Durante la semana pasada se hizo evidente la molestia del PPD, al interior de la Nueva Mayoría, por la manera en que se abordó la labor de Rodrigo Peñailillo en la precampaña presidencial de Michelle Bachelet.
Durante varios días, en el sitio web del partido, se pudo ver una imagen de apoyo al ex jefe de gabinete, mientras que dirigentes aseguran que no participarían del comité político de este lunes.
De todas formas, el presidente del PPD, Jaime Quintana, asegura que no hay roces entre los partidos a partir de la investigación de los casos de financiamiento ilícito de campañas políticas: “Creo que han estado todas las garantías, todas las condiciones para que los organismos a cargo de las investigaciones, penal cuando corresponde, administrativas, en fin, se lleven adelante. Yo creo que lo importante es que los partidos y coaliciones no interfieran en los temas que se están investigando”, señaló.
En la Alianza, Renovación Nacional sutilmente se desmarca de la UDI, más involucrada en las investigaciones de corrupción política. Ante esto, el presidente del gremialismo, Hernán Larraín, reconoce que en estas circunstancias surgen tensiones: “Creo que esos temas son obviamente muy complejos y generan tensión en sí mismos, no necesariamente de grupos o de bandos, pero han generado una inquietud, una sensación de incertidumbre o dificultad al interior de los partidos, que mientras no se decanten ni se resuelvan, probablemente se van a mantener”, indicó.
Para el sociólogo y cientista político Carlos Huneeus es evidente el crispamiento del clima político, sobre todo en la Nueva Mayoría y el caso del PPD, ya que cada nuevo antecedente que aparece en las investigaciones les afecta.
“Lo que está en juego es la autonomía del sistema político respecto de los grupos económicos. Es la democracia semi-soberana, ese es un punto, y el PPD es el eje central de la relación incestuosa del dinero con la política. No es casualidad que el senador con mayor cantidad de recursos de donaciones reservadas es don Guido Girardi. Obviamente el PPD no está interesado en que se haga transparencia sobre este tema. Obvio, en el PPD no se mueve una hoja sin la autorización de Girardi”, dijo el académico.
Frente a esto, Huneeus cree que la situación de la Nueva Mayoría se agravaría más si se supiera de los aportes que podría haber realizado, por ejemplo, el grupo Luksic: “Lo de Penta es guagua de pecho comparado con las platas de Ponce Lerou. Además, ahora aparece el grupo Luksic financiando en el caso Caval, a Jorge Insunza, etc., no sabemos. Al menos en Penta sabemos quiénes son los que sobornaban, del grupo Luksic no sabemos hasta dónde llega, puede ser gigantesco, es otro Penta. Si hubiese un traidor interno, que no lo tiene el grupo Luksic porque son más cuidadosos, estaríamos informados y habría una situación más grave en el sistema económico y político”, señaló.
Huneeus recordó las palabras del ex ministro Francisco Vidal, quien refiriéndose a los dineros recibidos por la Concertación de parte del ex yerno de Augusto Pinochet, señaló que a veces “hay que cerrar los ojos” para percibir financiamiento.
El académico dijo que esta ceguera voluntaria se repitió en varias ocasiones durante la década de los 90 y los primeros gobiernos de la transición, como cuando se revisaron las concesiones mineras entregadas por la dictadura.
De ahí que se note un conflicto entre quienes buscan echar tierra sobre estos hechos y quienes apuntan al “caiga quien caiga”.