Dos modestos clubes de Costa Rica, Guadalupe y Limón, cargaron con una responsabilidad que era impensable a principios de año: dar el puntapié del reinicio del fútbol en el continente americano, suspendido desde marzo por la pandemia del nuevo coronavirus.
Horas después se enfrentaron dos de los clubes más populares de esta nación, Cartaginés y Alajuelense, con triunfo 2-0 de este último en calidad de visitante.
Los primeros dos duelos de los seis que completan la fecha 16 del Torneo de Clausura, se jugaron a puerta cerrada, bajo estrictas medidas de seguridad para controlar la propagación del coronavirus.
El choque inicial entre guadalupanos y limonenses se disputó en horas de la tarde en el estadio Eladio Rosabal Cordero de Heredia, 10 kilómetros al noroeste de San José, sede alterna de Guadalupe, que ganó por 1-0, con gol de Arturo Campos.
“Hoy es un día importante para Costa Rica, no solo en fútbol sino a nivel de salud, porque el hecho de que regrese el fútbol es porque el sistema de salud ha funcionado muy bien”, comentó el volante hondureño Alex López, autor del segundo gol de Alajuelense.
El jugador cartaginés Manfred Russell admitió que las reglas para volver a jugar hicieron que el partido fuera “un poco incómodo”, aunque consideró que los dos equipos cumplieron cabalmente con las disposiciones.
El propio Russell dio declaraciones a un periodista a más de un metro de distancia, protegido con guantes y careta de plástico.
El único país latinoamericano que no suspendió su campeonato de fútbol fue Nicaragua, un país de poca tradición en este deporte que no ha adoptado mayores acciones para contener la pandemia del nuevo coronavirus.
El primer gol alajuelense fue obra de Dylan Flores. Las dos anotaciones se celebraron como mandan los cánones de esta nueva era del fútbol: los compañeros se acercaron a chocar puños y nada de abrazos. El más efusivo fue Alex López, quien chocó ambos puños con sus compañeros.