Han sido varias las propuestas planteadas por expertos y académicos para mejorar la educación secundaria técnico-profesional. Sin embargo, sus deficiencias siguen siendo un problema cotidiano para muchos estudiantes, considerando que, según cifras del Ministerio de Educación (Mineduc), representan cerca del 40 por ciento del total de la matrícula de enseñanza media.
Los liceos que siguen esta línea de enseñanza enfrentan deficientes currículos, falta de modernización de los implementos técnicos y malas condiciones laborales al momento de realizar sus prácticas profesionales.
Estas son sólo consecuencias de un problema aún más grave generado por la falta de discusión de las autoridades del Mineduc con los propios estudiantes: ¿cuál es el sentido y perfil que debe adoptar este tipo de educación en el programa escolar nacional?
Por lo mismo, los estudiantes reconocen que incluso los mismos directores de los liceos no tienen planteamientos afines con un sistema educativo integral que revalorice la enseñanza técnica.
Es el caso del estudiante Carlos Rojas, delegado de Contabilidad del Liceo Tecnológico San Mateo, parte red de colegios Alma Máter Studiorum, fundada en 1981 en Santiago.
Según comentó el alumno, algunos cursos son evaluados por realizar trabajos para una pyme que maneja uno de los dueños del liceo, lo que genera diferencias en el aprendizaje de los estudiantes.
Además, comentó que muchas de las maquinarias del liceo han quedado obsoletas considerando su posterior desempeño laboral en distinto tipo de empresas.
“El dueño del liceo donde estudio es también dueño de tres colegios más. Según lo que vimos en el Servicio de Impuestos Internos tiene iniciación de actividades en una empresa de vendomáticas. Entonces, en el departamento de “innovación” se evalúa por reparar estas máquinas y a los de contabilidad también. Incluso, algunos compañeros han dejado de ir porque se les evalúa sólo por eso”, comentó.
Este tipo de casos fue reiterado por varios estudiantes que han asistido a las asambleas de la Federación de Estudiantes Técnico Profesionales, reunidos la semana pasada en el Instituto Superior de Comercio Eduardo Frei Montalva, Insuco A-26.
Dentro de sus demandas se encuentra discutir un Plan Nacional de Formación tanto para estudiantes como para los docentes de esta área, garantizar que el seguro escolar cubra accidentes en prácticas profesionales y no excluir totalmente del currículo ramos humanistas como filosofía o historia de la legislación laboral.
De lo contrario, dicen los estudiantes, “se nos trata como ´mano de obra barata´ que transita por el liceo para salir al mundo laboral sin ningún objetivo más que producir”.
En ese sentido, la directora de la Confederación Bancaria, Ana Palleras, reparó en las prácticas abusivas que muchas veces ejercen los administradores de las empresas con los estudiantes en práctica.
Mientras, el investigador de Educación 2020 y coordinador de la plataforma “Mejora la Técnica”, Mathías Gómez, indicó que la educación técnica profesional se ha ido concentrando en los sectores más vulnerables del país, por lo mismo se convierte en un esfuerzo mayor mejorar las herramientas para el aprendizaje.
Además, reconoció que es un debate complejo que se ha postergado desde el Mineduc por la misma influencia del sector privado en la línea de formación: “Esta situación está vinculada con que la educación técnica conversa mucho con el sector privado y la discusión se pone más compleja porque siempre se mantiene el temor que esta enseñanza se privatice siendo que esto es una necesidad de educación integral”, explicó.
Para esta semana, los estudiantes secundarios de liceos técnicos profesionales fijaron una manifestación frente al Ministerio de Educación para posicionar el tema en la agenda del Gobierno y avanzar en la mejora de la calidad de este tipo de enseñanza escolar.