Los bolivianos deciden hoy si reeligen al presidente Evo Morales, en el poder desde hace 13 años, el mandatario con más tiempo en ejercicio en América Latina, o si optan por cambiar a un presidente reconocido por logros sociales pero manchado de escándalos de corrupción y tomar una deriva autoritaria.
A diferencia de las tres últimas elecciones desde 2006, esta vez la victoria de Morales no está garantizada en la primera vuelta frente a su principal rival, el expresidente Carlos Mesa. Un sondeo de la universidad estatal le da 32,3% a Morales y 27% a Mesa, lo cual obligaría a ir a una inédita segunda vuelta.
Mesa es el único candidato de los ocho aspirantes opositores a la presidencia que puede hacer tropezar al mandatario. Una parte de la oposición llama a los votantes a un “voto castigo” contra Morales, que por su lado confía en el “voto seguro” de sus filas.
La decisión de Morales de postularse para un cuarto mandato es fuertemente criticada por la oposición, que cree que el país podría caer en la autocracia en caso de otra victoria para el presidente indígena.
Unas horas antes de las elecciones, el jefe de Estado y líder del partido Movimiento al Socialismo (MAS) se vio el sábado con amigos en su bastión del Chapare (centro), una región de producción de coca, donde votará el domingo en la mañana.
En Twitter pidió a sus compatriotas “participar pacífica y activamente” en las elecciones del domingo, en las que optará a un cuarto mandato.
Al sufragar cumplimos con un deber democrático. Convoco al pueblo boliviano a emitir su voto y elegir autoridades para que nuestra querida #Bolivia se mantenga como modelo de democracia. Somos muy optimistas, tenemos mucha confianza, fundamentalmente en la democracia. pic.twitter.com/bszEf3OrFZ
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) October 20, 2019
“Estamos seguros de que será una fiesta democrática gracias a la conciencia y madurez de los electores. #Bolivia será de nuevo ejemplo para delegaciones y veedores que nos visitan”, agregó.
Sin embargo, Mesa, del partido de centro Comunidad Ciudadana (CC), se reunió el sábado con los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) para plantearle sus dudas sobre la transparencia de la votación donde acusa de parcialidad al Tribunal Electoral.
“Tenemos, por un lado, un partido que controla a todos los órganos del Estado incluyendo el electoral, pero que además no tiene entre sus principios el respeto a las reglas de la democracia”, dijo a la AFP en un cuestionario por escrito.
Y por el otro lado, dijo, “tenemos un Tribunal Electoral que ha mostrado una clara parcialidad hacia la candidatura del MAS, por lo que es muy probable que se intente afectar el resultado de la votación, especialmente en áreas rurales y en algunas ciudades del exterior”.
La politóloga boliviana María Teresa Zegadam dijo que “el poder ha sustituido las políticas en beneficio de toda la población por otras que satisfacen a solo algunos sectores. Ha habido persecución a líderes opositores”.
“Todo esto ha generado un malestar ciudadano y dado el sentimiento de que la democracia está en peligro”, declaró a la AFP.
El 21 de febrero de 2016, los bolivianos le dijeron “no” en un referéndum para cambiar la Constitución, que solo permite dos mandatos. Sin embargo, un año después fue anulado por una polémica decisión de la Corte Constitucional, que decidió que la candidatura era su “derecho humano”.
Tanto los partidarios del MAS de Morales como los de la oposición, algunos de cuyos sectores han llamado a la “rebelión”, han prometido salir a la calle en caso de victoria del lado opuesto.