Prácticamente un año demoró el Gobierno en enviar al Parlamento el proyecto de ley que moderniza la estructura de Televisión Nacional de Chile y crea un canal cultural público.
La iniciativa, una promesa de campaña de Michelle Bachelet, fue anunciada en la cuenta pública del 21 de mayo de 2015, pero recién el pasado jueves la jefa de Estado firmó una indicación sustitutiva que continuará la tramitación de un proyecto -originalmente ingresado en 2008- que modifica la ley número 19.132 de Televisión Nacional de Chile.
La iniciativa contempla una serie de cambios al directorio y la estructura del canal estatal y añade una filial que tendrá fines educativos y culturales. “Este proyecto de ley impone a TVN el deber de emitir, a través de una concesión televisiva especial, de carácter nacional, contenidos culturales y educativos en una señal que será administrada por una filial de TVN y que no tendrá publicidad”, detalló la mandataria durante la ceremonia.
“Para ello, estamos realizando un aporte inicial y único de 25 millones de dólares, que estarán exclusivamente destinados a la implementación y puesta en marcha de este canal cultural”, añadió.
El tiempo transcurrido, no obstante, no evitó que la iniciativa generara algunos reparos, tanto por su contenido como por la forma en que fue anunciada. La semana pasada, mientras la Presidenta Bachelet presentaba el proyecto, los miembros de la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados se encontraban discutiendo la creación del ministerio del ramo, por lo que no participaron de la ceremonia ni se enteraron en detalle de sus contenidos, lo que generó cierta incomodidad en la instancia. De hecho, el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, tuvo que sumarse más tarde a la discusión, luego de participar de la ceremonia en que se firmó el proyecto.
A pesar de esto, la diputada PS Maya Fernández valora la iniciativa y dice que “es lo que esperan todos los ciudadanos y ciudadanas, una TV que recoja nuestra identidad, que tenga programas que cuenten nuestra historia, donde hablemos de medio ambiente, de Derechos Humanos, de democracia, de participación ciudadana”.
“Tener un canal cultural es muy importante, le hace muy bien a un país, porque en el cable existen canales culturales, pero no todos pueden tener cable. Queremos rescatar la misión pública de TVN, así que me parece muy bien”, añade.
Por otra parte, el anuncio tampoco detalló cómo funcionará la nueva señal. Por ahora, solo se conocen los titulares, dice Claudio Salinas, académico del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, quien cuestionó que el proyecto carece de una mirada sistémica sobre los medios de comunicación.
“Esto ha ocurrido también con la Reforma Laboral, con la reforma universitaria, con la gratuidad que fue una glosa. En este caso es una indicación, entonces da la impresión de que la forma de proceder nuevamente no cambia la estructura, por ejemplo, del sistema mediático chileno; no está adscrito a una Ley de Medios, por ejemplo, entonces viene a añadir algo casi como un árbol de Pascua, sin una mayor estructuración del sistema mediático”, explica.
El especialista desataca, por ejemplo, que el canal cultural no esté sujeto a la publicidad, pero enfatiza que en la propuesta “no hay lineamientos y pareciera que se está haciendo sobre la marcha, frente a requerimientos de los que el Gobierno al parecer no tiene conciencia”.