El primer ministro británico, Boris Johnson, salió este domingo del hospital donde estuvo internado una semana pero de momento seguirá apartado de la gestión de gobierno frente a una pandemia que ya dejó casi once mil fallecidos
“He abandonado hoy el hospital después de una semana en la que el NHS (Servicio Nacional de Salud) ha salvado mi vida, no hay ninguna duda de ello”, declaró en un video el mandatario de 55 años, con ojos cansados, y vestido con traje y corbata.
Johnson quiso agradecer en particular a “dos enfermeras que estuvieron a la cabecera de mi cama durante 48 horas cuando las cosas hubieran podido decantarse en cualquier sentido”.
Antes, había dicho: “Nunca agradeceré lo suficiente” al personal del sistema público de salud, a quien “les debo la vida”, aseguró.
“Venceremos al coronavirus y lo venceremos juntos”, dijo Johnson, que dio positivo a la enfermedad el 27 de marzo.
Tras varios días con fiebre, el mandatario fue ingresado en el hospital el pasado domingo antes de ser trasladado el lunes a cuidados intensivos, de donde salió el jueves.
El primer ministro proseguirá su convalecencia en Chequers, su residencia al noroeste de Londres, anunció un portavoz en un comunicado. “Por consejo de su equipo médico, no reanudará inmediatamente el trabajo”, agregó.
“Todos sus pensamientos están con aquellos afectados por la enfermedad”, agregó el portavoz de Downing Street.
Su novia de 32 años, Carrie Symonds, embarazada, le envió copias de las ecografías del bebé que esperan para subirle la moral, según la misma fuente.
“El personal del hospital de Saint Thomas fue increíble. Nunca nunca podré pagar esta deuda con ustedes”, escribió en Twitter tras el anuncio de la salida de su novio.
Casi once mil muertos
Con 737 nuevos muertos en 24 horas -menos que los más de 900 contabilizados durante los dos días previos- Reino Unido es el país de Europa donde la Covid-19 es más letal en este momento, mientras Italia y España registran una desaceleración.
En el balance de este domingo, el número de fallecidos se eleva a 10.612, solo en hospitales, ya que estas cifras no incluyen los eventuales muertos en residencias de ancianos ni en los domicilios por coronavirus.
La ministra del Interior, Priti Patel, había reconocido el sábado “la gravedad de la emergencia nacional” que dejan a la vista las “cifras brutas”.
Por su lado, el responsable de los servicios de salud, Stephen Powis, mencionó la aparición de las “primeras señales” de estar llegando al “pico” en el número de nuevos casos y de hospitalizaciones.
En las últimas 24 horas, 5.288 personas más dieron positivo a la Covid-19, con lo que el número de infectados se eleva a 84.270.
Sin Boris Johnson, que está siendo reemplazado por su canciller, Dominic Raab, el gobierno debe pronunciarse sobre una eventual prolongación del confinamiento decretado el 23 de marzo, inicialmente por tres semanas.
Esta hipótesis parece muy probable, ya que las autoridades afirmaron que esperarían a pasar el pico de la pandemia para empezar a suavizar las medidas adoptadas. Powis advirtió el sábado que se trataba de un “maratón” y no de un “sprint”.
El gobierno debe administrar asimismo el descontento entre el personal sanitario, que denuncia sobre todo la falta de equipos de protección.
Bajo presión, la ministra británica del Interior dijo el sábado que “lamentaba si la población tiene la impresión de que ha habido fallos en el suministro”.
El mayor sindicato de personal médico, la Asociación Real de Enfermeras (RCN), aconsejó al personal sanitario rechazar “en última instancia”, trabajar si se enfrentan a una carencia grave de equipo de protección.