En el documento, adoptado durante el encuentro entre el presidente ruso Vladimir Putin y chino Xi Jinping en Pekín, los dos países se opusieron “a cualquier ampliación futura de la OTAN”, denunciando “la influencia negativa de Estados Unidos para la paz y la estabilidad de la región Asia-Pacífico”. Además, también mostraron su “preocupación” por la creación en 2020 de la alianza militar entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, conocida como AUKUS.

La declaración ruso-china “sobre la entrada de las relaciones internacionales en una nueva era” se emitió con motivo del encuentro de Vladimir Putin y Xi Jinping en Pekín el viernes, justo antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos.

Los dos países, cuyas relaciones con Washington son cada vez más tensas, acusan a Estados Unidos de tener un papel que pone en peligro la “estabilidad y la paz equitativa” en el mundo.

Los dirigentes se declararon “contrarios a cualquier ampliación futura de la OTAN”, haciéndose eco de la principal exigencia de Moscú de que se reduzcan las tensiones entre Rusia y Occidente en Ucrania.

Piden, asimismo, que “la Alianza del Atlántico Norte abandone sus planteamientos ideologizados de la Guerra Fría”, una línea defendida con uñas y dientes por Rusia.

Rusia y China están detrás del concepto de “indivisibilidad de la seguridad”, en el que se basa el Kremlin para exigir que la OTAN abandone su vecindad, argumentando que la seguridad de unos no puede lograrse a costa de otros, a pesar del derecho de cada Estado, y por tanto de Ucrania, a elegir sus alianzas.

Moscú y Pekín también denunciaron “la influencia negativa de la estrategia Indo-Pacífica de Estados Unidos en la paz y la estabilidad de la región”.

Preocupación por AUKUS

Las dos capitales también se mostraron “preocupadas” por la creación, en 2021, de la alianza militar de Estados Unidos con el Reino Unido y Australia (AUKUS), por considerar que esta unión, especialmente en torno a la fabricación de submarinos nucleares, “toca cuestiones de estabilidad estratégica”.

La creación de AUKUS había sido fuertemente denunciada por China, mientras que Estados Unidos considera prioritaria su competencia con Pekín en Asia y el Pacífico.

En el plano económico, los dos países han firmado acuerdos estratégicos sin revelar las cantidades.