Este sábado se confirmó la muerte de dos comuneros mapuches. Los hombres que fueron baleados por un efectivo policial perdieron la vida en el fundo El Encino en la comuna de Ángol.
En un primer momento, y de acuerdo a los antecedentes entregados por Carabineros, cinco encapuchados habrían ingresado al predio, propiedad de Ignacio Gallegos Pereira, con intención de robar. Entre ellos. Luis Marileo Cariqueo y Patricio González Guajardo, las dos víctimas fatales.
Sin embargo, vecinos de la zona desmienten la hipótesis y aseguran que Luis Humberto Marileo Cariqueo, habría ingresado acompañado de las otras cuatro personas en búsqueda de un caballo de su propiedad, pero que Gallegos habría inscrito como propio. Según los testimonios, él pretendía conversar con el parcelero porque se trataba de un animal robado.
Uno de los testimonios fue entregado por Jaime Marileo, de la comunidad Cacique José Guiñón, señaló a Diario y Radio Universidad de Chile que -de acuerdo al informe entregado el domingo por el Servicio Médico Legal (SML)- Luis Marileo habría recibido dos disparos por la espalda, los que se habrían efectuado a corta distancia.
El tío mapuche fallecido explicó que el joven asumía la defensa de su comunidad que se encontraba en reivindicación territorial. Además, enfatizó que los hechos son todavía confusos y, por lo mismo, esperarán nuevas indagaciones de la justicia para que se esclarezcan las condiciones en que el carabinero dio muerte a los comuneros.
“La bala que lo mató fue disparada hace mucho antes”
Así tituló una columna de opinión Claudio Alvarado Lincopi de la Comunidad de Historia Mapuche.
En la publicación recogida por Mapuexpress, el investigador recuerda la historia del niño Luis Marileo: “La primera vez que detuvieron a Luis Marileo todavía estudiaba en el Liceo Técnico Profesional de Pailahueque, hoy transformado en base policial. Corría el año 2010 y Luis, aún menor de edad, lo acusaban bajo la ley antiterrorista. Cuando llevaba cinco meses en el Centro Penitenciario de Chol Chol, él escribía: “denuncio la violación de nuestros derechos como niños y jóvenes por parte del Estado Chileno y del Sistema Judicial, quienes nos privan de nuestra libertad de estudiar, de estar con nuestra familias, quienes han sido víctimas por años de hostigamientos por parte de este Estado, ya que han encarcelado a nuestros tíos, maltratado a nuestras madres, abuelas y hermanos chicos”. Antes de cumplir los 18 años, Luis ya se encontraba atravesado por múltiples violencias”.
En su relato, el también escritor recorre los dolores de Marileo, y las vulneraciones a las que fue expuesto, no solo por su condición de mapuche, sino además, de niño: “Estando en la cárcel, y junto con otros jóvenes mapuche, Luis inició una huelga de hambre, demandando que el Sename hiciera su trabajo. Es decir, que frente a la judicialización de un menor de edad, la institución manifestara interés por acelerar los procesos y que además intercediera para proteger la integridad de los jóvenes mapuche encarcelados, toda vez que el tratamiento de Gendarmería había sido profundamente violento. Luis, luego de 41 días de huelga de hambre, deponía la protesta bajo el compromiso del Sename de actuar sobre el caso”.
“Ayer fue asesinado Luis Marileo, pero la bala que lo mató fue disparada hace mucho antes, fue disparada desde el momento en que los gobiernos de la Concertación (hoy Nueva Mayoría) y la Derecha, optaron por la criminalización del movimiento, optaron por marcar con fuego las vidas de los niños y jóvenes de comunidad”, publicaba Claudio Alvarado Lincopi.
Procesado bajo la Ley Antiterrorista
“Luis entendió que su lucha no era algo personal sino que era por la historia de la familia Marieleo y por todas las demandas del pueblo mapuche”.
