada vez más intenso con China. Desde ese punto de vista, ¿en qué sentido nos afecta? En la medida en que China pueda exportar menos productos manufacturados a Estados Unidos, eso significa que va a haber menos demanda por los insumos necesarios para esa producción, como, por ejemplo, el cobre”, profundizó.

El economista explicó que, además, China es el principal socio comercial de la Unión Europea. Por lo tanto, si China crece menos, exporta menos, también Europa se va a ver afectada en la medida en que “va a haber menos productos europeos que van a poder ser comprados por China”.

“El efecto que esto tiene es una repercusión en el comercio internacional global y desde ese punto de vista, como Chile es una economía pequeña y abierta, efectivamente esto le va a golpear con un menor ritmo de crecimiento de sus exportaciones”, finalizó.





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