La salida por parte del Frente Amplio del pacto administrativo que mantenía con la Democracia Cristiana y el Partido Radical, ha generado más interrogantes que certezas en la oposición parlamentaria.
Por una parte, reflotan las diferencias que se vieron en los últimos años del último gobierno de la Nueva Mayoría y surgen los cuestionamientos sobre el ideal que debiese aglutinar a toda la oposición. Por otra, está la duda de si con esto se pierde aquel ideal de una sola oposición cohesionada y si de esto surgirán distintos bloques para hacer frente a las propuestas del oficialismo.
En el sector frenteamplista, a través de una circular interna argumentan que los democratacristianos y radicales ‘han votado sistemáticamente a favor del gobierno’, razón por la cual, se abstendrán de optar por Gabriel Silber para presidir la Cámara Baja, rompiendo así el pacto administrativo al que adscribieron en marzo pasado.
A su vez, los interpelados, a través de su presidente, Fuad Chahín, dicen que en el conglomerado los conflictos internos han sido los protagonistas de sus dos años de existencia y que no se puede confiar en ellos si no logran respetar un acuerdo que es meramente administrativo.
Pero, ¿qué tan vinculantes son este tipo de pactos y qué límites tienen? ¿Existen razones para desmarcarse de un acuerdo que, como ha dicho el presidente de la DC, es meramente administrativo?
Consultado sobre este tema, el abogado y cientista político, Cristóbal Bellolio, explicó que hay razones por las que una colectividad podría incumplir el pacto administrativo. Sin embargo, para el analista éstas deben ser también del tipo administrativo.
“Ahora quizás por razones administrativas uno podría decir que son aquellas que te permiten justificar el incumplimiento de un acuerdo administrativo. Pero tampoco me parece que ese tipo de causas estén presentes en este caso”, argumentó Bellolio.
Además, el cientista político agregó que el sector más radical de la oposición le está exigiendo al centro algo que no le puede exigir. “Me parece que el Frente Amplio está tratando de castigar a la DC, por algo que no necesariamente era exigible a la DC. Me parece que en ese sentido aparecen incumpliendo la palabra empeñada, sin tener suficientes razones para hacerlo”, señaló.
Sin embargo, e independientemente de las razones esgrimidas por la colectividad, la ruptura se hace cada vez más evidente y la primera pregunta que surge es: ¿cómo quedará configurada la oposición? Frente a esto, la ex candidata presidencial por el Frente Amplio, Beatriz Sánchez, fue enfática al manifestar que en la política actual chilena existen, al menos, dos oposiciones.
Bellolio, por su parte, argumenta que incluso antes de ser oposición, en la izquierda chilena ya existían diferencias sustanciales que quedaron evidenciadas en las candidaturas que presentaron y que hoy no son sólo dos las oposiciones a las que se enfrenta el gobierno de Sebastián Piñera.
“Que hayan dos oposiciones no es novedad. Tuvimos dos candidaturas presidenciales distintas entre Beatriz Sánchez y Alejandro Guiller, con listas parlamentarias distintas. O sea, incluso las oposiciones podrían ser tres”, dijo.
Además, el analista adelantó los bloques que quedarían configurados tras la ruptura del pacto administrativo que une a frenteamplistas con democratacristianos y radicales. “Podría ser la DC por un lado, la famosa Convergencia Progresista por el otro y el Frente Amplio por el otro. Incluso dentro del Frente Amplio se podría decir que hay dos almas. No veo cuál sería el problema al respecto ni tampoco en qué sentido esto afecta el honrar un pacto que, supuestamente, era meramente administrativo”, comentó el cientista político.
Frente al futuro de la oposición no hay ninguna certeza. Sin embargo, para el académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y militante del Movimiento Autonomista, Ricardo Camargo, esta situación debiese acrecentar algunas diferencias políticas, lo que para él, es positivo.
“Cuando tú tienes acuerdos puramente administrativos, desde luego que tienes, finalmente, desdibujada la posibilidad de esta diferenciación política que es muy sana para las democracias”, comentó el académico de la Universidad de Chile.
Además, agregó que es importante que la ciudadanía tenga mayor claridad sobre las diferencias y similitudes entre los distintos sectores. “A mí eso, en principio y conceptualmente, no me parece para nada negativo. Al contrario, me parece positivo que existan esas diferenciaciones, que la ciudadanía sepa efectivamente a qué proyecto político corresponde cada fuerza política que se articula en el Congreso”, sostuvo el militante del Frente Amplio.
Consultado sobre la posibilidad de un avance del oficialismo, sumado a una mayor presencia de la derecha en cargos administrativos del Congreso y en las elecciones municipales y de gobernadores venideras, Ricardo Camargo explicó que a su parecer, esta situación no debiese provocar la creación de pactos que aglutinen a la oposición.
“Yo creo que lo que no va a suceder, o no debería suceder, es que por una suerte de miedo a la derecha o miedo a un populismo de una derecha muy extrema -como hoy día se ha levantado el debate-, se terminen haciendo pactos puramente espurios que desdibujen las diferencias que existen en la oposición. O mejor aún, colocándolo en términos positivos, que no permitan construir acuerdos sustantivos, sociales y políticos, con aquellas fuerzas que quieran avanzar en un cambio programático más decidido para el país”, comentó el académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Así, este martes la mesa nacional del Frente Amplio en conjunto con sus parlamentarios, definieron ratificar la ruptura de un pacto que se preveía desde hace días por la tensión existente y las declaraciones cruzadas. Fue a través de su vocera, Javiera Toro, que los frenteamplistas llamaron a los partidos políticos a definirse en pos de una oposición que pudiese hacerle frente al gobierno de Sebastián Piñera.