Durante este lunes la Comisión de Derechos Humanos de la Convención Constitucional llegó a un acuerdo para que Jorge Arancibia no participe de la Subcomisión de Verdad Histórica en la que se realizarán 280 audiencias de organizaciones sociales, académicas e institucionales en la materia. De este modo el ex comandante en Jefe de la Armada se mantendrá en el desarrollo de la instancia, pero limitándose a la Subcomisión de Marco General.
Una deliberación que apaciguó el conflicto suscitado por el debate referido a la participación del convencional en lo que respecta a derechos humanos, en la medida que su rol en la perpetración y desarrollo de la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet, sumado a algunas de sus declaraciones emitidas a los medios de comunicación en el pasado, se consideraron como factores que vendrían a retraumatizar a las miles de víctimas del régimen, así como a sus familiares.
Una perspectiva que se materializó en el voto político de la comisión que el viernes 13 de agosto que dirimió por diez votos a favor, dos en contra y tres abstenciones que se marginara a Arancibia de las audiencias con las organizaciones de derechos humanos. La determinación fue considerada por el ex edecán de Augusto Pinochet como un sinsentido en la medida que el voto político no existe, no está amparado por ninguna figura legal, por lo que no es concluyente en materia de su participación.
Asimismo negó tener alguna relación con las violaciones de derechos humanos y afirmó que su disposición en el pasado ha sido la de buscar soluciones a estas vulneraciones. “Hay algunos que dicen que soy provocador porque llegué a la comisión de DD.HH. Es que con mi experiencia, con mis años y con lo que puedo aportar, entré a la comisión que estimo central del proyecto de la nueva Constitución que vamos a elaborar, el tema de los DD.HH. en su amplia magnitud es central y por eso entré a esta comisión”, expuso Arancibia frente a los integrantes de la instancia la tarde de este lunes.
Al respecto y en conversación con nuestro medio el convencional constituyente la Lista del Pueblo, representante del distrito 10 e integrante de la Comisión de Derechos Humanos, Manuel Woldarsky, se refirió sobre esta situación, señalando preliminarmente que el episodio con Arancibia es positivo, pensando en que proporciona una plataforma que aborda y problematiza los derechos humanos y las deudas históricas del país sobre justicia y reparación.
“Yo soy de la opinión que todas las posturas, todas las opiniones y todas ideologías que fomenten el respeto a la dignidad humana tiene que ser escuchadas. Sin prejuicio que tenemos que hacernos cargo de lo que fue nuestro pasado, de lo que ha sido el modo de cómo nos hemos manifestado frente a los errores y los horrores que hayan ocurrido en el pasado”, puntualizó.
En ese sentido y en lo particular con el ex comandante en Jefe de la Armada, el convencional de la Lista del Pueblo señaló que Arancibia representa una apología de un período oscuro en la historia de Chile, en el que aún existen personas privadas de libertad por los delitos relacionados a genocidio, tortura, tratos inhumanos y degradantes. “El constituyente Arancibia defiende eso, defiende a un asesino, defiende a un dictador”, aseveró.
Jorge Arancibia en la Comisión de Derechos Humanos.
“Considero que su presencia es una provocación, creo que debería tener la altura moral de dar un paso al costado y renunciar a la Comisión de Derechos Humanos de frentón porque esa doble moral de estar ahora de acuerdo con los derechos humanos tras haber manifestado expresamente que estaba de acuerdo con el gobierno del dictador Pinochet y particularmente con declaraciones gravísimas como la que realiza en este programa de Informe Especial de tomar un fusil, subir un cerro y salir a matar comunistas, a mí me violenta, me afecta, me obliga a ponerme en una situación de decirle que sus comentarios son contrarios a los derechos humanos”, explicó Woldarsky.
En esa línea el convencional constituyente señaló que el voto político es una forma de deliberación legítima en cuanto es una manifestación del sentido común de la Convención que busca auto-determinarse bajo sus normas.
“Hablar que no existe algo que fue votado y aprobado me parece faltar a la verdad, el voto político es una declaración política hecha por los constituyentes de la Comisión. Creo que confundir la realidad es mentir y hasta ahora hemos visto que hay un grupo de constituyentes que se han dedicado exclusivamente a eso, a confundir la información que sale de la constituyente y se le entrega a los medios de prensa y en definitiva, esa confusión termina siendo mentiras que le hacen daño a la legitimidad del trabajo constituyente”, señaló.
El entorpecimiento del proceso por parte de los sectores conservadores y oficialistas de la Convención, era esperado desde quienes revisten las fuerzas transformadoras, mencionó Woldarsky. “Desde un principio no quisieron participar de este proceso, votaron rechazo, han cuestionado la legitimidad que tenemos. Si tuvieran una visión de futuro y dejaran de patalear por la intensión que tenemos de transformar este país y dejaran de llorar sobre la leche derramada, el trabajo constituyente saldría por un tubo”, afirmó.
Durante este lunes también se deliberó sobre la moción que buscaba excluir de las audiencias de la Subcomisión a las organizaciones como la Fundación Jaime Guzmán, Acción Republicana, Cuide Chile y Confamilia en cuanto generan y replican discursos de odio y negacionismo. Finalmente, la determinación del hemiciclo fue la de incluir a estas organizaciones.
Al respecto Woldarsky, que estuvo a cargo de la defensa de esta norma, señaló que lo que se pretendía con esta moción no era la censura, sino defender los principios que debieran regir a la Comisión.
“Yo formé parte en aclarar que no hay una intensión maliciosa ni ideológica como se ha intentado hacer público. No vengo a defender ninguna ideología más que la necesidad de que nos reconozcamos como personas todas, todos, todes iguales y lo que hicimos con el informe que entregamos fue adoptar y proponer la aplicación de criterios que nos parecen razonables desde la perspectiva de lo que esas organizaciones y las personas que las forman, han señalado como hechos de público conocimiento”, explicó.
Para el convencional se trataba de filtro que venía a determinar si las declaraciones de las organizaciones o de las personas que las integran entrañan discursos de odio, o temas relativos a “la negación de la actuación sistemática de la violación de derechos humanos que han ocurrido en Chile desde el 18 de octubre bajo el gobierno de Sebastián Piñera, desde la dictadura de Pinochet”.
Otro de los temas era observar que entre los criterios se considerase rasgos de la violencia colonialista, en atención a la integridad y respeto de los pueblos originarios, o de perpetuación de la desigualdad o precarización de las zonas de sacrificio, la desigualdad estructural y la brecha salarial. No obstante, pese que la moción fue desestimada por la comisión, también se acordó que, en la eventualidad de que las fundaciones incurran en algún discurso de odio, sus intervenciones serán suspendidas.
Finalmente el convencional del distrito 10 subrayó que el foco de atención referido a la Comisión de Derechos Humanos debe centrarse en el desarrollo de su trabajo y en la necesidad de que la participación ciudadana sea fundamental de lo que venga de aquí en adelante.