El Gobierno de Cuba denunció el “recrudecimiento sistemático” del embargo económico de Estados Unidos, cuyo impacto cifró en más de 1.1 billones de dólares desde su implantación en 1962, y denunció que se ha convertido en una “guerra financiera” que impide el desarrollo económico del país.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Abelardo Moreno, se refirió al bloqueo como un “acto genocida y vil” con “dimensión extraterritorial”, ya que Estados Unidos está tratando de imponerlo a terceros países.
Destacó que el “carácter extraterritorial” de leyes asociadas al embargo “tiene un impacto directo” en el comercio exterior y la promoción de inversiones extranjeras en el país.
Los daños al comercio exterior en el periodo abarcado ascienden a 3 mil 900 millones de dólares en el periodo analizado, sobre todo por los ingresos no percibidos por exportaciones de bienes a Estados Unidos, mercado vetado para Cuba.
Según el informe, si tan solo entraran al mercado norteamericano productos como el ron o el tabaco, el país dispondría de 205.8 millones de dólares adicionales.
Moreno acusó la “implacable persecución” a inversores en Cuba y a las transacciones financieras al país, a través de cuantiosas sanciones que desincentivan establecer lazos económicos con Cuba.