Las unidades militares continúan en máximo grado de alerta después del anuncio de un paro armado de la guerrilla marxista leninista del Ejercito de Liberación Nacional anunciado para este viernes y que durará 72 horas.
Argumentando incumplimientos del gobierno del presidente de Colombia, Iván Duque, con reformas estructurales y frente al campesinado de Colombia, el ELN está restringiendo el desplazamiento de vehículos por carreteras y la movilidad de las personas en numerosas regiones. Las fuerzas militares aseguran que existe posibilidad de que la guerrilla lleve a cabo distintos ataques terroristas.
Sin lugar a dudas una de las zonas donde hay mayor zozobra es el Catatumbo, donde una cruenta guerra por el control del territorio se vive entre los hombres armados del ELN y el EPL, otra guerrilla residual que anunció estar en un paro indefinido.
A esta hora la población de cuatro municipios de esta región de Norte de Santander están confinados en sus casas. Las zonas mas sensibles amanecieron con grafitis alusivos a los grupos armados y campesinos y líderes sociales vienen reportando enfrentamientos.
A estos hechos se suma un un nuevo ataque al oleoducto Caño Limón-Coveñas. Según los testigos, guerrilleros del ELN dinamitaron la infraestructura petrolera. Este ataque generó un grave incendio forestal y daños irreversibles a la capa vegetal.
De nuevo el miedo se pasea en Colombia, un país divido entre quienes piden implementar un Acuerdo de Paz con la otrora guerrilla FARC, y quienes exigen salidas militares y cárcel para los hoy desmovilizadas.
El escenario de este viernes es otra confirmación que en este país la esperanza de paz se convirtió en zozobra ante la lentitud en la implementación de los acuerdos y el fortalecimiento del ELN y otros grupos ilegales vinculados al narcotráfico.