En conversación con Juan Pablo Cárdenas, Patricio Santamaría, presidente del Consejo Directivo del Servel se refirió a la crisis que sacude a la clase política, y a la necesidad de cambiar los valores culturales en nuestro país para superar los casos de corrupción que se han conocido en el país.
Santamaría también recalcó en la necesidad de que el organismo logre la autonomía constitucional para complementarlas con las facultades fiscalizadoras que el Servel debe adquirir para evitar que las situaciones de financiamiento irregular de campañas políticas se repitan en el futuro.
¿Cuánto ha sido requerido el Servel y personalmente, su presidente ejecutivo en relación a esta reforma que está concibiendo la comisión Engel que está estudiando la situación?
Nosotros, en primer lugar, tuvimos la posibilidad de conversar con la ministra Ximena Rincón, antes de que se enviara el proyecto de “Fortalecimiento y Transparencia de la Democracia” que es el proyecto que se está discutiendo en estos días en la comisión de Constitución, Legislación y Justicia y que dice relación, con entre otras cosas, las facultades y las atribuciones al servicio electoral.
Habla sobre fiscalización, es un proyecto bastante completo en esa línea pero en su momento nosotros propusimos separar de una segundo proyecto que estaba comprometido por la Presidenta a enviar el día 15 de abril que es la nueva estructura o el Servel “reforzado”. Nosotros en todo caso lo solicitamos la semana pasada a la Presidenta, tuvimos la oportunidad de conversar con ella y creemos que lo razonable, es aunque nos demoremos una semana o unos diez días esperar el resultado del informe que va a hacer su consejo asesor presidencial para los efectos de incorporar esa ley.
Entonces hoy día hay dos cosas en las que estamos participando, activamente, en la comisión de Constitución, Legislación y Justicia, a través del director del servicio, de la subdirectora, abogados del servicio haciendo algunos aportes técnicos y acabamos de presentarle la semana pasada a la Presidenta precisamente una propuesta, un nuevo modelo organizacional y un modelo operacional, un modelo de trabajo del Servicio Electoral.
En síntesis, va a solicitar más atribuciones y posibilidad de fiscalizar más los procesos electorales
Exactamente, nosotros en eso estamos pensando. Hoy día el servicio electoral es un servicio muy antiguo, un servicio que desde el año 1992 a la fecha solamente ha podido contratar 20 personas cuando se han quintuplicado las funciones que se le han entregado y que tiene una planta de 290 personas y con direcciones regionales en todo el país y un presupuesto del orden de los 8 mil millones de pesos.
Que no es nada al lado que gastan los candidatos, por ejemplo
Exactamente, es menos incluso del límite de gasto de la última campaña presidencial en el año 2013 que era del orden de los 10 mil millones, 9 mil y tantos millones. Entonces estamos pensando, primero muy aterrizado porque aquí algunos construyen una especie de gran superintendencia. Chile es un país que tiene problemas serios en una serie de materias, en el sistema hospitalario, sin ir más lejos, la necesidad de una educación gratuita y pública, una educación de calidad. Hay un problema que requiere que el Estado enfrente la pobreza, entonces tampoco queremos hacer una cosa muy disparatada y estamos pensando en un servicio pequeño, en un servicio que se haga cargo de la administración electoral, propiamente tal, que es la organización de elecciones, la vinculación con los partidos políticos y con los independientes, con las personas que tengan vocación al servicio público e incluya la fiscalización.
Estamos pensando en un crecimiento del orden de 100 personas como permanente porque hay que recordar que en años electorales nosotros ahí tenemos una planta que llega, la vez pasada a 9 mil 220 personas que estuvieron contratadas por un tiempo determinado.
Ahora a mí me llama la atención que en este descrédito general de las instituciones y la política, el Servel esté tan bien parado, cuando muchos podrían decir, que el Servel fue el responsable entonces de que pasara lo que pasó en las últimas elecciones presidenciales y parlamentarias en que se excedieron los gastos, en que los candidatos recibieron aportes que no eran regulares o legítimos ¿qué explica eso?,¿por qué no se le imputa al Servel la responsabilidad de lo acontecido?
