Economistas advierten progresiva tendencia al alza del desempleo

El desempleo en Santiago fue de un 9,4 por ciento en el trimestre móvil enero-marzo, según informó el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile. A eso se sumó la cifra entregada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que fijó la tasa de desocupación nacional del mismo periodo en un 6,3 por ciento. Los economistas apuntan a que la tendencia continuará por algunos años y advierten sobre las malas políticas que está tomando el Gobierno en esta materia.

El desempleo en Santiago fue de un 9,4 por ciento en el trimestre móvil enero-marzo, según informó el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile. A eso se sumó la cifra entregada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que fijó la tasa de desocupación nacional del mismo periodo en un 6,3 por ciento. Los economistas apuntan a que la tendencia continuará por algunos años y advierten sobre las malas políticas que está tomando el Gobierno en esta materia.

Según el estudio de la Universidad de Chile, habría cerca de 300 mil personas desocupadas en Santiago lo que significa un aumento de 2,6 puntos porcentuales respecto a la medición de diciembre de 2015.

A eso sumó la cifra entregada por el INE que fijó la tasa de desocupación nacional del mismo periodo en un 6,3 por ciento, registrando un aumento del 0,4 por ciento respecto de diciembre.

El investigador de Libertad y Desarrollo Francisco Klapp aseguró que ambas cifras van en la misma dirección respecto de que el mercado laboral está mostrando un deterioro debido, entre otras cosas, a que ya sería el tercer año con un crecimiento que a su juicio ha sido mediocre y que no parece revertirse.

“Lo segundo es importante tener en cuenta que hay sectores que se han visto más golpeados que otros como la minería Otro factor pensando en el futuro es la construcción que había crecido bastante fuerte pero que hoy está creando la mitad empleos que el mes anterior. Esto se debe al fin de este boom que tuvimos producto de la nueva norma tributaria que entraba en vigencia”, explicó.

Para el economista de la Universidad de Santiago Víctor Salas el desempleo hanía mostrado signos de resiliencia en cuanto a no caer a pesar de las condiciones macroeconómicas, esto porque las empresas estaban a la espera de un proceso de recuperación económica que, según indicó, todas las señales apuntan a que no ocurrirá.

“Vamos a estar por unos años con tasas de crecimiento bajas y eso hace que todos los empresarios empiecen a ajustarse en sus procesos y si a eso le agregamos el término de la estacionalidad alta de empleabilidad del sector agrícola, el turismo y el comercio, se explican muy bien estas cifras”, aseguró

Por su parte, el economista de Fundación Sol, Gonzalo Durán dijo que la cifra que entregó la Universidad de Chile es alta y en relación al año anterior habla de un aumento del 40 por ciento, un fenómeno que según explicó no se veía desde 2008.

En esa línea recordó la discrepancia pública de interpretación entre la ministra del trabajo, Ximena Rincón, quien atribuyó el aumento del desempleo a la reducción del gasto público, lo que luego fue desmentido por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. Al respecto Durán dijo que el debate de fondo tiene relación con el rol de las políticas públicas contracíclicas en un escenario donde el crecimiento económico se ve disminuido. Además criticó las medidas anunciadas por el Gobierno.

“Las medidas que toma el ministro de Hacienda apunta a una política que no es contracíclica, sino todo lo contrario, es cíclica al decir que va a hacer un ajuste fiscal cuando la economía se está deteriorando. Ahí uno esperaría señales como fortalecer a través del gasto público las cifras de empleo”

El economista apuntó a que con esto los trabajadores pierden autonomía económica, grados de libertad y participación democrática. Además, recordó el interés político de los empresarios en torno a que existan cifras de desempleo medias y altas para promover a través de la política del miedo el disciplinamiento en el trabajador que se repliega, en función de la posibilidad de quedar cesantes.

Durán aseguró que las medidas deberían permitir que la propia economía genere empleos y no que el Gobierno ofrezca trabajos de emergencia que generalmente son transitorios. El desafío fundamental es mejorar las condiciones de trabajo.

En ese sentido, destacó que la encuesta de la Universidad de Chile informó que el 50 por ciento de los trabajadores en Santiago ganan menos de 400 mil pesos líquidos y hace un año el 50 por ciento recibía menos de 390 mil pesos, es decir, que al considerar la inflación los trabajadores perdieron poder adquisitivo. Cifras que a su juicio hacen poco creíble que la economía  pueda tener una demanda efectiva que permita salir de la desaceleración.

 





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