En entrevista con la primera edición de Radioanálisis, el historiador de la Universidad de Chile, Sergio Grez, apuntó que ésta “es una iniciativa ciudadana, impulsada por independientes, cansados de asistir a elecciones que no tienen ninguna posibilidad de cambiar la realidad actual. Elecciones que se repiten periódicamente, que no hacen más que ratificar el modelo económico neoliberal, una democracia tutelada y restringida, heredada de la dictadura”.
En este sentido, el académico señaló en la primera edición de Radioanálisis que “conscientes que no existe posibilidad de cambio en los márgenes actuales del sistema político, decidimos impulsar una huelga electoral constituyente, una abstención activa, que unida al impulso de los movimientos sociales permita desembocar en un proceso refundacional, una convocatoria a una Asamblea Constituyente”.
“Se trata de dar una vocería política a una protesta espontánea por parte de la población, que se ha manifestado en altísimas tasas de abstención, particularmente en las elecciones municipales”, explica el historiador, quien a renglón seguido apunta que la intención es “unir el discurso político, fijar un horizonte que no puede ser otro que una Asamblea Constituyente. Además se pretende articular a los movimientos sociales, es un llamado para que la ciudadanía participe en política, rechazando el actual sistema. No se trata de no ir a votar y quedarse en la casa, sino redoblar el compromiso ciudadano con las causas que están movilizando a la población”.
Clase política
Distintas candidaturas se han mostrado a favor de una Nueva Constitución, no precisamente los representantes de las principales coaliciones. Al respecto, Grez indicó que “sencillamente, los políticos saben que una verdadera Asamblea Constituyente, elegida libre y democráticamente, elegida a través de un sistema proporcional, significa el término del poder de la actual clase política. Por primera vez en la historia de Chile, la ciudadanía se convierte en el soberano, ejerciendo el poder que le corresponde de acuerdo a los principios democráticos. De ahí la resistencia a este proceso, presentado como un fin del mundo, una tole-tole donde los vociferantes impondrán sus posiciones. Esta visión es una caricatura que desconoce toda la experiencia histórica de otros países, desde la Revolución Francesa hasta nuestros días en América Latina. No hay nada más democrático que un proceso constituyente donde la ciudadanía escriba su Carta Fundamental”.
El académico de la Universidad de Chile llamó a “no dejarse engañar” por las propuestas de la oposición en materia legislativa. A su juicio “es imposible que alguno de los bloques alcance los doblajes necesarios para tener los quórums para modificar la Constitución. Hay que entender que los llamados a potenciar el pacto “Nueva Mayoría”, de la fuerza para realizar cambios, son a sabiendas que ese objetivo no se logrará, todo seguirá igual independiente de quien gane, porque las alternativas siempre son dos: Alianza y Concertación ampliada. Ante ese inmovilismo, llamamos a la población a deslegitimar el sistema político, negándose a aportar sus votos a una clase política que busca legitimarse para continuar administrando el sistema a su antojo y repartiéndose los beneficios entre ellos, como ha sido los últimos 23 años”.
¿Cuál es el llamado para el proceso eleccionario de este 2013?
“Nuestro llamado es a participar de los debates en el escenario político. Hemos visto de todo en esta campaña: candidatos que cambian de posición, sobornos a diputados para votar ciertas leyes, como la Ley de Pesca que privatiza el mar, hemos visto a la clase política negarse a utilizar el mecanismo de primarias por el que se hizo tanto ruido y se gastaron tantos recursos. Tenemos una guerra civil al interior de los bloques dominantes. A la izquierda de la Concertación se plantean cuatro candidaturas que no hacen más que legitimar este sistema político exangüe. La idea es interpelar a los candidatos, hacerles ver sus consecuencias y cuestionar su participación en este sistema, que si bien puede tener buenas intenciones, sabemos que no es posible dadas las características del sistema binominal”.