Sí a mí llama también la atención y gratamente, porque además en el metro, en la calle nos paran las personas, nos reconocen que por suerte no son muchas, nos dicen bueno ustedes tienen la posibilidad hoy día de poner fin a este tipo de prácticas, ustedes van a poder sancionar. Hay una muy buena evaluación en un momento y en un espacio donde las instituciones están bastante desacreditadas. Yo creo que tiene que ver con una trayectoria impecable, el 17 de marzo en un San Patricio el año 1925 se creó, en ese entonces, el Conservador del Registro Electoral posteriormente el año 31 se establece seis funcionarios para atender a los poco más de 200 mil electores que habían en el país, en la Constitución del 80 se mantiene todavía. Bueno es razonable, la génesis que tiene la constitución del 80 hace que mientras por un lado, se establece la autonomía constitucional del Banco Central que tiene que ver con la política económica del país o la autonomía del consejo nacional de Televisión, al Servicio Electoral se le nombra en una sola frase: “habrá un registro electoral a cargo del Servicio Electoral”, tiene que ver con las prioridades.
Pero hoy día ¿qué tanta autonomía tienen?
Posteriormente el año 1986 se establece la ley que establece una autonomía legal, nosotros hoy día tenemos autonomía legal, pero nos vinculamos, formamos parte de la administración, nos vinculamos con la Presidencia de la República a través del Ministerio del Interior. Tenemos todas las funciones y todas las tareas del proceso electoral. Hay que pensar que recién el año 2012 el ministerio del Interior, perdón el año 2013, cuando ya presidia yo el consejo, el ministerio del Interior traspasó al Servicio Electoral el escrutinio de voto, la difusión de los resultados y la proclamación presuntiva de los electos. Entonces tiene grado de autonomía pero yo me la he jugado y creo que esta nueva institución autónoma, razonable para un país como Chile, tiene que tener autonomía constitucional. Nos vamos a jugar por eso.
¿Algo así como la situación del Banco Central?
Una situación como el Banco Central, los Tribunales de Justicia, la Fiscalía, el Ministerio Público, porque claro, si uno dice estos señores organizan elecciones está bien, pero resulta que nosotros ni más ni menos, lo que hacemos es garantizar el ejercicio de Derechos Humanos, Civiles y Políticos, que son la base, en definitiva, de la democracia representativa y uno no quiere exagerar ni ser grandilocuente, pero no es el hecho. La expresión del voto, del derecho a sufragio tiene que ver con el derecho que tiene toda persona a elegir y ser elegido, a aportar en la gestión de gobierno, en la gestiones públicas de su país, entonces ese tipo de cosas por el tipo de función, donde además se nos van a sumar la posibilidad de fiscalizar a todos los candidatos o candidatas muchos de los cuales van a ser después parlamentarios e incluso presidente de la república. Cuando vamos a poder sancionar, por lo que yo he leído, escuchado, con la pérdida del escaño e incluso, a un presidente de la república electo.
¿Pero eso son cosas que se están planteando?
Pero son cosas que se están planteando y nosotros queremos decir, pero si vamos a tener esas facultades tenemos que tener autonomía constitucional.
¿Pero qué pasó respecto por ejemplo, sin ir más lejos, en los últimos comicios y que existe la sensación de que nunca el país haya gastado tanto dinero en recursos propagandísticos?, ¿Qué pasó que el Servel que tenía que fiscalizar los ingresos y los dineros que reciban cada candidato no se detectó que había, por ejemplo, contribuciones, entre otras, que habían sido producto de evadir impuestos al Estado chileno?
Claro, lo que ocurre es que no tenemos facultades para eso. Nosotros en primer lugar no tenemos facultades para hacer ninguna revisión durante la campaña. Entonces sabemos, porque circulamos por las calles, vamos en el metro, miramos, vemos, un exceso. Se gasta mucho más de lo que se debe, además en un tiempo muy anterior al que se puede gastar. Son 30 días en la elección ve como empiezan mucho antes, hay mucha hipocresía el que un cartel no diga vote por para que no se considere propaganda, eso estamos pidiendo, hace dos días atrás estuvimos, el martes, nuestra subdirectora en la comisión de Constitución, Legislación, y Justicia, pidiendo que se precise el concepto de propaganda, porque eso tiene que ver obviamente con ingreso y con gastos.
¿Y se puede precisar qué dice la legislación de otros países respecto de estas presiones?
Claro, hay posibilidades de muy claras donde no es necesario exclusivamente el llamado directo al vote por mí. Yo entiendo que una persona que aparece con una foto monumental de 40 por 20 metros saludando para el día de la mamá, en tres comunas o en ocho comunas, de lo que constituyen distritos electorales, no quiere ganar el premio al mejor hijo del distrito. Lo más probable si además tiene trayectoria política, entonces tiene que ver, fundamentalmente con la promoción y ahí estamos buscando una buena reacción con la promoción directa o indirecta de ocupar un cargo público.
