Los mitos que existen en torno al aborto

Este miércoles se realiza una nueva marcha en favor del aborto legal, seguro y gratuito en Chile. Aprovechando la contingencia, en Radio y Diario Universidad de Chile consultamos a diferentes profesionales de la salud para que expliquen y desmitifiquen ciertas premisas que corren en relación al aborto.

Este miércoles se realiza una nueva marcha en favor del aborto legal, seguro y gratuito en Chile. Aprovechando la contingencia, en Radio y Diario Universidad de Chile consultamos a diferentes profesionales de la salud para que expliquen y desmitifiquen ciertas premisas que corren en relación al aborto.

La aprobación en la Cámara de Diputados de Argentina para una ley de aborto legal encendió las movilizaciones en Chile y este miércoles, a las 18:30 horas, se llevó a cabo en distintas ciudades del país la 6ta marcha por el aborto libre, seguro y gratuito bajo el lema “No basta con tres causales”.

Al mismo tiempo en el que se desarrolla la movilización que busca la despenalización total de la opción de las mujeres de decidir sobre sus propios cuerpos, circulan también una serie de premisas que buscan desacreditar e invalidar las posiciones de quienes este miércoles saldrán a las calles. En Radio y Diario Universidad de Chile desglosamos, de la mano de profesionales del área de la salud, cada uno de los supuestos mitos que existen en torno a la legalización del aborto.

“El aborto no es necesario en la medida en que existen métodos anticonceptivos”

No se ha inventado aún un método anticonceptivo cuya efectividad sea igual al 100 por ciento, es por eso que ante una estadística así, la premisa en cuestión pierde validez. Francisca Crispi, médica e investigadora de la escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, señala que “el método siempre puede fallar. El acceso a métodos anticonceptivos, además, tampoco es del 100 por ciento en ninguna parte del país. En los consultorios del sistema público se entregan de forma gratuita, pero hay muchas fallas de acceso a información, hay fallas de cobertura, las mujeres no saben que existe la prestación…”. Por su parte, Carolina Reyes, también médica y activista feminista, agrega que “la educación sexual existe, pero no es satisfactoria, no está en el currículum como es necesaria que esté. Depende mucho de cómo se usan los anticonceptivos, la educación sexual que uno tenga y el acceso que uno tenga a ellos”.

“Una vez legalizado el aborto, será utilizado por las mujeres como método contraconceptivo”

La Organización Mundial de la Salud ha insistido, a través de diferentes espacios e instancias, en la idea de que las restricciones legales no disminuyen los abortos inseguros. Hace menos de una semana, Antonella Lavelanet, integrante del Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la OMS, señaló en una entrevista al diario Clarín, de Argentina, que “la forma de que descienda el número de abortos inseguros es el acceso a abortos seguros. Que el aborto sea seguro depende de varios factores: el estatus legal de la práctica es uno de ellos, muy importante. En países que han disminuido o eliminado las restricciones, el número de casos inseguros baja”.

Chris Sierra, matrón, puericultor y ecografista obstétrico, expone además que “las mujeres no lo consideran un método anticonceptivo, de hecho, es una situación bastante difícil decidir un aborto. El aborto es la instancia final a la que las mujeres recurren, ya que es un proceso física y psicológicamente doloroso y, por cierto, bastante burocrático”. Francisca Crispi lo explica de una forma práctica: “Con la legalización estamos haciendo una transferencia de los abortos que son inseguros, a los que son seguros. Se ha estimado que hay entre 60 mil y 160 mil abortos al año en Chile, a pesar de que es ilegal. Mediante la legalización nosotras queremos que esto sea seguro, no promover que esto se haga más o menos”.

“Las pastillas abortivas son altamente riesgosas para la salud”

El misoprostol, el principal medicamento aplicado para procedimientos de aborto, es recomendado incluso por la OMS, en su guía llamada “Aborto sin riesgos”, para embarazos que tengan una edad gestacional de hasta nueve semanas. La médica Carolina Reyes hace la diferencia entre este tipo de pastillas y las que se venden en el mercado negro: “Las pastillas riesgosas son las falsas que se venden en la clandestinidad, cuando el aborto es penalizado y es ilegal. Ocupados de una manera segura, bajo los resguardos médicos que uno debería tener -y que solo se pueden dar en un contexto de legalidad-, no hay un riesgo mayor”. Crispi agrega que “las condiciones en las que se da el aborto en la clandestinidad son inseguras, pero el aborto con medicamentos en sí, si se da en un hospital, es un procedimiento muy seguro”.

“Todas las mujeres se arrepienten luego de realizarse un aborto”

Según el estudio “Aborto voluntario y subjetividad en contextos de penalización. Efectos y significados en mujeres, varones y profesionales de la salud”, de las investigadoras uruguayas Alejandra López, Elina Carril, en el que se analizan relatos de distintas mujeres sometidas a un procedimiento de aborto clandestino, “la representación del aborto como un acto de libertad y derecho de las mujeres, fue trasmitida de diversas maneras por distintos protagonistas. Las mujeres con mayor empoderamiento y conciencia de su condición de género fueron quienes lo manifestaron con claridad y para ellas, la decisión estuvo acompañada predominantemente por sentimientos de alivio. Se pudo observar que, a mayor convicción en la decisión, mayor fue la presencia de este sentimiento”.

En ese contexto, los sentimientos de culpa y arrepentimiento provienen de diferentes procesos subjetivos, que pueden estar relacionados con la religión, por ejemplo, o con el hecho de practicarse un proceso que está prohibido por la ley.

Es una situación de la cual las mujeres sacan un proceso de aprendizaje. Hay casos en los que efectivamente ha habido mujeres arrepentidas, pero porque no han estado bien acompañadas, porque no ha habido un equipo de profesionales psicosociales apoyándola, pero está demostrado que las mujeres no se arrepienten de haberse hecho un aborto”, señala Chris Sierra. Carolina Reyes afirma, en la misma línea, que “el arrepentimiento y la culpabilidad vienen sobre todo en contextos en los que hay penalización social del aborto, en donde se estigmatiza a las mujeres y en donde para llegar al aborto se deben pasar por situaciones miserables”.

Después de un aborto no se pueden tener hijos

Carolina  Reyes es enfática: “De los embarazos que se producen, más o menos un tercio de esos se aborta espontáneamente. Estas mujeres pueden volver a tener hijos, lo mismo pasa con el aborto inducido, no debiera haber problema. Eso solo puede pasar si el aborto es ilegal e inseguro”.





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