El 4 de abril del 2007, Ramiro Mendoza esperaba la respuesta del Senado y aunque solo necesitaba 23 votos, él obtuvo 30. El proyecto de la Presidenta Michelle Bachelet, que buscaba modernizar la Contraloría, daba su primer paso.

Éste era el origen de un recorrido, que con el paso del tiempo, estaría marcado por la aprobación unánime de diferentes sectores de la sociedad.

No obstante, en la última etapa de su mandato y en una situación extraña para los personeros de la Nueva Mayoría, Ramiro Mendoza hablaba y no precisamente en materias de la Contraloría.

“Hay un montón de cosas inapropiadas o muy estúpidas en lo que está pasando en el último tiempo”, declaraba el Contralor General como invitado magistral del II Seminario de derecho constitucional del Centro de Estudios Sociedad Libre (UC).

Si bien, para la opinión pública esto marcó el paso del representante público en el ente fiscalizador. Desde una óptica política, académica y pública, Ramiro Mendoza, se convirtió en un líder con apoyo transversal.

Ramiro Mendoza, Contralor de la República.

“Me parece que ha tenido un actuar autónomo, realizando una labor rigurosa. Ha sorprendido bastante en materia de Contraloría. En la práctica hizo muchas reformas interesantes. Muy audaces en materia tecnológicas y en gestión sin que se hayan tenido que modificar las normas legales relativas a la contraloría”, explica José Francisco García.

Para el Presidente de la UDI, el diputado Ernesto Silva, el representante del ente fiscalizador del Estado merece solo alabanzas.

Ernesto Silva, presidente de la UDI.

“Ha cumplido una muy buena labor, asegurando la independencia de la Contraloría respecto de los gobiernos y siendo reconocido como una persona de una posición sólida”, expresó el parlamentario.

Pero la aprobación de Ramiro Mendoza no solo viene desde un sector político en particular. Para  Pepe Auth, diputado del Partido Por la Democracia, el Contralor fortaleció el órgano estatal.

Pepe Auth, diputado PPD.

“Le dio vigor a la Contraloría. Yo creo que esta institución estatal tiene que ser vigorosa. La Contraloría aunque necesita cambios, pasando de revisiones formales a revisiones de gestión, está todavía muy concentrada en los vicios y el respeto a los procedimientos y no tanto en los resultados”, calificó el diputado PPD.

El futuro Contralor

Para que no quede vacante el cargo, tal como ocurrió cuando Gustavo Sciolla dejó la institución, se dice que el Ejecutivo ya estaría en búsqueda de un remplazo para Ramiro Mendoza. Entre los nombres se asoman Francisco Zúñiga, Paulina Veloso y José Antonio Viera Gallo. Este último señala que solo existen rumores, por lo que prefiere no discutir su posible postulación. No obstante, no se mantiene al margen y expone las carencias que ve en la entidad fiscalizadora.

“Lo que falta es una nueva ley de la Contraloría, que la actualice en un estado moderno. Esto será parte de la discusión o del pensamiento de las personas que tengan que decidir quién será la próxima autoridad. Hay que precisar mejor la ley. Ver cuáles son las resoluciones que van a tomar razón y cuáles no. Tratar de precisar mejor el carácter de las auditorias que la contraloría realiza y buscar una mayor imparcialidad en la justicia de cuentas. Algunos han planteado que haya un consejo asesor del contralor, que haya un grupo de personas que puedan servir como equilibrio en la institución.”, manifestó el ex ministro de la Secretaría General de la Presidencia.

José Antonio Viera Gallo suena entre los posibles reemplazantes de Ramiro Mendoza.

A pesar de las factibilidades que tiene el oficialismo de visar al nuevo nombre, el investigador, José Francisco García, del Centro de Estudios Libertad y Desarrollo asegura que este sistema de elección entre Ejecutivo y Senado alcanza los equilibrios necesarios.

José Francisco García, investigador LyD.

“Tiene un sentido profundo de dar autonomía o de reforzarla. Esta idea de autoridad que no se deba o que haya esta idea de ingratitud por parte de las personas que lo eligieron y este sistema de Presidente con Senado es una típica regla que viene del sistema presidencialismo norteamericano, muy antigua, y que tiene nuestra Constitución respecto de varias autoridades me parece correcta.”, explicó el experto.

Para la próxima designación del Contralor, la Nueva Mayoría solo necesitará 2 votos en el Senado. En este momento la coalición cuenta con 21 senadores y para alcanzar los 3/5 exigidos solo requiere de la aprobación de algún congresista independiente y otro de la oposición.