Este lunes, el Jefe del plan Estadio Seguro, José Roa, deberá entregar al Ministerio del Interior un informe que detalle los pasos a seguir de la entidad para evitar que hechos de violencia, como los que obligaron a suspender el partido entre Santiago Wanderers y Colo Colo, no se repitan.
De acuerdo a los trascendidos, del contenido de ese plan depende la continuidad de Roa al mando de Estadio Seguro, sobre todo cuando se ha sabido que el Gobierno ha sondeado un nuevo nombre para el cargo, sin obtener mayor éxito.
Pero ¿qué puede hacer José Roa u otra persona que este cargo para frenar la escalada de violencia en los estadios en un puesto que carece de herramientas efectivas para cumplir con su cometido? No son pocos los que sostienen que Estadio Seguro nació muerto y que debió ser eliminado cuando asumió la Presidenta Michelle Bachelet.
De todas formas al interior de la entidad se defienden, así lo afirma el propio Roa, quien, que con cifras en mano, recalcó que los episodios de violencia son menores en comparación al volumen de partidos: “Hemos tenido 191 partidos de categoría A y B, y de esos partidos hemos tenido del orden de 7 incidentes de diversas características”,.
En el mundo político exigen que se asuman responsabilidad y los dardos apuntan a José Roa, por lo que esperan que luego de conocer el informe, el Gobierno adopte medidas. Para el presidente Comisión de Deportes de la Cámara, Tucapel Jiménez, ésta es la única solución: “Se dice que son pocos partidos, pero han sido incidentes graves, alguien debe asumir la responsabilidad política. Las decisiones del Ministro pueden ir en la línea de pedir algún cargo”.
¿Por dónde pasan las soluciones a este problema? Para los académicos es necesario que nuestro país reconstruya los tejidos sociales destruidos en dictadura, fenómeno, que a su juicio, ha permitido la aparición de este tipo de violencia.
Bernardo Guerrero, sociólogo de la Universidad Arturo Prat, sostiene que la sociedad debe apoderarse de los espacios públicos, porque en ausencia democracia, se abren caminos para la violencia: “Nos hace falta más democracia, cómo los barrios populares nos llenamos de espacios deportivos, que sean significativos para la gente, y a través del deporte le damos a los jóvenes identidad, porque hoy la sociedad no te entrega identidad”.
Durante este año se han producido otros hechos de violencia aparte del ocurrido en Valparaíso. Ese mismo día en Santiago, hinchas de la UC arrojaron sillas a la cancha. Hace unos meses en Talca, seguidores de Rangers y la U se enfrentaron en el estadio Fiscal, incidentes que terminaron con la suspensión del partido.
Además, el Plan ha caído en despropósitos como arrebatar la bandera de su club a un hincha octogenario, o la detención del defensa de Deportes Temuco, Cristóbal Vergara, quien tuvo que pasar una noche en el calabozo producto de haber pateado una puerta del estadio Fiscal de Talca.
Se espera que además de la entrega del informe al ministro del Interior, Jorge Burgos, el jefe del Plan Estadio Seguro retorne al Parlamento para participar de una sesión especial en la Cámara de Diputados.