Nosotros para los efectos de fiscalizar porque no nos dimos cuenta, primero de las evasiones, porque solamente podemos revisar nosotros los gastos que los candidatos y candidatas visen haber realizado. Es solamente los ingresos que ellos dicen que han obtenido, los únicos ingresos que podemos controlar y donde no ha habido nunca ningún problema, son los aportes reservados, porque ellos lo hacen empresas o personas en una cuenta del Servicio Electoral y nosotros tenemos que distribuir semanalmente entre los candidatos que ellos mismos nos indican. No podemos hablar mucho de esto ni indicar cuales son las preferencias etc porque tenemos secreto bancario respecto de ese tema, entonces no teníamos como hace esta revisión. Hoy día la ley recién esta entregándonos facultades por ejemplo de revisar las sedes de campaña, revisar las contabilidades, ver las posibilidades de incorporar un registro de proveedores para que no se inventen estas empresas para efectos de las campañas.
¿Pero que está pensando Patricio Santamaría al respecto?, porque una cosa es organizar el proceso electoral ¿sería conveniente que el Servicio Electoral pudiera llegar a sancionar y a determinar en las calles, que un candidato no está cumpliendo con la norma, por lo tanto tener atribuciones para convocar a Carabineros o a la autoridad que corresponda para sancionar a los responsables?
Eso, en otras legislaciones es así, los organismos, están separados entre los organismos que administran los procesos electorales, que fiscalizan y sancionan y los organismos, por otro lado, que ven los temas jurisdiccionales, judiciales, que aquí lo ve el tribunal calificador de elecciones. Ahora como veo yo el asunto. Yo he dicho nosotros no queremos transformarnos, nosotros queremos cumplir todo el rol que estar administrando y garantizando Derechos Humanos fundamentales, derechos civiles y políticos y el proceso en el cual la soberanía popular se expresa en escaños, en cargos, se distribuye el poder. Es una democracia representativa creo que estamos en el núcleo, base importante de todo, pero no queremos transformarnos en un organismo policial y para eso queremos llevar el debate. Yo creo que el debate es muy por encima.
Yo creo que cuando hablamos de la falta de credibilidad del problema de desconfianza, ese es un tema que afines de la década de los 80, cuando estábamos recuperando la democracia, después de un largo tiempo que no hubo democracia, esa fue la herencia, una época donde además se incorporó un modelo, una forma de relación.
Claro, fue hace 25 años
Claro, fue una forma de relacionarnos entre nosotros, individualista, competitiva, materialista con modelos en definitiva que han sido denunciados por documentos de los jesuitas a fines de los 80, el informe de desarrollo humano, el primero en Chile. Entonces yo creo que ahí tiene que estar el enfoque porque hemos ido generando, no todos somos responsables, algunos lo impusieron, a sangre y fuego, otras personas fueron cómplices. El presidente Piñera habló de alguna de estas personas en su momento otro no tuvimos la fuerza para modificar ese sistema pero todo a través del voto, a través de una democracia representativa, lo que define es el contar el último voto.
Ahora yo deduzco que no se trata sólo de una reforma al sistema electoral, sino que se trata de un conjunto de reformas que se impongan y recuperen esta credibilidad general de la política. Nosotros hemos heredado una inscripción de partidos en Chile, en la cual se ha restringido el número de militantes al 10 o 15 por ciento. ¿No sería mejor a la luz de la crisis actual empezar de cero, y lograr la democratización interna de los partidos políticos?
Terminando brevemente lo anterior, tenemos que avanzar en legislación y en normas, porque frente a la situación actual, las instituciones no solamente deben funcionar sino que deben cumplir su rol a cabalidad y en profundidad, y nosotros lo estamos haciendo como Servel, pero además debemos trabajar en un cambio cultural. Tiene que haber definiciones en esa línea, por eso estamos pidiendo además de facultades de fiscalizar y sancionar, la posibilidad de trabajar en la promoción de valores democráticos, en reponer desde nuestro pequeño aporte, yo creo que además debiera reponerse el currículum los temas de educación cívica, tenemos que establecer colaboración con los partidos políticos. Respecto de tu pregunta, sin duda es una decisión de carácter político, no me corresponde, pero nosotros lo que sí podemos decir es lo mismo que cuando nos preguntan “voto voluntario u obligatorio”, bueno yo he avanzado un poco en mi posición a favor del voto obligatorio, y se puede aplicar, pero nosotros estamos preparados para que voten los 13 millones y medio de personas. Hoy día nos decía el presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, se podrá retrasar la elección de concejales y alcaldes por el tema que caen en un feriado largo, nosotros estamos preparados para eso. También estamos preparados para un proceso de reinscripción de los partidos, un proceso de saneamiento. Yo creo que sería bastante sano. Tú apelas a mi experiencia, la necesidad de la depuración del padrón electoral, que incorpora un elemento de incertidumbre, donde hay personas de 141 años, y si no nos dan facultades no vamos a poder eliminarlas, donde aparece un Presidente constitucional que muere en La Moneda, en un golpe de estado, como ocurrió en las elecciones de 2012, y no teníamos facultades para retirarlo, hubo que hacer todo un proceso burocrático, que muestra la necesidad de corregir esto. También nos pasa cuando llega una señora o señor que reclama que por qué está inscrito en un partido político, y uno le muestra la ficha de hace 25 años atrás, y reconoce su firma y se acuerda que sí se había inscrito. A lo mejor es necesario sanear esa parte del sistema político. Yo no digo la decisión le corresponde a otros, pero si la toman nosotros vamos a estar felices de cumplirla.
