El exministro de Educación y exalcalde de Las Condes Joaquín Lavín; el exdiputado Jorge Sabag; el abogado y columnista de El Mercurio, Gonzalo Rojas; y el abogado y exconstituyente republicano Luis Silva son algunos nombres que se vieron relacionados con el Opus Dei a lo largo de los años. Estos son apenas algunos ejemplos de los vínculos en Chile entre esta prelatura católica y personajes de la élite social y económica.
“El Opus Dei logró penetrar muy bien la clase alta chilena y cuando me refiero a la clase alta es aquella que tiene más poder económico, más acceso a la política y demás, que es particularmente la derecha chilena“, señaló Paula Bistagnino, autora del libro “Te serviré“, que ofrece una visión detallada de cómo se desarrolló este grupo en la región.
Esta prelatura se distingue por su estructura única dentro de la Iglesia Católica, ya que no está delimitada por territorios, sino que abarca a todos sus miembros en cualquier parte del mundo. Actualmente, cuenta con cerca de 30 mil miembros en América, de los cuales la mayoría son laicos, es decir, no religiosos. Su importancia radica en su capacidad para influir en diversos ámbitos de la sociedad, especialmente en la política, la economía y la educación.
Joaquín Lavín y Evelyn Matthei.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la periodista argentina recuerda que nació y se crió en el barrio Bella Vista de Buenos Aires. Según comentó, en ese lugar “el Opus Dei tiene mucha presencia”, lo que le llamó la atención desde muy temprana edad. No obstante, su principal motivación se produjo cuando Jorge Bergoglio, actual papa de la Iglesia Católica, llegó al sumo pontificado en el año 2013. “Yo sabía que él es un jesuita y que los jesuitas históricamente tuvieron una rivalidad con esa organización, entonces me pregunté qué pasaría con el Opus Dei, que durante tantos años había sido muy poderoso”, dijo.
Desde ese momento comenzó a buscar testimonios, comenzando por su tierra natal, para luego dirigirse a España, un país en donde esta obra tiene bastantes miembros. Su investigación no estuvo exenta de complicaciones: la periodista relató que “el principal obstáculo sin duda es que ésta es una institución prácticamente cerrada, que en general no da entrevistas (…) el desafío era traspasar los muros”.
Una vez que “traspasó fronteras” descubrió la historia de una familia uruguaya chilena pionera en la organización, los Gianoli Gainza. De esta manera, identificó que las prácticas del Opus Dei en Chile eran similares a las de Argentina y otros países de la región, algo que describió en su texto.
“Te serviré es la historia de una de las primeras familias que se hace del Opus Dei en Santiago a principios de la década del 50 cuando la organización llega a Chile y también a Argentina. A partir de la historia de esa familia yo pude conocer un poco más de lo que ocurría en Chile, que como les cuento es muy similar a lo que ocurre en Argentina, a lo que ocurre en Uruguay y a todos los 68 países en los que está presente”, afirmó.
Para complementar su conocimiento leyó el libro “El Imperio del Opus Dei en Chile”, publicado por la periodista y académica de la Universidad de Chile, María Olivia Mönckeberg en el año 2003, que tuvo su última reedición en 2023.
Premio Nacional de Periodismo, María Olivia Monckeberg.
Según Paula Bistagnino, no investigó en profundidad la realidad en la sociedad chilena, no obstante, conforme a otras investigaciones publicadas se demostró que la “clase alta chilena tuvo un muy buen vínculo con el Opus Dei. Cuando me refiero a ese estrato social, hablo de la que es históricamente la clase alta, aquella con más poder económico, la que tiene más acceso a la política y demás, que es particularmente la derecha chilena”
“En ese sentido creo que la influencia que el Opus Dei ha tenido en la política chilena, inclusive con algunos miembros que han accedido a lugares de poder, es muy fuerte, inclusive más fuerte que en otros países de América Latina“, agregó.
La autora explicó que las familias poderosas jugaron un papel crucial en la expansión del Opus Dei en el continente, facilitando su acceso a lugares de poder en la sociedad, incluyendo el Estado, el mundo empresarial y el poder judicial. “El Opus Dei es una institución que lo que hace es intentar influir en la sociedad, que busca, como ellos mismos dicen, elegir, encontrar y reunir a los mejores católicos, que son los más destacados y con más dinero. Eso lo hacen a través del vínculo con familias“.
“En general en todos los países de América Latina lo han conseguido, que es acceder a los lugares de poder en la sociedad, acceder a la estructura del Estado, al mundo empresarial, al Poder judicial. Y quienes ocupan esos lugares tienen más posibilidades de influenciarnos en la forma de vida de nuestros países, y desde ese lugar ellos lo han conseguido”, añadió.
En cuanto a la percepción pública del Opus Dei, Bistagnino señaló que, aunque la institución mantuvo una imagen de exclusividad y estatus durante décadas, las denuncias de manipulación y explotación han dañado su reputación. Hoy en día, el Opus Dei es visto más como una organización de poder económico que como una entidad religiosa.
Además, consideró “que la imagen de esa institución empezó a descascararse. Poder ver las entrañas del Opus Dei, qué sucede dentro con las personas que son miembros, qué pasa con sus vidas, de qué manera operan y sobre todo al conocer su estructura económica“.
La periodista consignó que actualmente se les ve más como una secta que tiene gran poder. En ese sentido, “el Opus Dei no va a cambiar nada a menos que la Iglesia lo obligue, como gran institución a la que pertenece. Si desde el Vaticano no les exigen que cambien, ellos van a seguir funcionando de la misma manera”. Por esta razón, el Papa Francisco contribuyó en disminuir la jerarquía de la organización.
A partir de denuncias y decisiones concretas, la mayor autoridad de la Iglesia la trasladó del Dicasterio para los Obispos al Dicasterio para el Clero, y vaciando de contenido la figura de la prelatura personal. Estas medidas disminuyeron el privilegio y la autonomía que el Opus Dei disfrutó históricamente, aunque la aún conserva una considerable influencia y poder.
Aunque Argentina actualmente no tiene un gobierno del Opus Dei, Bistagnino comentó que muchas de las ideas promovidas por el gobierno de derecha de Javier Milei reflejan los valores que el Opus Dei ha defendido históricamente. Estas incluyen el retroceso en los derechos de las mujeres y las minorías, ataques contra personas migrantes, y la defensa de la familia tradicional y una influencia religiosa en el Estado laico.
“Entonces, me parece que el Opus Dei puede verse muchas veces en esas cuestiones (…) y que esta idea de retroceder sobre esos avances, sin duda que sí, que en la mayoría de los países uno puede encontrar que el Opus Dei es un aliado seguro, cuando no es directamente un actor en esta especie de regreso o retroceso”, concluyó.