Fue en el informe “Diagnóstico Distributivo de Ingreso y Patrimonio y Análisis de la Propuesta de Reforma Tributaria en Materia de Renta y Riqueza” elaborado por el Ministerio de Hacienda que se dio cuenta de que el 0,01% de las personas con mayores recursos en Chile -compuesto por mil 315 contribuyentes- percibe un ingreso devengado anual promedio de más de $10.000 millones de pesos.
Según el documento, esta cifra correspondería casi en un 100% a ingresos por capital, es decir, aquellos que están constituidos por activos financieros, bienes raíces y rentas empresariales, los cuales- divididos en un año- significaría que cada una de estas personas obtiene más de $800 millones de pesos al mes, aproximadamente.
El economista e investigador de la Fundación Sol, Santiago Rosselot, valoró la contribución que hacen estos aportes a la discusión de la reforma tributaria impulsada por el Ejecutivo, puesto que reafirman el panorama de desigualdad que existe en Chile, recordando la información proporcionada por el INE en su Encuesta Suplementaria de Ingresos 2021, en el que el 50% de los trabajadores gana menos de $457.700 al mes.
Rosselot comentó que “si bien el sistema tributario puede cumplir distintos roles en una sociedad, acá es importante destacar el rol distributivo. Esto, principalmente por dos vías, por un lado, quienes tienen más deberían pagar más y, por otro lado, la recaudación a partir del sistema tributario está destinada a beneficio social”.
Sin embargo, enfatizó en que “si nosotros vemos la estructura tributaria actual, vemos que es neutra en términos de ingresos, en el mejor de los casos, o sino regresiva, es decir, que no se estaría cumpliendo el hecho de que quienes ganan más, pagan más, sino que quienes ganan más pagan menos”, apuntando sus cuestionamientos al impuesto al consumo, IVA, el cual impacta especialmente a los sectores más vulnerables.
El economista destacó la idea de avanzar en la reforma tributaria impulsada por el Gobierno y desestimó las voces críticas desde sectores de la oposición respecto a la iniciativa en términos de que desincentivaría la inversión y motivaría la fuga de capitales, haciendo referencia al impuesto a la riqueza, el cual contempla el cobro de 1,8% a quienes tengan un patrimonio de más de 15 millones de dólares.
“Si hacemos un análisis de cuáles han sido sus posturas frente a este tipo de reformas a lo largo del tiempo, la postura es que no es un buen momento. La lectura que hacemos es que siempre y, en este escenario de crisis, es aún más necesario porque hay que ir removiendo las estructuras y ver de qué manera se puede modificar esta desigualdad que hay en Chile”.
Por su parte, el diputado socialista y presidente de la comisión de Hacienda, Jaime Naranjo, compartió esta postura y señaló que “lamentablemente en nuestro país, para los sectores empresariales y de derecha nunca es la oportunidad de hacer reformas tributarias porque dicen que eso afecta el empleo y el crecimiento”.
“Si uno es serio y responsable y hace un estudio detallado como hemos hecho de qué ha ocurrido con las reformas tributarias que se han hecho del año ’90 hasta la fecha, resulta que ha subido la inversión, ha mejorado el crecimiento del país y se han generado más fuentes de empleo. Entonces, ese argumento pareciera ser que la realidad lo descarta absolutamente de acuerdo a las cifras que uno tiene y puede analizar”, expresó.
El legislador oficialista subrayó que la modificación de algunos de los impuestos que conlleva la reforma tributaria “no son contra nadie en particular, sino que son para el bien del país, para invertir paz social en el país”. De manera que dijo esperar que los que tienen más alto patrimonio “estén dispuestos a actuar con generosidad de una vez por todas para resolver los problemas sociales”.
En tanto, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), David Acuña– quien fue citado a la comisión de Hacienda el próximo 8 de agosto junto a otros actores- afirmó que actualmente “están dadas las condiciones” para profundizar en la discusión respecto al impuesto a los súper ricos, destacando que “el gran empresariado, los empresarios también se han dado cuenta de que después del estallido social que tienen que contribuir a una mejor sociedad. Creemos que podemos avanzar porque también estamos avanzando en temas previsionales, de jornadas laborales, lo cual hay una mirada distinta por parte de los empresarios, esperamos que no se queden solo en buenas intenciones”.
El dirigente adelantó que en la cita “queremos enfocarnos en que la recaudación sea más integral, lo cual nos permita generar que en todos los niveles paguen impuestos, porque lamentablemente los que menos tienen son los que pagan más impuesto y los que más tienen son los que pagan menos impuesto. Entonces, entendemos que la integración de sistema nos permitiría recaudar más”.
Cabe señalar que el denominado “corazón” de la reforma que se está tramitando en el Congreso contempla, además del impuesto a la riqueza, cambios al impuesto global complementario, mecanismos para reducir la evasión y elusión, la incorporación de la figura del denunciante anónimo tributario, entre otras medidas.