El Senado, hace unos días, acusaron a Venezuela de haber vulnerado la institucionalidad, pero quienes la conocemos sabemos que surgió del voto popular, que es parte de un sistema electoral que es ejemplar, que así ha sido considerado por muchos países, donde concurre a votar más del 80 por ciento. Qué legitimidad puede arrogarse un país en donde más del 58 por ciento se abstiene de votar, con una cantidad de parlamentarios que ha sido indicado con el dedo, por haber recibido recursos ilícitos. ¿Qué es lo que hay, una crisis política o institucional?
Efectivamente, hay una situación muy compleja, donde creo que no se han hecho bien los diagnósticos. El cambio del voto obligatorio al voluntario, fundamentalmente pensando en que la burocracia, la pérdida de tiempo, la impaciencia de los jóvenes, hacían que 5 millones y medio de personas quedara fuera. Y el problema es que las encuestas decían en esa época que el 58 por ciento non creía en los políticos. Cerca del 40 por ciento decía que no tenía ningún sentido votar porque con el sistema electoral binominal no cambiaría nada, que daba lo mismo, entonces hay ahí una situación institucional. Hoy mismo si uno mira la iniciativa de voto obligatorio. A mí me ha tocado comentarlo en la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), que me ha tocado presidir, en donde hay 24 países, dentro de los cuales también está Venezuela. Doce tienen voto obligatorio, y doce tienen voto voluntario. Sabes cuál es el porcentaje promedio con voto obligatorio: 69 por ciento. El promedio con voto voluntario: 65 por ciento. Es muy poca la diferencia. Eso te demuestra que el tema no es lo voluntario o no, porque uno encuentra países como Bolivia, en donde vota el 95 por ciento, como Uruguay donde vota el 89 por ciento. Nosotros estamos en la pirámide invertida, estamos de arriba hacia abajo, primero está Colombia con un 43 por ciento, y nosotros con el orden del 44 a 45 por ciento de participación.
Pero en Chile con este sistema de voto voluntario, nos estamos arriesgando a que en la próxima elección, cono todo esto que ha pasado, vote un porcentaje ínfimo de la población. ¿Es urgente entonces realizar estas reformas para volver al voto obligatorio?
Yo creo que es una medida, pero si no trabajamos el tema más profundo, el punto principal a mi juicio, que si no trabajamos el desapego que hay, la rabia que hay entre las personas, aunque establezcamos el voto obligatorio, las personas no van a ir a votar. Puede haber una manifestación muy grave, en ese sentido. O van a anular el voto. Cuando había ocho millones y medio de electores, y el voto era obligatorio, había una abstención del orden del 11,5 por ciento. Se constituyó el voto voluntario, y bueno aumentó mucho. El problema no es que antes los que no estaban inscritos no fueran a votar, es que muchos que antes votaban, ahora dejaron de hacerlo. Creo que este problema hay que enfrentarlo de conjunto.
¿Y ustedes como Servel han sido convocados a esta comisión asesora por la transparencia?
Estuvimos hace algunas semanas atrás exponiendo, precisamente nuestra propuesta de más estructura, y hemos estado participando también en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia. Sí nos gustaría estar más presente en estos temas, porque hay una experiencia que se puede aportar.
En otros países el Servicio Electoral o su equivalente, también organiza, administra y vigila otros procesos electorales de la vida civil. En Chile no sólo está fallando la credibilidad de los políticos, sino que también de los dirigentes sindicales. Se habla que las federaciones de estudiantes, a pesar que tienen una norma que dice que tiene que votar más del 50 por ciento, hay elecciones que han votado menos, y que igual se han legitimado. ¿Sería conveniente que el Servel se hiciera cargo de todas estas organizaciones que votan y expresan la voluntad de sus integrantes?
