Este miércoles, tanto la Sala de la Cámara de Diputados, como el Senado ratificaron el informe de la Comisión Mixta que permitió llegar a acuerdo en cuatro materias clave de la Reforma Laboral.
Ellas son: Establecer la subcontratación como una práctica desleal, así como el derecho a la información para la negociación colectiva, eliminar el concepto de “huelga pacífica”, y re-incorporar la negociación inter-empresa para las firmas grandes y medianas.
La ministra del Trabajo, Ximena Rincón, agradeció el trabajo del Parlamento y afirmó que esta votación “es la mejor expresión de gobernabilidad” que pueden dar porque se logró “no sólo el apoyo de la Nueva Mayoría, sino también cohesionar los legítimos intereses de la inmensa mayoría de nuestro país”.
No obstante, la oposición reiteró su rechazo al acuerdo de la Nueva Mayoría, en especial a temas como la titularidad sindical y la extensión de beneficios que, según señalaron, generan una “afiliación obligatoria encubierta”.
En ese sentido, y pese a las críticas desde diversos sectores, reiteraron que irán al Tribunal Constitucional (TC). El senador RN Andrés Allamand defendió la medida al afirmar que están en su derecho de acudir, porque la actual composición del TC fue originada en la Constitución reformada por el Presidente Ricardo Lagos en 2005.
“Ninguno de los miembros de ese Tribunal Constitucional ha sido nombrado por dictadura alguna. Todos sus integrantes han sido nombrados por este congreso, por Presidentes de la República democráticamente electos y por miembros de la Corte Suprema. Por lo tanto este Tribunal Constitucional tiene legitimidad para conocer de ésta y otras materias”, sostuvo.
En ese sentido, el diputado socialista Juan Pablo Letelier, quien fue el encargado de presidir la Comisión Mixta, expresó que la fuerte resistencia de la oposición a cambiar el actual e injusto sistema de distribución de la riqueza es esperable.
“La derecha se ha opuesto a cambiar los derechos colectivos del Código del Trabajo desde los años 90 y yo creo que eso es una señal de consistencia. La derecha en nuestro país, en su abrumadora mayoría, tiene un rasgo neoliberal muy fuerte, creen que las leyes laborales rigidizan el mercado del trabajo, creen que el trabajo es un insumo más y, consistente con esa mirada, votaron en contra de la idea de legislar en este proyecto y lo han hecho por treinta años”, afirmó.
Cabe señalar que, ante la postura de la oposición la Nueva Mayoría cuadró sus filas, desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana, sectores que se enfrentaron durante meses por desacuerdos ideológicos en esta iniciativa.
Esto se vio la mañana del miércoles con la votación en Sala, donde los parlamentarios más rebeldes hablaban de “un gran paso adelante, con las limitaciones propias del proceso”. En la Cámara Alta esa mirada la puso el senador del MAS, Alejandro Navarro, quien dijo que “se hizo lo que se pudo”.
En tanto, desde una mirada independiente el senador Carlos Bianchi apuntó a la crisis estructural del trabajo en Chile: “Yo quiero asistir con mi votación pensando en las personas, por las mujeres y hombres que por más de 30 años trabajan, imponen y terminan con un promedio de renta de 14 mil, de 90 mil, de 160 mil pesos al final de sus días. Esa es la realidad de nuestro país. Chile es una moledora de carne humana”, dijo.
Desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) se mostraron molestos, tanto con la reacción de Chile Vamos de impugnar la reforma, como con la postura que adoptó la Nueva Mayoría. El vicepresidente de la multigremial, Nolberto Díaz, sostuvo que la reforma es “insuficiente y tacaña”.
“Si bien constituye algunos avances, es un proyecto lleno de letra chica, de desconfianza hacia el mundo del trabajo. Nosotros esperamos que lo que se haga es reconocerle al mundo del trabajo derechos que le han sido negados por 25 años. Sin embargo, el Gobierno, chantajeado por un grupo minoritario, le puso letra chica a la huelga, al reemplazo, a la criminalización de la acción sindical. El Senado ha sido valiente contra los trabajadores, pero muy cobarde cuando se trata de sancionar a los empresarios”, sostuvo.
La CUT se reunirá en Consejo General el próximo viernes 15 de abril donde adoptarán una postura definitiva. Esto podría traer complicaciones al gobierno a pocos días de la conmemoración del Día del Trabajador el 1 de mayo. Por otro lado, la oposición ingresará su requerimiento al Tribunal Constitucional, por lo que aún restan algunos pasos antes de cerrar este capítulo.