Con esa frase, Jaime Marileo recordó el compromiso de Luis con la reivindicación territorial, defensa que le reportó más de un procesamiento judicial a él y a su familia.
El primero fue en 2009, cuando “el gringo” (como lo apodaba su familia) fue acusado de participar en un asalto a un peaje de Victoria cuando tenía 16 años. En esa oportunidad fue formalizado bajo la Ley Antiterrorista, convirtiéndose en el primer menor de edad procesado bajo esta legislación.
Luego de estar siete meses detenido junto a Juan Patricio Queipul Millanao, el tribunal lo absolvió porque no se logró acreditar su participación en los hechos de los que se le acusaban.
“Fue complejo porque hay considerar que prácticamente desde niño que él estuvo detenido, pero sabemos que Luis comprendió ese proceso judicial y que siempre mantuvo que su posición era la demanda ancestral por la devolución de tierras. Esa fue su postura de vida y todas las decisiones se fueron tomando luego en comunidad”, relató su tío Jaime Marileo.
Posteriormente, en 2013, el Tribunal Oral en lo Penal de Angol lo condenó a diez años y un día por el delito de homicidio contra el parcelero Héctor Gallardo, ocurrido en 2012. Durante su prisión, inició reiteradas huelgas de hambre junto a otro imputado en el caso, exigiendo que se instalara una mesa para discutir sobre el uso de testigos secretos en los juicios ordinarios.
En uno de los comunicados que emitió desde la cárcel de Temuco junto a Leonardo Quijón, señaló que: “Si bien nosotros luchamos por el respeto a nuestra gente y apoyamos la devolución territorial a nuestro pueblo mapuche, no somos asesinos. Tampoco tenemos la necesidad de andar asaltando casas por dinero o armas como nos han inculpado”.
En 2016, después de tres años de prisión, la Comisión Regional de Libertad Condicional de la Araucanía le otorgó este beneficio a Marileo.
El abogado Lorenzo Morales, quien fue su representante en una causa judicial, comentó que lo había visitado hace algunas semanas atrás, encuentro en el que lo encontró bien junto a su familia. El profesional cuestionó la posición que adoptó la Fiscalía este domingo al señalar que se trataría de un asalto, sin tener antecedentes fundados respecto de los hechos.
Mientras, el abogado de la Defensoría Popular, Rodrigo Román, se refirió a la modificación a la Ley Antirrorista que suscitó el caso de Luis Marileo en las investigaciones que incluían menores de edad. “Su caso dio paso a lo que fue la modificación legal de la Ley 18.314 sobre conductas terroristas en 2010, motivada por la legítima demanda de los presos mapuche por encontrarse procesado un menor de edad. Ese fue el detonante de esa modificación legal y Chile se puso a la altura de lo que es el estándar que recomiendan los organismos internacionales y dejó de perseguir criminalmente a los menores bajo esa ley”, explicó.
Durante la tarde de este domingo, distintas comunidades fueron a apoyar a los familiares de ambos mapuche a las afueras del Servicio Médico Legal (SML) donde les entregaron sus cuerpos. Luego, en una caravana los acompañaron hasta su comunidad donde se han realizado rogativas ancestrales. En medio de esto, se registraron disturbios con Carabineros que reprimieron las manifestaciones.
Este martes a las 14:00 horas se realizará el funeral de Luis Marileo en la comunidad cacique José Guiñón, en Ercilla.
Y mientras desde la multigremial de la Araucanía sostuvieron que estos hechos demuestran que el sistema judicial en su conjunto ha fallado porque nunca se le debió entregar libertad condicional a una persona que figuraba con un “amplio prontuario delictual”, el historiador Claudio Alvarado sostiene que “con todo, es imposible leer la vida y la muerte de Luis desde lo que la prensa ha definido como “su prontuario”. Seguramente mucho se hablará por la prensa durante esta semana, seguro también se tomará parte del debate electoral, pero la situación será siempre mucho más compleja y dolorosa”.