Efectivamente, como tú dices, la estructura electoral de los organismos electorales de América Latina, están constituidos por un solo órgano que ve los temas judiciales, los temas de administración electoral, o como el caso de Chile en donde hay órganos distintos, como el Tricel, constituidos por miembros de la Corte Suprema, y el Servel. Nosotros en este momento, creo que sería bastante complejo, pero podríamos asumir algunas asociaciones a nivel nacional, algún tipo de elecciones. Por eso que yo digo que así como no vamos a poder asumir como institución la lucha de la corrupción en política, es necesario este cambio cultural por un lado, la coordinación con otras instituciones que puedan entregarnos información. Sin duda va a existir un mecanismo en donde el Servel, que hoy día va a poder revisar cuentas corrientes de los candidatos, va a poder revisar los libros de ingreso, la propaganda, las sedes. El Servel debería poder tener la posibilidad de que las fiscalías le entreguen información cuando detectan alguna situación. Eventualmente las policías, el SII, o sea aquí tiene que ser el Estado en su conjunto, y también la ciudadanía. Nosotros hemos planteado que en el tema del control de propaganda, tienen que tener un rol muy relevante, como lo tienen en otros países, los ciudadanos y la sociedad civil organizada, a través de una denuncia por teléfono. Por suerte yo creo que se está avanzando en una línea bien interesante. Por un lado se va a rebajar el límite de gastos a la mitad, así viene en el proyecto. Por otro lado, el Servel va a tener que determinar –hoy día no lo hace el Servel- las plazas, parques y espacios públicos de cada una de las ciudades, en donde se va a poder hacer propaganda. Va a estar prohibida la propaganda aérea. Vamos a tener que coordinar toda la propaganda a través de radios. La intermediación de los pagos a las radios. Viene una tarea enorme, que requiere por ende un presupuesto y funcionarios mayores.
Aunque fuera que participaran en las elecciones de los partidos políticos. Aquí hay partidos que nominan a sus dirigentes, otros que los eligen. Tampoco es un proceso muy transparente.
Hay una propuesta interesante y que tiene que ver con el financiamiento. De haber financiamiento público de los partidos, se van a establecer el cumplimiento de algunas normas, fundamentalmente lo que significa tener una vida democrática interna, la necesidad de poder formar jóvenes, trabajar en el tema de género, incorporar a las mujeres, hacer estudios que sean de carácter público, vamos a tener que establecer un control, y hay propuestas específicas que nos hagamos cargo de los padrones de afiliados, y de organizar las elecciones. En eso no tendríamos inconvenientes, pero ya entrar a otras organizaciones que se rigen por sus normas internas, creo que sería más complejo.
Todo dice que se puede vulnerar si en definitiva, la ley no establece que un parlamentario, por ejemplo, elegido que actuó irregularmente, que recibió recursos que no estaban establecidos o autorizados por la ley, en fin, que abusó de alguna forma, pudiera ser removido de su cargo, y que todo lo que se pueda hacer no va a servir de nada, si es que los parlamentarios que por ejemplo, incurren en estas faltas, o el propio Presidente de la República, o los concejales y alcaldes, no son removidos de su cargo si son descubiertos que vulneraron la ley. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Yo creo que ahí hay que establecer sin dudas sanciones graves, pero yo quiero hacer la siguiente reflexión, así como hemos dicho que no nos gustaría sumarnos a la creación de esta especie de “Estado policial”, donde los redbanc los tenemos que instalar dentro de las comisarías, nos gustaría aportar desde la promoción de valores democráticos. Yo creo que hay que tener presente una cosa: Madison cuando veía la constitución de Estados Unidos en su momento, mire aquí hay que hacer regulaciones porque no hay ángeles. Está bien, no somos todos ángeles, pero tampoco somos todos diablos. Aquí la gran mayoría de la gente en este país es decente.
Los ángeles no tendrían nada que temer si existiera una sanción así. De otra manera pienso de qué sirve tener leyes así, si el diputado o senador puede permanecer en su cargo, cuatro u ocho años, con completa impunidad, y con fuero
Yo creo que lo que hoy tenemos que hacer es establecer sanciones ejemplarizadoras, pero apelar a la ética. Hay un tema ético que se ha perdido, y modificar esta manera de relacionarnos entre nosotros, porque hoy día todo está dado para la corrupción. El éxito se valora por los logros materiales, cuando desde niños estamos haciéndolos competir, cuando se perdió el valor de la comunidad. Nosotros decimos que son disvalores, otros que son los nuevos valores de esta sociedad. Yo creo que ahí tenemos que dar el gran debate. Algunos me dicen que eso es muy a largo plazo, pero empecémoslo ya. Y hay mecanismos para hacerlo.